17 de junio de 2008

CONCERTACION DIVIDIDA FRENTE A LA LGE, Y SITUACION DEL MOV. ESTUDIANTIL...


Parlamentarios de la Concertación piden quitar urgencia a la LGE y que se discuta en profundidad

Poco alentador es el escenario que enfrenta La Moneda de cara a la votación del proyecto que reforma la LOCE. A la posición del Magisterio y los estudiantes, que piden simplemente que la iniciativa sea retirada del Parlamento, y las dudas de la oposición en torno a una de las indicaciones que le incluyó el Ejecutivo, se sumaron hoy 40 parlamentarios de la Concertación que, mediante una declaración, piden que el tema se zanje en "un debate nacional".

Un grupo de senadores y diputados de la Concertación adhirieron este martes a una declaración pública que llama al Poder Legislativo a cumplir con su mandato constitucional y a discutir ampliamente sobre la Ley General de Educación (LGE), por lo que instaron a La Moneda a quitar el carácter de urgencia con que se tramita la iniciativa.

El documento concuerda en que al proyecto “le falta un compromiso claro con la educación pública, un énfasis decidido por mejorar la equidad del sistema y mecanismos que aseguren un eficiente control de los recursos invertidos”, dijo el senador Ricardo Núñez (PS)en representación de los 40 parlamentarios firmantes. Núñez manifestó que "lo fundamental ahora es retirar la urgencia que está en la Cámara de Diputados, abrir un debate nacional, que la Cámara de Diputados pueda escuchar y oír a todos los actores que actualmente están en el proceso educativo. Es la única manera de generar un consenso nacional sobre un aspecto tan fundamental para el país como la educación".

Aporte de todos

En el documento recalcaron que el principal esfuerzo para mejorar la calidad de la educación chilena, más que en las leyes, está en las aulas, destacando que hacia ello deben volcarse los esfuerzos del Ministerio de Educación y de toda la comunidad escolar, siendo fundamental, en este punto, el aporte de profesores, padres y apoderados y estudiantes. En el plano legislativo, insistieron en su llamado a revalorizar y fortalecer una educación pública gratuita, de excelencia, pluralista y laica, nacional, integradora, igualitaria y participativa, exigiendo para ello que se garantice un financiamiento adecuado y que se dé paso a un sistema descentralizado de administración que reemplace a la gestión municipal.

Finalmente, Los senadores y diputados concertacionistas culminan reivindicando sus atribuciones y la posibilidad de complementar el acuerdo suscrito con la oposición al sostener que si éste no impedía presentar acusaciones constitucionales para destituir a la Ministra de Educación, “tampoco debe impedir presentar indicaciones ni debatir el texto”, por lo que aunque ratificaron su apoyo a los puntos principales de dicho pacto expresaron su voluntad de desplegar el máximo de esfuerzos para que en ambas cámaras se realice un debate “serio y responsable sobre una Ley General de Educación de Calidad para Chile” y se incorpore a éste a los diversos actores sociales involucrados.

Rechazo de la derecha

En la oposición no fue bien recibida la arremetida de los legisladores oficialistas. Para el senador de RN Andrés Allamand queda en evidencia que el objetivo es echar por tierra todos los proyectos que La Moneda intenta sacar adelante mediante acuerdos con la Alianza por Chile. "Es evidente que estamos frente a una nueva maniobra distractiva de los sectores más radicalizados de la Concertación que, digamos las cosas como son, le han quitado el piso a la propia Presidenta de la República y a la actual ministra de Educación. En la práctica están haciendo todo lo posible para que en definitiva este proyecto no prospere y la discusión se termine".

Profesores y etudiantes

La posición de los parlamentarios se suma a la petición del Colegio de Profesores y de organizaciones estudiantiles que piden al Gobierno que no cambie los tiempos para la discusión del proyecto que reforma la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), sino que lisa y llanamente ésta sea retirada del Parlamento. El Magisterio está reuniendo firmas para lograr ese objetivo y anunció que este miércoles, cuando se lleve a cabo la votación, los profesores llegarán masivamente hasta el Congreso Nacional para manifestar su posición.
(El Mostrdor.cl)

REBELION DE PARLAMENTARIOS DE LA CONCERTACION

40 parlamentarios (30 diputados y 10 senadores), que representaron a todas las bancadas de la Concertación exigieron al gobierno un giro en el debate de la LGE. Las exigencias planteadas por los parlamentarios oficialistas son tres: que el Ejecutivo retire la suma urgencia de la tramitación de la iniciativa, permitiendo que se puedan introducir indicaciones parlamentarias y que se incluya a diferentes actores sociales en la búsqueda de un acuerdo que permita salvar –a su juicio- el pacto suscrito en esta materia con la Alianza a fines del año pasado en La Moneda.

El texto de dos carillas titulado "Parlamentarios llaman a debatir la LGE", señala que al proyecto de ley "le falta un compromiso claro con la educación pública, un énfasis decidido por mejorar la equidad del sistema y mecanismos que aseguren un eficiente control de los recursos intervenidos".

ALIANZA ACUSA AL PS DE "ECHAR ABAJO" EL ACUERDO

En tanto, desde la Alianza el senador de Renovación Nacional, Andrés Allamand, acusó a los "dirigentes del Partido Socialista de echar abajo el acuerdo, mientras la educación sigue teniendo pésimos resultados".

"Es evidente que estamos frente a una nueva maniobra distractiva de los sectores más radicalizados de la Concertación que le han quitado el piso a la Presidenta de la República y a la ministra de Educación haciendo todo lo posible para que el acuerdo no prospere y la discusión se termine", señaló el parlamentario.

EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL:
AMENAZAS Y DESAFIOS INMEDIATOS


Los estudiantes secundarios y universitarios que continúan movilizados contra la LGE y por avanzar hacias cambios de fondo en la educación chilena, han reforzado su movilización en estas semanas, pero al mismo tiempo comienzan a enfrentar una resistencia política y mediática cada vez mejor orquestada y organizada. La ministra ya demanda detener la movilización, pidiendo que se confíe en el parlamento para introducir modificaciones cosméticas, y José J. Brunner hace el mismo llamado, porque a su juicio seria "absurdo no respetar los acuerdos logrados a fines del 2007 entre la Alianza y la Concertación". Al mismo tiempo, el ministro Vidal se molesta porque estudiantes protesten y manifiesten en las calles y sobre todo dentro de la Moneda, como si el propio gobiernos y carabineros reprimieran a los estudiantes con "respeto y cortesía", y más aún como si los más importantes logros en este país no se hubiesen conseguido sin movilizacíon, protestas y luchas sociales.

El grueso de los medios de comunicación inician igualmente una campaña para desmovilizar o dividir. Los estudiantes mejor informados comienzan seguramente a percibir que ese frente anti-estudiantil inicia su movilización, con todos los medios a su alcance, y que estos medios son cuantiosos. Nuevas maniobras políticas, nuevas negociaciones entre gobierno y derecha, operaciones represivas para amedrentar a los estudiantes, aumento de las presiones del gobiernos a los sostenedores de colegios, y de éstos en contra de padres y estudiantes, etc. Ningún medio se escatimara sin duda para frenar o dividir y desmovilizar.

Las protestas y movilizaciones constantes y masivas, este año y los anteriores, de estudiantes, docentes y trabajadores del país, parecen secundarias e incluso despreciables para la derecha y para sectores importantes del gobierno; lo decisivo para ellos es salvar y proteger como sea un modelo educacional que cuenta con poderosos apoyos en esos sectores, por la muy simple razón de que es funcional a los intereses de los grupos dominantes en este país. Hay un detalle que ya parece evidenciarse: a esta altura, sobre la base de maniobras políticas diversas y represión creciente, el nivel de apoyo de los padres y apoderados a los estudiantes secundarios en particular es menor al del 2006, y, como consecuencia, la campaña que viene, probablemente lo transformara crecientemente en presión familiar contra los estudiantes moviliados. La contra-ofensiva ya en marcha del campo conservador quizás debiera conducir a los estudiantes a reflexionar sobre la táctica a seguir, a partir de cuatro datos básicos.

Primero, que la relación de fuerzas es aún claramente desfavorable para una "victoria decisiva" de los estudiantes en esta coyuntura, y que lo que corresponde es antes que nada "evitar una derrota". Segundo, que los tiempos están corriendo ya en contra de la movilización, con riesgos de desgaste, de debilitamiento progresivo del contingente movilizado, de alargues de semestre o peor aún si el movimiento se prolonga excesivamente, sin desembocar en logros importantes, aunque es evidente de todos modos que "la guerra" no pueda ser ganada en el corto plazo. Tercero, que la estrategia de marchas y tomas tiene limites (en efecto, todo tiene "flujos y reflujos"), y lo peor seria para los estudiantes que el reflujo que vendrá, con la ayuda de la mencionada contra-ofensiva conservadora y con apoyo o complicidad del Gobierno para desmovilizar o dividir al movimiento, disloque la organización estudiantil y su lucha sin alcanzar logros significativos (en Valdivia, Concepción y en algunas universidades de Santiago, como la Usach, ese proceso de repliegue ya comenzó, incluyendo los desalojos violentos de esas universidades en los últimos días). Y cuarto, los estudiantes debieran reflexionar en que, sin afianzar una alianza con los sectores mas amplios de docentes, universitarios o secundarios, el aislamiento y el debilitamiento progresivo del movimiento puede comenzar a manifestarse antes de lo imaginable.

En consecuencia, lo inteligente quizás sería considerar esos datos de la realidad, y que por lo demás forman parte de la experiencia y lecciones del movimiento estudiantil. Una vía consistente de reorientar la lucha, al menos en las universidades, podría ser concentrar fuerzas en un objetivo concreto: promover rápidamente claustros triestamentales, exclusivamente destinados a discutir sobre la realidad de la educación chilena, y lograr resoluciones en favor de los grandes objetivos del movimiento, que se podría traducir en definir mejor una plataforma coherente en favor de la lucha para el corto y largo plazo por una nueva Reforma Universitaria, que en alguna medida siga la senda de las reformas de los años 20 o 60.

Es lo que estan promoviendo ya los universitarios del continente reunidos recientemente en Colombia, en el marco de la Conferencia Regional de Educación Superior, CRES 2008. Ese objetivo podría motivar un trabajo conjunto de mediano y largo plazo entre estudiantes y amplios sectores de académicos, que se identifican con ese mismo objetivo central. Ello implica, para restablecer un vínculo adecuado con los docentes, bajar las tomas y volcarse a un trabajo de reflexión y de construcción de una plataforma sólida que permita continuar la lucha por otros medios, creando conciencia y organizando y acumulando fuerzas para potenciar nuevas moviliaciones en el mediano plazo. Con una orientación de ese carácter podría lograrse dar un cauce realista y ambicioso al movimiento, revitalizandolo con el debate, la reflexión y la clarificación de objetivos y ganando nuevos aliados. Se evitaría entrar en "el callejón sin salida" a que quieren conducirlo los generales del conservadurismo.
(E. Aquevedo. El texto completo de esta nota sobre la situación del movimiento estudiantil esta en este Blog...)

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