29 de febrero de 2008

EL MAPU Y LA CONCERTACION, entrevista a O.G. Garretón

ÓSCAR GUILLERMO GARRETÓN Y EL PODER EN LA CONCERTACIÓN


“Se ha hecho una caricatura del MAPU”

Ni fosa común para los dirigentes más experimentados, ni tanto recambio, ni fin de las redes transversales en el oficialismo. Ese es el diagnóstico de este ex militante de la ultraizquierda, hoy convertido en hombre de negocios top, que augura que la Bachelet la tendrá más fácil con los empresarios que todos sus antecesores.


Mirko Macari

Después del golpe militar, su foto apareció en la primera página de “El Mercurio”, junto a las de Miguel Enríquez y Carlos Altamirano, para graficar la lista de los hombres más buscados por la dictadura. Tal como debe haber sido en el viejo oeste, según las películas del género. Subsecretario de Economía de Allende a los 27 años, Garretón lideraba entonces la facción más radical del MAPU, que coqueteaba en sus tesis con el MIR. Hoy, sentado en su oficina de presidente de Iansa, conversa distendido sobre cuánto hay de cierto sobre el poder de ese mítico y taquillero grupo político, y del aura de influyentes que recae sobre todos los que militaron en sus filas.

-¿Se acabó el poder de los chicos MAPU, como sentenció Tironi?

-A Tironi hay que admirarlo en la capacidad de ponerse una idea en la cabeza, y tener a todo Chile discutiendo durante dos semanas de eso. Ese es un gran poder, efectivamente. En cuanto al poder de los MAPU, su tesis a mí por lo menos no me interpreta: esto de ver la clave de la transición y de la Concertación en un grupo de personajes (para algunos, quizás iluminados; para otros, puede que sórdidos), no tiene nada que ver con mi visión.

-¿En qué consiste su visión?

-La transición fue un proceso social muy ancho, en el cual como actores más relevantes, de cúpula, participó una gran cantidad de gente de distintos lados, como Patricio Aylwin o como Boeninger, que son ineludibles. No veo a esta especie de iluminados que manejó todo el poder desde los cargos, o desde la oscuridad.

-Es que hay un relato muy verosímil: un grupo de gente clave que su común denominador es su pertenencia al MAPU.

-Salvo que haya aumentado su militancia, el MAPU, después de su desaparición, creo que no. A ver: Ricardo Lagos, que es un personaje destacado de la transición, nunca ha sido MAPU; Carlos Ominami, que ha sido ministro y una figura importante del debate nacional, nunca ha sido MAPU. Es un reduccionismo. Efectivamente ha habido mucha gente MAPU que ha estado en posiciones importantes, y quizás en algún momento se ha visto a los MAPU como la clave de alguna explicación de un montón de cosas...

-Casi como una secta.

-Es que yo, que lo conozco un poquito por dentro, la verdad es que una de las características del MAPU ha sido una gran capacidad de dividirse más que de operar como red, casi como logia oculta de poderes transversales, porque en su origen es un partido muy ideológico.

-¿Dice que el poder del MAPU es un mito?

-Hay una lista de mitos sobre el MAPU. Uno es que son los MAPU los que manejan esta transversalidad. Segundo, en el caso del mundo de derecha, lo dicen -y yo siempre me río porque es una especie de consuelo-: que los MAPU tenían este rol porque como son todos de clase alta, de alguna manera estarían, entre comillas, mejor preparados. Es un mito en doble sentido: uno, que la izquierda siempre ha sido muy fuerte en Chile y, siendo una fuerza popular, siempre ha tenido pijes en sus filas, y pijes importantes, como Salvador Allende, Eugenio Matte, Carlos Altamirano Orrego, Vicente Huidobro, primer candidato presidencial del PC. En el MAPU hay una enorme cantidad de gente que no tiene nada que ver con eso. Enrique Correa es un hombre que viene de Ovalle, que estuvo en pensiones universitarias. Se ha hecho una caricatura de eso, que no expresa bien ni lo que es el MAPU ni lo que fue la transición.

-El tema es hasta qué punto esto definió las redes de poder durante los gobiernos de la Concertación. ¿Usted nunca actuó de puente ni operó como nexo con el poder político o movió sus contactos en algún sentido?

-Creo que es súper importante para gobernar tener redes transversales que operen. Si hay algo que aprendí es que uno no puede imponer a un país una revolución con un 30% de los votos. Tener una capacidad de diálogo amplia es una virtud de cualquier gobernante, de países, de empresas o de clubes deportivos. Ese ha sido un rasgo de la Concertación y va a seguir siéndolo.

-¿Pero qué rol ha jugado usted?

-Hay una cosa que cuesta entenderla, sobre todo a los empresarios: yo he creído súper firmemente que no es bueno ni para política ni para la empresa que se confundan los roles políticos con los empresariales. En ese sentido, mucha gente cree que yo converso de azúcar con Ricardo Lagos, o con el ministro de Economía o el de Hacienda, y jamás lo he hecho. Quizás uno de los problemas por los cuales a algunos empresarios no les va tan bien como quisieran con el sector público es que creen en el lobby.

-Tironi dice que, para ser Presidente, Lagos necesitó tejer redes y conexiones durante 20 años, y que la candidata de la Concertación no ha trabajado de ese modo.

-No creo que ella conozca al mundo empresarial, porque se ha movido en el ámbito de la salud o de la defensa. Pero te diría que ella tiene una cosa con el mundo empresarial de derecha que no tuvieron ni Aylwin, ni Frei, ni Lagos, y es que los empresarios digan que están súper tranquilos. Al final, uno de los rasgos de la derecha económica ha sido que recela de todo Presidente de la Concertación que viene y ama a todo el Presidente de la Concertación que se va. Cuando llegó Aylwin, hablaba del peligro de 400 mil desempleados, que esto era una incertidumbre atroz, que las inversiones se iban. Cuando terminó Aylwin, decía qué horror, viene este señor Frei, debería seguir Aylwin, que tiene un equipo tan bueno. Cuando Frei estaba terminando, me recuerdo que estaba en la cena de la Sofofa cuando su presidente, Felipe Lamarca, planteó la posibilidad de prolongar el mandato a Frei, porque venía este peligro que era el señor Lagos.

-Y hoy la derecha estaría por la reelección de Lagos.

-Está por la reelección de Lagos, y sospecho que con Michelle va a pasar lo mismo. La Concertación tiene la capacidad de hacer un Gobierno que se va a mantener, y las redes las van a mantener, y ella tiene más facilidades con los empresarios que las que tuvieron en su origen Lagos, Frei y Aylwin.

-¿Por qué?

-Porque, al final, hoy nadie teme que un Gobierno de la Concertación sea un Gobierno antiempresarial. Puede que sea un Gobierno que reclame por las desigualdades con más énfasis, o que va a hacer una reforma previsional, pero la verdad es que no estoy hablando de dirigentes empresariales más o menos de nuevo cuño, como Juan Claro. El otro día vi una entrevista a don Ernesto Ayala donde decía que él no tenía ninguna intranquilidad, y eso es una facilidad que no tuvieron los otros presidentes de la Concertación.

EL CAMBIO TRANQUILO

-Tironi hablaba también de una generación con una obsesión excesiva por el orden.

-Mi diferencia básica con Tironi es que yo creo que esa impronta ha sido una impronta de la Concertación y no de los MAPU. Atribuírselo a los MAPU es muy presuntuoso.

-¿Han sido todos muy conservadores, entonces?

-No lo llamaría conservador. La Concertación es un sinónimo de una expresión francesa, que fue la del “cambio tranquilo”. Ha habido cambios profundos en la sociedad chilena en estos 15 años, muy profundos, pero han sido cambios tranquilos, ordenados, y eso ha sido muy bueno para Chile. Tengo la impresión de que así va a seguir siendo, y no creo que esto dependa de los MAPU.

-Lo que no debería seguir ocurriendo, tal como dijo Bachelet, es que los mismos se repitan el plato. ¿No cree que está un poco agotado el elenco?

-Si me pregunta a mí lo que va a ocurrir, independientemente de que haya muchas caras nuevas, tengo la absoluta certeza de que los cuadros experimentados de la Concertación no serán ni menospreciados ni despreciados ni exiliados por Michelle Bachelet y, por lo tanto, no tengo la menor duda de que mucha gente experimentada va a tener también espacio. No es casualidad que el equipo de programa de Michelle esté encabezándolo Alejandro Foxley, o que juegue un rol importante Ricardo Solari. No veo de verdad ninguna señal que me diga que le han abierto las fosas a todos los de cierta edad en la Concertación para desaparecer. Eso es una visión equivocada, la cual da pie a esta lectura de Eugenio, y a la cual agrega que aquí la gobernabilidad está en duda. Eso me parece insólito.

-A pesar de esos cambios tan tranquilos, no son pocas las demandas insatisfechas que se plantean incluso en la agenda política.

-Hay una cosa que ha cambiado, que es una buena noticia para los jóvenes: antes creíamos que la lucha era conquistar el paraíso terrenal que se llamaba sociedad socialista. Hoy día, la tesis del paraíso terrenal está un poquito desprestigiada. La buena noticia es que a cada generación le tocan problemas nuevos, injusticias nuevas. Si no hubiera ninguno, quiere decir que exactamente el mismo día que se lograra el paraíso terrenal, tendríamos que morir de aburrimiento todos. A lo mejor en tiempos de la UP discutir sobre el ancho de las carreteras no tenía importancia, pero hoy día que la gente tiene auto sí tiene importancia.

-También la tiene el tema de la desigualdad, que hoy día es mayor que la que había en el tiempo de la UP.

-Bueno, el problema es que, entre los cambios que tienes que hacer, tienes que asegurarte de que no sean cambios donde los muros se caigan, porque cuando los muros caen normalmente se va para atrás. Y la verdad es que si yo miro históricamente los cambios que se vivieron, la gente los pagó muy caro y con muchas desigualdades después, y el proceso comenzó a cambiar con la Concertación. Basta mirar las películas de Patricio Guzmán para ver lo que eran las poblaciones en ese momento, y darse una vuelta por La Legua, que yo lo he hecho, para darse cuenta de que la pobreza de entonces y la de ahora no tienen nada que ver.

-¿Usted no ha sentido el odio de la izquierda por la “transaca” permanente de estos años?

-Si el objetivo es transar, la transición sería un fracaso. Creo que el objetivo ha sido avanzar, y hemos avanzado de una manera como no se conoce antes en la historia de Chile. Yo quiero mucho a Allende, fui parte de su Gobierno, no me arrepiento, tengo su foto ahí con él, aquí en mi oficina de empresario, pero quiero decir que de las lecciones de esa derrota aprendimos cosas que nos han hecho mucho más exitosos que entonces, y no digo exitosos en el sentido personal, sino para la mayoría del país.

-¿No se ha sentido criticado por este rol de empresario?

-No tengo ninguna queja del trato que me han dado como militante del PS, y yo he sido desvergonzadamente empresarial, o sea he tenido puestos súper relevantes, públicos, y nunca he sentido que en el partido me pelen más de lo que pelan a cualquier otro militante, porque el pelambre es un deporte nacional.

LA TOMA DEL PODER

-Después del 11 de septiembre, su foto apareció en “El Mercurio” como uno de los hombres más buscados, junto con Carlos Altamirano y Miguel Enríquez. ¿Cuánto queda de ese Óscar Guillermo Garretón?

-Mucho más de lo que cree y a lo mejor menos también. Si yo me encuentro con alguien que diga que después de lo que ha pasado en Chile y el mundo, golpe de Estado, tortura, exilio, caída del muro de Berlín, caída de los sueños en torno a la revolución cubana y todo eso, que me diga “yo soy consecuente, pienso exactamente igual que hace 30 ó 50 años”; la verdad que para mí, más que consecuente, es un reloj parado, porque aquel que no cambia con su pueblo y con su historia, más bien es un creyente abstracto que una persona consecuente.

-¿Cómo se debe entender su cambio de la política a los negocios? ¿Adora hoy lo que quemaba en el pasado?

-No. Diría azares de la vida, no lo elegí. Ocurre que a mí me persiguieron por sedición en la Marina, y estuve preso por eso, y cuando salí en noviembre del 88 en libertad condicional, lo hice con prohibición de ser funcionario público y de postular a cargos de elección popular. Por lo tanto, no es que yo elegí la empresa privada, sino que el almirante Merino la eligió por mí.

-La izquierda ha hecho un mea culpa ideológico a través de la renovación. ¿No cree que debería hacer uno moral por la cantidad de gente que terminó muerta gracias a seguir el discurso incendiario ese de la toma del poder?

-No hablaría de discurso incendiario, en primer lugar. Diría que hemos hecho lo que en ideología recomendaban los padres del pensamiento de izquierda: un análisis concreto de la situación concreta. No habremos cometido crímenes, no habremos torturado, pero tenemos responsabilidad en la crisis. Por lo tanto, eso -si yo soy serio- tiene que llevar a una conclusión y a mí me lleva a una, y es que tengo que hacer todo lo posible por construir un país donde eso no vuelva a ocurrir, donde construyamos puentes donde antes los cortábamos, por tener éxito económico y social donde antes fracasamos…

-Una cosa es el cambio político, pero uno ve las listas de los desaparecidos y la mayoría son gente sencilla, que siguió a estos dirigentes que hablaban del poder popular. Y en el último documental de Patricio Guzmán se muestra a los grupos de izquierda que criticaban a Allende por blando.

-Efectivamente, y el MAPU estaba entre ellos.

-El MAPU que usted lideraba.

-Bueno, precisamente por eso es la conclusión que hago. Muchos dirigentes de ese tiempo tenemos responsabilidad en la crisis. La única conclusión éticamente responsable es tratar de construir un país distinto de ése. Afortunadamente, el balance de estos años demuestra que hemos aprendido esa lección. No obstante todo eso, todos los exilios, yo prefiero haber estado en el bando que me tocó estar, que en el otro.

-Tal vez porque está vivo.

-No lo sé, fíjese. Tengo la impresión de que todos nosotros entendíamos que parte de la opción era estar muerto, y cuando entré clandestino a Chile después del golpe sabía que si me pillaban me iban a matar. Pero consideré que era mi deber estar aquí.

http://www.lanacion.cl/prontus_noticias/site/artic/20050924/pags/20050924215556.html

28 de febrero de 2008

LA COLONIA DE LA OTAN EN KOSOVO

25-02-2008

Diana Johnstone

“Quienes conocen la compleja verdad de Kosovo saben que las palabras de Aldous Huxley nunca resultaron más apropiadas: ‘sabrás la verdad, y la verdad te volverá loco’.”

A lo largo del pasado fin de semana, la maquinaria propagandística occidental hizo largas horas extra para que pudiéramos celebrar el último milagro de la OTAN : la transformación del Kosovo serbio en el Kosovo albano. El robo desvergonzado, por parte de Estados Unidos, de territorio de alto valor estratégico perteneciente a otro pueblo, robo consumado con el objetivo de instalar una poderosa base militar, “Campo Bondsteel”, en dicho territorio, es transformado, por parte de los influyentes medios de comunicación, en una acto heroico de “liberación nacional” destinado a convertirse en leyenda. Quienes conocen la compleja verdad de Kosovo saben que las palabras de Aldous Huxley nunca resultaron más apropiadas: “sabrás la verdad, y la verdad te volverá loco”.

Y lo cierto es que, en Kosovo, la verdad son letras dibujadas en la arena mientras el tsunami de la propaganda se acerca con estruendo. Sea como sea, la verdad está disponible: por ejemplo, en el texto, profundamente esclarecedor, que George Szanuely publicó en CounterPunch el viernes anterior a la declaración de la independencia. Otras veces, algunos pedazos de verdad pueden hallarse en los medios convencionales, principalmente en las cartas que los lectores envían a los periódicos. Así que, por infructuosa que pueda parecer de antemano la tarea de intentar parar la marea de una leyenda proclamada oficialmente, déjenme examinar, aunque sea sólo a partir de una pequeña gota de agua, este mar imparable de propaganda: me propongo analizar una columna de Roger Cohen titulada “El Nuevo Estado de Europa” y que apareció en la edición del día de San Valentín del International Herald Tribune.

La columna de Cohen es un magnífico ejemplo del tipo de desprecio con el que se despachan los temas que tienen que ver con Milosevic, Rusia y los serbios. Escribe Cohen: “Slobodan Milosevic, el dictador, puso en marcha la marea nacionalista de Serbia el 24 de Abril de 1987, fecha en la que fue a Kosovo a declarar que los antepasados serbios serían deshonrados si los albaneses étnicos se salieran con la suya”. Yo no sé de dónde sacó Roger Cohen esa referencia, pero lo que sí puedo asegurar es que no se encuentra en el discurso que Milosevic pronunció ese día en Kosovo. Y también puedo asegurar que Milosevic no fue a Kosovo a hacer declaraciones de este calibre, sino a discutir con los responsables de la Liga Comunista en la ciudad kosovar de Polje acerca de los serios problemas sociales y económicos de la región: además de problemas crónicos como la pobreza, el desempleo y la mala gestión de los fondos para el desarrollo aportados por el resto de Yugoslavia, la principal dificultad a la que se enfrentaba la provincia por aquel entonces era el éxodo constante de habitantes serbios y montenegrinos bajo la presión de los albaneses kosovares –algo, por cierto, que, en aquel momento, los principales medios de comunicación occidentales no tuvieron inconveniente en difundir.

Por ejemplo, en una fecha tan temprana como la del 12 de Julio de 1982, Marvine Howe, reportero del New York Times, narró cómo decenas de miles de serbios estaban dejando Kosovo como consecuencia de la discriminación y de la intimidación ejercidas por parte de la mayoría étnica albana. Asimismo, Beci Hoti, Secretario del Partido Comunista de Kosovo, aseguraba que “la campaña de los nacionalistas [albanos] persigue dos objetivos […]: primero, establecer lo que ellos denominan una república albana étnicamente limpia; y después, unirse a Albania para formar un Estado albano todavía más grande”. Así, lo que hacía el señor Hoti –albanés, por cierto- era expresar su preocupación con respecto a las presiones políticas que estaban forzando a los serbios a dejar Kosovo. De ahí que asegurara que “lo que importa ahora es establecer una clima de seguridad y crear confianza”.

Asimismo, el 1 de noviembre de 1987, siete mese después de la visita de Milosevic a Kosovo, David Binder, reporto del New York Times, escribía: “los albaneses que ocupan cargos en el Gobierno [de Kosovo] han manipulado regulaciones y fondos públicos con el objetivo de apoderarse de territorio perteneciente a los serbios. Se han destruido banderas, iglesias eslavas ortodoxas han sido atacadas, se han envenenado pozos de agua y se han quemado cosechas. Además, jóvenes eslavos han sido apuñalados y grupos jóvenes de etnia albana han recibido órdenes de sus mayores de violar a chicas serbias”. El objetivo de los nacionalistas radicales, se afirmaba en una entrevista que vio la luz en aquel momento, “[es una] Albania étnica que incluya la Macedonia occidental, el sur de Montenegro, parte del sur de Serbia, Kosovo y la actual Albania”.

De este modo, mientras que los eslavos huían de la violencia, Kosovo se estaba convirtiendo en lo que los albano-kosovares nacionalistas habían estado pidiendo durante años, y de forma especialmente vehemente tras el sangriento motín protagonizado en 1981 por los albaneses de Pristina –región “étnicamente pura” donde las haya—.

Tal como aseguraban el New York Times y otros medios occidentales, en realidad éste fue el primer caso de “limpieza étnica” acaecido en la Yugoslavia posterior a la Segunda Guerra Mundial –una limpieza étnica, cuyas víctimas fueron los serbios—. Pese a que el “culto a la memoria” se ha convertido en la religión contemporánea, parece que unas memorias están más frescas que otras: huelga decir que pasados unos años, durante la década de 1990, el New York Times se había olvidado ya de lo que había contado durante la década anterior. ¿Por qué? Quizás fuera porque el bloque soviético ya se había derrumbado, con lo que la unidad de una Yugoslavia independiente y no alineada dejó de ser de interés estratégico para Estados Unidos.

Pero volvamos a la visita de Milosevic a Polje (Kosovo) el 24 de abril de 1987. Aquel día, se produjo el siguiente incidente: cuando la policía local, que seguía las directrices dictadas por un gobierno de la Liga Comunista dominado por albaneses, cargó contra grupos de serbios que se habían reunido para protestar por la falta de protección legal en la que se encontraban, Milosevic pronunció unas palabras sencillas y espontáneas que iban a cobrar una gran notoriedad: “¡Nadie debería golpearos más!” –afirmó conciso. Si esto es “extremismo nacionalista”, ¡quizás habría que recurrir a él con mayor frecuencia!

Sea como sea, no logró encontrar rastro alguno de la afirmación que Cohen atribuye a Milosevic. En su discurso ante los delegados locales del partido, que se encuentra disponible en los archivos públicos, Milosevic hizo referencia a un “incidente lamentable” y prometió una investigación. Además, destacó que “no deberíamos permitir que las desgracias de la gente sean manipuladas por los nacionalistas, a quienes toda persona honrada debe combatir. No debemos dividir a la gente entre serbios y albaneses; deberíamos limitarnos a distinguir entre gente decente que lucha por la fraternidad, la unidad y la igualdad étnica, y gente contrarrevolucionaria y nacionalista”.

Recurro una vez más a Aldous Huxley en busca de algo de consuelo: “los hechos no dejan de existir por ser ignorados”, escribió el escritor inglés. Sin embargo, también fue Huxley quien nos recordó que “grande es la verdad, pero aún más grande, desde un punto de vista práctico, es el silencio sobre la verdad. Con el sencillo expediente de dejar de mencionar ciertos temas, los propagandistas totalitarios han conformado la opinión de la gente de un modo harto más eficaz que si hubieran recurrido a las más elocuentes fórmulas”.

Sin ir más lejos, el pasado martes, el Ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, intentó desde Ginebra comunicar a los periodistas su honda preocupación ante la forma en que Estados Unidos estaba gestionando el problema de Kosovo. “Estamos asistiendo –decía Lavrov— a la subversión de todos los fundamentos y principios de la legalidad internacional, que han sido ganados y establecidos como cimientos para la existencia de Europa con gran esfuerzo y a costa de dolor, sacrificio y sangre. […] Nadie está ofreciendo un plan de acción claro y coordinado en caso de que se produzcan reacciones en cadena [en forma de otras declaraciones unilaterales de independencia]. […] [Estados Unidos y sus aliados de la OTAN ] están actuando calamitosamente en un asunto de suma importancia como el de la independencia de Kosovo. Esto es sencillamente inadmisible e irresponsable”, dijo el ministro ruso. “Sinceramente, no consigo entender los principios que guían a nuestros colegas americanos, como tampoco logro entender a los europeos que han optado por esa misma línea de acción”, añadió.

Pues bien; resulta que, en su artículo del International Herald Tribune, Roger Cohen despacha tales consideraciones con cuatro palabras: “el oso ruso gruñirá”. “Rusia gritará” –asegura. Por lo visto, el problema es que Rusia “ha apostado por el caballo equivocado”. Así pues, parece que en la cuestión de Kosovo ni hay asuntos importantes en juego, ni hay principios que deban ser defendidos o rebatidos. Se trata sólo de gruñidos y apuestas: “Milosevic tiró los dados del nacionalismo genocida, y perdió”, concluye Cohen. Así de fácil.

Y el caso es que todo esto no es sólo una afirmación falsa; es una metáfora grotesca carente de significado. Lo que ocurrió fue que Milosevic intentó contener un movimiento secesionista armado, secreta pero efectivamente apoyado por la vecina Albania, por Estados Unidos y por Alemania, un movimiento que, al asesinar tanto a serbios como a albaneses leales al Gobierno, deliberadamente desencadenó la represión por parte de este último. Lo mismo que los estadounidenses en circunstancias similares, Milosevic confió demasiado en la superioridad militar y desatendió el terreno de la negociación política. Con todo, resulta interesante subrayar que hasta el propio Tribunal Criminal Internacional de la Haya , auspiciado por la OTAN , tuvo que retirar los cargos de “genocidio” que se imputaban a Milosevic por su actuación en Kosovo. Y esto fue así por la sencilla razón de que nunca hubo un ápice de evidencia para tales cargos.

Ahora Milosevic ya no está vivo, y Rusia queda lejos. ¿Qué pasa con los serbios que viven todavía en esa región histórica de Serbia llamada Kosovo? Cohen liquida esta cuestión con pocas palabras: “algunos de los 120.000 serbios de Kosovo deberán ir haciendo las maletas”. Ya lo dijo Huxley: “el propósito del propagandista es hacer que un grupo de gente olvide que otro grupo de gente está formado por seres humanos”. Es en este punto en el que se pueden empezar a decir cosas como que de lo que se trata es de que parte de los serbios de Kosovo “hagan las maletas y se larguen”.

El “caso único”

Rusia ha advertido que la independencia de Kosovo sentará un precedente peligroso, pues puede animar a otras minorías étnicas a seguir el ejemplo de los albaneses y exigir la secesión y la creación de un estado independiente. En cambio, Estados Unidos ha despachado tales temores aduciendo simplemente que el de Kosovo es un “caso único”. Aunque, bien mirado, ¡claro que Kosovo, como todos los casos, es un caso único! De hecho, es el único “caso único” reconocido por Estados Unidos, por lo menos –eso sí— hasta que el próximo “caso único” aparezca. Cuando los criterios legales se tiran por la borda, los “casos únicos” se suceden uno tras otro.

El carácter “único” reivindicado por Estados Unidos es una construcción de la propaganda. El caso de Kosovo echa sus raíces en la supuesta represión “única” de Milosevic contra el movimiento secesionista armado. Pues bien; tal represión en ningún caso fue “única”: el de la represión ha sido un procedimiento corriente y moliente, al que se ha recorrido a lo largo y ancho de la historia y del mundo en circunstancias similares. Se trata de un método deplorable –eso no ofrece duda—, pero en ningún caso “único”. De hecho, fue menos importante en términos de intensidad que otras operaciones anti-insurgencia mucho más sangrientas y duraderas, como las de Colombia, Sri Lanka y Chechenia, por no mencionar Irlanda del Norte, Tailandia y Filipinas. Y, a la inversa de lo que ocurre con las operaciones de contra-insurgencia que se llevan a cabo en Irak y Afganistán, operaciones que se saldan con la muerte de un número de civiles incomparablemente superior, la de Kosovo fue llevada a cabo por el gobierno legal, democráticamente elegido, no por un poder instaurado por fuerzas foráneas.

El carácter “único” que presenta la propaganda, pues, constituye una abstracción completamente alejada de la realidad. Huelga decir que, como cualquier lugar del planeta, Kosovo es ciertamente “único”. Pero lo es en un sentido y bajo un conjunto de circunstancias que nada tienen que ver con las razones aducidas por Estados Unidos para convertir el país en un puesto miliar del Imperio. En cualquier caso, para saber en qué sentido Kosovo puede ser un “caso único”, uno tiene que interesarse por Kosovo. Yo lo he hecho. Visité Kosovo antes de la guerra que inició la OTAN en 1999, cuando recorrí la región, por mi cuenta y con el mero objetivo de ir observando, en un Skoda familiar. Corría el mes de agosto de 1997. Conducir en Kosovo era entonces algo peligroso, en parte por el gran número de perros muertos abandonados en el camino, y en parte también por el hábito de los conductores locales de adelantar a los vehículos lentos en las curvas de las carreteras de montaña. Un día, en el norte de Kosovo, justo a las afueras de la ciudad de Zubin Potok, ocurrió lo inevitable: una colisión entre vehículos dejó tras de sí un alto número de víctimas y ocasionó el corte de la carretera, de sólo dos carriles, durante las largas horas que necesitaron los servicios médicos y la policía para restituir la normalidad en aquel tramo.

Privada de la posibilidad de proseguir hasta Pristina, decidí volver a Zubin Potok para matar el tiempo sentada en la sombra de la terraza de algún restaurante que pudiera encontrar. Y así lo hice. Al cabo de un rato, me encontraba sentada en un establecimiento del que era la única cliente. El solitario camarero, un joven alto y buen mozo llamado Milomir, aceptó amablemente mi invitación de sentarse en mi mesa y charlar mientras bebía vasos y más vasos de un delicioso zumo de fresa.

Milomir se alegró mucho de poder hablar con alguien a quien la ciudad francesa de Metz, que él había visitado como estudiante y recordaba con cariño, le resultara familiar. Le encantaba leer y viajar, pero en 1991 se casó y ahora tenía que trabajar para mantener a sus dos hijas. Milomir me contaba que, aun habiendo estudiado en la universidad, sus perspectivas laborales eran escasas y modestas, lo que lo obligaba a permanecer en Zubin Potok. Y Europa era coto vedado: aun si pudiera conseguir un visado, lo que resultaba prácticamente imposible siendo serbio, se encontraba con la barrera lingüística que supone no hablar otro idioma que el serbo-croata. Había estudiado algo de ruso como lengua extranjera –le encantaba la literatura— y albanés, pero con eso no bastaba. Decía que el albanés lo había aprendido para poder comunicarse con la población albanesa de Kosovo, que era mayoritaria. Pero tal comunicación era difícil. Milomir decía estar a favor de una sociedad bilingüe, y aseguraba que todo el mundo en Kosovo debería aprender serbio y albanés, lo que desagraciadamente no era el caso. En efecto, las generaciones más jóvenes de albaneses rechazaban estudiar serbio y, en su lugar, aprendían inglés.

La ciudad de Zubin Potok se encuentra cerca de una presa sobre el río Ibar construida a finales de los años setenta para generar energía hidráulica. El trayecto de Novi Pazar a Zubin Potok lo había recorrido a través de una carretera que bordea un lago artificial de 35 quilómetros de largo originado por la presa. Iba buscando en vano un lugar agradable para parar a descansar, y advertí que había restos de antiguas villas construidas en la ribera del Ibar antes de que la presa fuera levantada. Pregunté a Milomir sobre estas villas y me dijo que sí, que el lago artificial había anegado un conjunto de pueblos antiguos de población étnicamente mixta pero sobre todo serbia. Las autoridades comunistas albanas de Pristina habían decidido reubicar esta población –unas 10.000 personas— fuera de Kosovo, alrededor de la ciudad de Kraljevo. Este constituía un ejemplo menor de las medidas administrativas tomadas años atrás, antes de que Milosevic ocupara el poder, cuando los albaneses gobernaban la provincia a través de la Liga Comunista local.

Milomir no se estaba lamentando: simplemente contestaba mis preguntas. Me explicaba que iba muy de tarde en tarde –siempre en autobús, porque no tenía coche— a la ciudad más cercana, Mitrovica, pues tenía miedo de ser apaleado por grupos de albaneses. Por lo visto, realidades como ésta eran de lo más común en una época durante la que los medios occidentales nos contaban que los albaneses de Kosovo estaban siendo aterrorizados por la represión serbia.

Mientras charlábamos, llegó un amigo de Milomir y la conversación adquirió tintes más claramente políticos. Se acercaban elecciones presidenciales, y los dos jóvenes querían saber qué candidato era en mi opinión el mejor para Serbia a los ojos del mundo. Milomir se inclinaba por Vuk Draskovic, y su amigo por Vojislav Kostunica. A ninguno de los dos les pasó ni por un instante por la cabeza votar a Milosevic o a Seselj, el líder nacionalista del Partido Radical.

Zubin Potok hoy

No tengo ni idea de lo que ha sucedido con Milomir, su mujer, sus dos hijas y su amigo. Zubin Potok es el municipio más occidental del norte de Kosovo –una región marcadamente serbia—. Leo a través de Internet que la población de Zubin Potok (incluidas las localidades de los alrededores) prácticamente se ha duplicado desde que yo pasé por la zona. Ahora viven allí unos 14.900 habitantes, entre los que se incluyen los cerca de 3.000 serbios expulsados por la mayoría albana de otras aéreas de Kosovo, 220 refugiados serbios de Croacia y 800 albaneses. El gobierno local se encuentra en manos del Partido Democrático serbio de Vojislav Kostunica, pero también forman parte de él dos representantes albaneses.

Hasta la fecha, escuelas, hospitales y otros servicios públicos, al igual que el grueso de la actividad económica local, han funcionado principalmente gracias a los subsidios procedentes de Belgrado. Conviene advertir, pues, que la declaración de independencia de Kosovo puede desatar una verdadera crisis al cerrar el grifo del que manaban tales subsidios, unos subsidios vitales para la salud social y económica de la sociedad kosovar y que un Kosovo “independiente” no puede suministrar. Sorprende, pues, que se den fenómenos como la proliferación de bandas musicales de nacionalistas albaneses que están declarando que Zubin Potok “es albano” y que debe ser “liberado de los serbios” (1).

La Unión Europea , por su parte, está empezando a tomar medidas para garantizar ley y orden en la zona. Pero el “orden” que dice estar garantizando es el definido por los nacionalistas albaneses. ¿Y qué puede significar eso para gente como Milomir y su pequeña familia? La respuesta que Roger Cohen da a esta pregunta es bien fácil: “¡que hagan las maletas y se larguen!”

A todo eso, Serbia se ha convertido ya en el país europeo que acoge a un mayor número de refugiados, por lo general víctimas de la “limpieza étnica” practicada en Croacia y en Kosovo. Y los serbios no pueden obtener visados o gozar de la condición de refugiados en Europa occidental, pues han sido etiquetados como los “tipos malos”. Sólo sus enemigos gozan del derecho a ser “víctimas”.

Antes y Después

Antes de la guerra de la OTAN y de la ocupación, Kosovo era, pese a todo, una sociedad multiétnica. La acusación de estar practicando el apartheid de la que eran objeto los dirigentes serbios era, sencillamente, propaganda albana. Los líderes nacionalistas albaneses escogieron usar ese término de robustas connotaciones para describir su propio boicot a los serbios y a las instituciones serbias. Cualquier acción policial contra un albanés, fuera por la razón que fuera, desde la participación en grupos rebeldes armados hasta la comisión de un crimen común, era descrita por la Red Albana para los Derechos Humanos, que estaba financiada por el gobierno de Estados Unidos, como una “violación de los derechos humanos”.

En este contexto, no deja de resultar sorprendente que los gobiernos serbio y yugoslavo permitieran la constitución de un “gobierno de Kosovo” separatista y rayano en la ilegalidad, el gobierno liderado por Ibrahim Rugosa, y que se estableciera en el centro de Pristina, lo que le permitía ir recibiendo regularmente a periodistas extranjeros, refocilados con historias truculentas que mostraban el grado de opresión de los albaneses bajo la bota de los temibles serbios. Pero conviene no olvidar que las leyes eran las mismas para todos los ciudadanos, y que había un buen número de albaneses en el gobierno local, de modo que, si hubo casos de brutalidad policial –¿en qué país no se dan casos de brutalidad policial?-, los albaneses no se hallaban más desprotegidos que sus vecinos serbios.

Es más: de hecho fueron los serbios quienes desarrollaron cierto temor hacia los albaneses. En efecto, conviene aclarar que sólo fuera de Kosovo podía creerse con un mínimo de seriedad que eran los albaneses los que se hallaban bajo la amenaza de “limpieza étnica” e incluso de “genocidio”. Pues lo cierto es que quienes tenían miedo, quienes hablaban de mandar a sus hijos al extranjero –si tenían medios para hacerlo— o de permanecer en el país “pese a todo” ¡eran los serbios!.

Más adelante, en marzo de 1999, cuando la OTAN empezó a bombardear Kosovo, cientos de miles de albaneses huyeron temporalmente del teatro de la guerra, lo que fue presentado, precisamente, como la justificación del bombardeó que causó tal huída. De lo que en ningún momento se preocupó la prensa fue de relatar la huída a la que se vio empujada también, y por la misma razón, la población serbia.

Una vez, en 1987, observé en Kosovo –en Pristina y en Pec, concretamente— una forma peculiar de comportamiento de grupo que me recordó ciertas pautas de conducta que había visto en los patios de escuela del Maryland de mi niñez. En aquellos patios, se formaba a menudo una panda de chavales que, usando símbolos diversos, determinado lenguaje corporal y un mínimo de palabras, dejaban entender a un determinado grupo de “foráneos” que quedaban excluidos, que eran despreciados por ellos, los dueños del patio. Pues bien; en algunas ocasiones he visto a los albaneses actuar de esta manera con los serbios, especialmente con las mujeres mayores. Y esta variedad de “mobbing”, que no era violenta en 1987, pasó a serlo después de que la OTAN ocupara el territorio de Kosovo. De hecho, fue alentada por el sello oficial de aprobación que supuso el hecho de que la OTAN diera cobertura militar al odio albanés hacia los serbios. Este fue uno de les efectos de las bombas que cayeron en la primavera de 1999.

Por supuesto que habrá habido serbios que odiaran a los albaneses. Pero mi experiencia en la zona, por limitada y ocasional que fuera, me enseña algo sorprendente, a saber: la ausencia de odio hacia los albaneses por parte de los serbios con los que me encontré. Miedo sí; no odio. Y anécdotas como la siguiente le sumen a uno en una gran perplejidad. Una vez, la hermana Fortina, del Monasterio de Gracanica, hacía un análisis muy cristiano: “Nosotros ayudamos a los albaneses a cuidar de sus muchos hijos” –decía-, “y aun así, se volvieron contra nosotros. Debe ser la forma que tiene Dios de castigarnos por habernos alejado del cristianismo durante la época comunista” –concluyó—. La hermana Fortina culpaba más a sus compatriotas serbios que a los albaneses.

Pero el castigo divino no se ha cebado sólo en los cristianos. En el extremo sur de Kosovo vive el antiguo pueblo de los llamados “gorani” –“gente de la montaña”—. Los gorani, como la mayoría de los albaneses, se convirtieron al Islam durante el período de la ocupación otomana. Sin embargo, mantuvieron el serbio como lengua propia, lo que resulta inaceptable para los albaneses. Pues bien; pese a que los cálculos varían ligeramente según los estudios, no se pone ya en duda que al menos dos tercios de los gorani se han ido desde que Kosovo fue “liberado” por la OTAN. No es de extrañar que las cosas sean así, vista la dureza y variedad de las formas de intimidación de que han sido objeto los gorani. Por un lado, los albaneses se han trasladado a las casas temporalmente desocupadas de los gorani que se fueron a Austria y Alemania a ganar algo de dinero para su retiro. Por el otro, las autoridades albanesas, auspiciadas por la OTAN , han encontrado formas de privar a los niños gorani de escolarización en serbio. Por si fuera poco, en la ciudad gorani más importante, Dragash, la muchedumbre albanesa atacó el centro médico y forzó a los trabajadores a huir. Asimismo, el pasado 5 de enero, una fuerte explosión destrozó el banco que, en Dragash, era la última entidad bancaria serbia todavía operativa en el sur de Kosovo y que cumplía la importante función de transferir las pensiones que permiten a los gorani sobrevivir día a día. Huelga decir que dicho acto criminal quedó impune.

David Binder, quien fuera reportero del New York Times en Yugoslavia antes de quedar apartado de su trabajo por saber demasiado, informó el pasado noviembre acerca de la existencia de un exhaustivo trabajo de investigación encargado por las Fuerzas Armadas alemanas sobre la situación en Kosovo (2). La existencia de este informe constituye la prueba de que los gobiernos occidentales, aun proclamando a los cuatro vientos que Kosovo está “preparado para la independencia”, saben perfectamente que lo contrario es lo cierto. Entre otras cosas, Binder revela que los autores del estudio, Mathias Jopp y Sammi Sandawi, pasaron seis meses entrevistando a 70 expertos y estudiando material bibliográfico actual sobre Kosovo. Según su análisis, la inestabilidad política y la guerra de guerrillas de los años noventa condujeron a alteraciones básicas que denominan “giro en las estructuras sociales kosovo-albanesas”. El resultado de tal “giro” es la consolidación de “una sociedad en guerra civil en la que las personas inclinadas a la violencia, escasamente educadas y fácilmente influenciables, pueden ascender socialmente bajo el manto de una estructura militar rápidamente construida”. La kosovar “es una sociedad mafiosa”, basada en la “captura del Estado” por parte de elementos criminales, aseguran los autores.

Siempre según el citado estudio, el crimen organizado de Kosovo “lo constituye un conglomerado de organizaciones multimillonarias con experiencia en la guerrilla y en el espionaje”. En efecto, los autores del estudio citan un informe del servicio de inteligencia alemán sobre los “contactos cercanos entre líderes políticos con alto poder de decisión y la clase criminal dominante”, a la vez que señalan a Ramush Haradinaj, Hashim Thaci y Xhavit Haliti como líderes políticos involucrados en asuntos oscuros y que se encuentran “protegidos, internamente, por la inmunidad parlamentaria, y en el extranjero, por la ley internacional”. Sin ir más lejos, Jopp y Sandawi recuerdan que el responsable de la Misión de Naciones Unidas en Kosovo entre 2004 y 2006, S ø ren Jessen-Petersen, se refirió a Haradinaj como “un amigo personal y cercano”. Asimismo, el estudio critica duramente a los Estados Unidos por “ser cómplices de la huída de los criminales” de Kosovo y por “evitar que los investigadores europeos hagan su trabajo”. En la misma dirección, el informe pone de manifiesto la existencia de “centros secretos de detención de la CIA ” en el Campo Bondsteel y reprende al Pentágono por aprobar el entrenamiento militar de la policía kosovar –albanesa— por parte de Dyncorp (3). Finalmente, en una acotación al margen, el informe reproduce las palabras de un oficial no identificado que se refiere a Steve Schook, actual comandante en jefe de la Misión de Naciones Unidas en Kosovo, como un hombre, “cuya principal tarea consiste en emborracharse una vez a la semana con Ramush Haradinaj”.

Quién se va y quién se queda

Schook ha sido relegado de su puesto por la Misión de Naciones Unidas en Kosovo. Pero la Misión de Naciones Unidas en Kosovo ha ido cediendo espacio y capacidad de maniobra a la Misión de la Unión Europea , que utiliza dicho espacio de un modo harto arbitrario. Y la “misión” de la Unión Europea es una especie de gobierno colonial que, junto con la OTAN , se propone gobernar el ingobernable territorio albanés a su antojo. Sin embargo, movimientos armados de patriotas albaneses están planeando ya su próxima “guerra de liberación”, esta vez contra los intereses europeos y estadounidenses en la zona.

Así las cosas, ¿resultará acaso que tras los serbios, los gitanos y los gorani, tendrán que ser los europeos quienes “hagan las maletas y se larguen”? Lo cierto es que sólo los estadounidenses parecen tener clara la necesidad de permanecer en la zona. Afincados en su gigantesco “Campo Bondsteel”, controlan las rutas estratégicas entre Serbia y Grecia, a la vez que ofrecen a la masa de parados kosovares albaneses la oportunidad de acceder a los empleos mejor pagados posibles, especialmente en forma de trabajos peligrosos y de baja categoría que aquéllos desempeñan en el seno de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Irak y Afganistán.

Esta es la realidad de esta obscena apropiación de territorio kosovar por parte de los grandes poderes estratégicos europeos y mundiales. Se trata de una realidad cuyo conocimiento está disponible, bien al alcance de todos. Yo misma he escrito sobre ello; Binder ha escrito sobre ello; Szamuely ha escrito sobre ello; muchos alemanes han escrito sobre ello; los rusos, los griegos, los rumanos, los eslovacos y muchos otros pueblos tienen información sobre ello. Pero en el “Mundo Feliz” global es una realidad que no existe. La gente no sabe que existe. Así que termino cediendo la palabra de nuevo a Aldous Huxley: “Casi toda la ignorancia es ignorancia superable. No sabemos porque no queremos saber”.

NOTAS:

(1) El rap albano de tales grupos, que utilizan la Estatua de la Libertad como estandarte, puede encontrarse en YouTube.

(2) Una presentación de los pormenores del caso Binder puede encontrase en http://www.balkananalysis.com.

(3) Para un análisis del papel de las compañías privadas estadounidenses especializadas en la venta de material bélico y en el adiestramiento militar –entre ellas, Dyncorp-, véase Jeremy Scahill, “ Lo$ negocio$ de Blackwater” (publicado en SinPermiso el 23 de diciembre de 2007) [N. de los T.].

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=63700

27 de febrero de 2008

IZQUIERDA Y ALTERNATIVAS EN AMERICA LATINA, Mario Toer...

El legado del pensamiento de izquierda y la construcción de alternativas en la América Latina de nuestro tiempo

Congreso ALAS 2005

Mario Toer, Pablo Martínez Sameck, Juan Diez

En América Latina se han venido desarrollando fuerzas políticas que enfrentan al neoliberalismo dominante en los años noventa y ensayan experiencias que pretenden ir más allá del posibilismo, de la mera respuesta coyuntural a los problemas que se acumulan y son crónicos en la región, evidenciando un significativo respaldo popular.
Estas fuerzas poseen cada una un perfil propio y se han venido interpelando una a otra hasta alcanzar un mutuo reconocimiento. Son los casos de los gobiernos actuales en Venezuela, Brasil, Argentina y Uruguay. A pesar de la diversidad de sus orígenes, pretenden explorar caminos afines, y han establecido convocatorias similares con sectores significativos de la opinión pública y movimientos sociales que los respaldan. A su vez, algunos acontecimientos últimos, como los de Ecuador, Bolivia, Perú, México, de naturaleza diversa y por fuera de los gobiernos, muestran una tendencia a la generalización de posturas convergentes con las dominantes en la costa atlántica.
Este nuevo panorama regional es francamente diferente y claramente más promisorio del que primara en los años noventa, sustentado en el compromiso de encarar cambios profundos sobre las graves cuestiones que nuestros pueblos mantienen pendientes.
Pero, para el largo plazo, no bastan las buenas intenciones. Si se pretenden sentar bases sólidas, ninguna construcción puede quedar librada al pragmatismo, o a la intuición del día a día. Se requiere una conceptualización acorde con los tiempos que corren, condición que implica elaborar una revalorización crítica de las tradiciones ideológicas que han confluido e inciden en este espacio.
Las cuatro experiencias que destacamos se enfrentan a una diversidad de problemas y dilemas de difícil solución, pero en su seno persisten las expresiones que reiteran la voluntad de trascender la mera administración de los escasos recursos y sentar las bases para un cambio profundo. El más explícito, hoy por hoy, es el Comandante Chávez, quien ha llamado a concebir el “socialismo del siglo XXI”. El PT, históricamente se ha considerado la herramienta para construir el “socialismo petista”, aunque ahora se piense inmerso en una etapa que precede a tal objetivo. En el Frente Amplio, el predominio de una izquierda histórica obliga a Vázquez a aclarar que las tareas del socialismo también serán parte de una etapa posterior y no una tarea de su gobierno. La mayor ambigüedad del ideario peronista le evita a Kirchner tener que hacer este tipo de precisiones. Pero, para el común de los analistas, su estilo “setentista” está queriendo aludir a los anhelos de toda una época.
Se podría decir que las urgencias del diario gobernar no admiten tiempo para la reflexión o elaboración teórica; esto no es necesariamente así. No hay mejor prueba que las abundantes obras producidas por varios líderes de los principales procesos revolucionarios del siglo XX.
Sin duda, muchas de las organizaciones que confluyen en estos cuatro escenarios han originado trabajos significativos e interesantes en los tiempos de acumulación de fuerzas y, aún hoy, algunas reflexiones públicas de sus principales dirigentes tienen un carácter doctrinario. Pero no creemos que sea suficiente. A su vez, lo más notable, usualmente, es la ausencia de referencia a las experiencias pasadas. Interesa aquí comenzar a avanzar en una reflexión teórica sobre los cambios en la naturaleza del poder y de las políticas de alianzas que se tienen hoy respecto del ayer y cómo entender aquel pasado.
Por cierto que esto se inscribe dentro de una carencia, producto de una crisis mayor, la que acompañó a la implosión de la URSS y su campo de influencia. Pero, en cualquier caso, este renacer de las expectativas obliga, como dijimos, a dar pasos en la dirección de la coherencia conceptual. Se explicite o no, en América Latina los espectros de décadas de enfrentamientos rondan nuestras cabezas y condicionan nuestros actos. Comprender y otorgarle significación a todo este singular esfuerzo que nos antecede en pos de un mundo mejor, cualquiera haya sido la envergadura de las derrotas y el perfil de los errores, es una tarea impostergable. La perspectiva del tiempo nos lo hace posible, sin la necesidad de recurrir a la inflexibilidad que el ardor de los conflictos acarreara en su momento. Sí necesitamos entender las lógicas que llevaron a “callejones sin salida” e intentar evitar tropezar con la misma piedra, al tiempo que descubrimos los momentos de esplendor que conjugaron liderazgos ampliamente reconocidos por los postergados de nuestra tierra. Resulta necio querer encontrar verdades incólumes en los discursos del pasado. Nuestro ánimo tiene que sustentarse en el reconocimiento a la generosidad de aquellos esfuerzos. Pero, para ser coherentes con esos anhelos, no podemos ser superficiales ni ambiguos con los errores de aquel pasado. Respeto y gratitud para los que nos precedieron, aún cuando se encontraran en alineamientos divergentes. Rigor para el análisis de las propuestas que posibilitaron avances y retrocesos.
Nuestra humilde intención es repasar algunos de los hitos más salientes protagonizados por la izquierda latinoamericana para contribuir a esta tarea.
Quienes se han abocado al estudio de las revoluciones triunfantes coinciden en que éstas tienden a instalarse en términos de referencia mítica para sus contemporáneos y las generaciones venideras. Ocurrió así con la Revolución Francesa, reiteradamente invocada por los revolucionarios europeos y americanos. Otro tanto sucedió con las Revoluciones Rusa, China y Cubana; sabido es el influjo que éstas tuvieron en América Latina, particularmente la primera y la última.
El influjo de la Revolución Rusa fue decisivo para la conformación de la izquierda orgánica en nuestro continente. La presencia previa del socialismo fue poco más allá de ambas orillas del Río de la Plata y las cuencas mineras de Chile. En cambio, la presencia de partidos que se reconocían como parte de la Tercera Internacional habrá de gravitar en cada uno de nuestros países.

La Revolución Rusa, el carácter de la revolución y las alianzas


Los procesos revolucionarios suelen ser analizados de diferentes maneras. Las más reiteradas son las que se caracterizan por el encandilamiento a partir de la resonancia épica de los acontecimientos, que derivan en la tentación de emularlos sin más. Otra modalidad tiende a respaldarse en la perspectiva histórica para descalificar con suficiencia las limitaciones que el tiempo puso en evidencia. Aquí intentaremos sustraernos de ambos extremos.
No cabe duda que lo que más ponderaron los hombres que se alinearon en el ideario de la Revolución Rusa en nuestra región fue el hecho de que semejante acontecimiento se producía en la periferia del mundo capitalista, a pesar del atraso y de las dificultades que esto implicaba. Resultaba atrayente vislumbrar que un rumbo similar podía encararse en estas latitudes; algunos de los epígonos de la gesta facilitaban que se vieran principalmente la decisión y el coraje como rasgos decisivos para tamaño emprendimiento. Recordemos que el propio Lenin tuvo que escribir un elocuente texto, “La enfermedad infantil del izquierdismo en el comunismo”, para intentar llamar la atención a muchos de los más entusiastas que se empecinaban en quemar etapas, subestimando la lucha legal y una política de alianzas.
De los muchos aspectos que podrían aludirse en este abordaje nos centraremos en uno: el papel de la política de alianzas en el proceso de acumulación de fuerzas. En un sentido general, podemos afirmar que las revoluciones triunfantes en el siglo XX siempre fueron antecedidas por políticas de alianzas que constituyeron conglomerados de fuerzas, por momentos muy amplios, contra enemigos comunes de las grandes mayorías.
Los propios bolcheviques fueron por años una fracción del Partido Socialdemócrata de Rusia, instancia compartida con mencheviques y grupos menores. Precisamente, el tema de las alianzas atravesó a este conglomerado e incluso algunos criticaron a Lenin su fórmula de “dictadura democrática de obreros y campesinos”, en tanto supuesto de una etapa previa a la revolución socialista. La consideraban una fórmula ambigua o equívoca, de mera suma algebraica, aduciendo que en esos términos no quedaba explicitado que la dirección del proceso debía quedar en manos del proletariado, tal como planteaba el histórico núcleo conceptual de la revolución permanente de Trotsky. El carácter de esta polémica tiene varias facetas, y sólo habrá de quedar mucho más clara cuando Gramsci incorpore los conceptos de bloque histórico y hegemonía que permitieron trascender dilemas esquemáticos.
Por de pronto, digamos que lo que surge del propósito de Lenin con esta formulación estratégica es precisamente asegurar la construcción de un bloque lo suficientemente vigoroso como para posibilitar el enfrentamiento con la autocracia, para cuyo fin, como él mismo lo dice, los bolcheviques estaban dispuestos a aliarse con el mismo diablo. Si la intención era sumar a los campesinos, mal se hubiese podido utilizar una fórmula que explicitara el mensaje de “súmense, pero dirijo yo…”.
Está claro que el afán de Lenin, y esa fue siempre su principal característica, era fundamentalmente político: pensar y expresarse desde el qué hacer, aunque quizá no se pudiese desprender del todo de un lenguaje que tendía a referenciarse primordialmente en las clases en sí, rasgo que por otra parte involucraba a todos los que provenían del tronco de la IIº Internacional y abrevaran de los textos de Kautsky y Plejanov.
Otro tanto puede decirse de lo que se conoció como las “Tesis de Abril”, en las que argumentara a favor del nuevo curso socialista de la revolución, cuestión que implicaba una nueva estrategia destinada a recuperar la iniciativa y disputarle al Gobierno Provisional la conducción del proceso abierto con el derrocamiento del Zar, en febrero de 1917. El afán, más político que doctrinario de sus postulados, quedaba por demás claro cuando Lenin ofrecía hacer suyo todo el programa para el campo de los socialistas revolucionarios , reflejado al asimilar su consigna central de “paz, pan y tierra”. Por otra parte, vale la pena tener en cuenta que la consigna de “todo el poder a los Soviets” se despliega cuando en su conducción aún primaban los mencheviques y social revolucionarios.
Este es un problema clave para quienes quieren definir una estrategia. No basta invocar a las clases interesadas: se trata de generar una interlocución positiva con los nucleamientos políticos que inciden sobre las fuerzas sociales con las cuales todavía no se tiene influencia directa.
Este principio queda muy claro cuando Lenin, en el referido texto de “La enfermedad infantil …”, analiza la situación en Inglaterra, reclamándole a las cuatro pequeñas organizaciones de comunistas allí existentes que se unifiquen y procuren un acuerdo electoral con los laboristas. Incluso, si no fuera posible dicho acuerdo, los apoyen en la gran mayoría de los distritos, a excepción de aquellos en donde existiesen serias posibilidades para imponer a un candidato propio. La única condición, que no podía concederse, era la de conservar la autonomía para desplegar la propaganda propia. Para Lenin, se trataba del único camino atendible a seguir para que los trabajadores ingleses, por su propia experiencia, terminen por verificar las limitaciones de las posiciones laboristas predominantes. Son siempre las masas las protagonistas, quienes deben sacar sus propias conclusiones, que atenderán a quienes, sin soberbia, pretenden aportar una orientación.
Asimismo, para la comprensión del mayoritario consenso que obtienen los bolcheviques en octubre de 1917, es imprescindible sopesar adecuadamente un momento crucial de ese año. Se trata del intento, en agosto, del Mariscal Kornilov de derrocar al endeble Gobierno Provisional, cuyo único poder residía en el respaldo de mencheviques y social revolucionarios, mayoritarios momentáneamente en la conducción de los Soviets. Los bolcheviques se encontraban ilegalizados y debilitados tras las manifestaciones del mes de julio, entendidas como un conato de insurrección. La consigna de todos contra Kornilov, y el consiguiente ímpetu de los bolcheviques para parar la asonada, les devuelve no sólo la legalidad, sino que los coloca en el centro de la escena, que no abandonarán hasta constituirse en la primera fuerza en el Congreso de los Soviets.
Nos hemos detenido en estos señalamientos para poder observar, en perspectiva, el influjo de una visión simplificada de los hechos que nutriera la constitución de los primeros partidos comunistas en América Latina. Como en otros lugares, la pretensión de sumarse a la ola revolucionaria llevó a que el intento de constituir soviets y el horizonte insurreccional connotara, de manera casi excluyente, la esforzada práctica de toda una época.

El izquierdismo


Los PCs latinoamericanos alcanzan poca gravitación en los escenarios políticos latinoamericanos con anterioridad a 1935. Recién en 1928, con el VI Congreso de la Internacional, este partido sin fronteras reparó en lo que se llamara “el descubrimiento de América” (Caballero, 1987).
Estos primeros años estarán signados por una esforzada labor en la organización desde la base, particularmente sindicatos, con alguna incidencia en el campo de la innovación en las artes y la cultura, pero con escasa proyección en la escena política. En la mayor parte de los casos predomina el doctrinarismo de izquierda.
Sugestivamente, 1935 estará marcado en América Latina por un paradójico acontecer que parece balancearse entre dos épocas. El rápido crecimiento de la influencia del PC brasileño con una política de alianzas que en buena medida se nutre de la nueva perspectiva del VII Congreso, de una parte, y la fallida rebelión que protagoniza, respaldándose en el ascendiente en los cuarteles que contaba el nuevo jefe del partido, Luiz Carlos Prestes. Este acontecimiento denota el fuerte condicionamiento de la práctica de la izquierda a los rasgos más destacados de la mítica revolución de octubre.
Durante años, el debate de los comunistas y su periferia -incluyendo a la disidencia trotskista- estará centrado en el tema del carácter de la revolución y, consiguientemente, sobre la condición feudal o capitalista de las relaciones de producción predominantes en la región. Por cierto, quienes con mayor nitidez subrayaban las características “feudales”, concebían una etapa democrática a la manera de la revolución de ese carácter que promoviera Lenin antes de 1917, añadiéndole, con diverso énfasis, posibles confluencias con una burguesía nacional constreñida por el imperialismo. Por el contrario, quienes renegaban de cualquier etapa intermedia, remarcaban el carácter mercantil del período colonial y se hacían eco de la revolución permanente de Trotsky, según la cual el proletariado debía ser la clase que, desde el poder, se hiciera cargo de las tareas democráticas pendientes y diera rumbo a la revolución socialista.
En los hechos, las oscilaciones de las políticas seguidas por los PCs no tendían a originarse en este último tipo de referencia. En vano se intentará descubrir un presunto “permanentismo” en alguna jerga del PC de El Salvador, cuando se pone a la cabeza de una extendida insurrección campesina en 1932. Tampoco parece ser un núcleo conceptual que explique el insurreccionalismo del PC brasileño. Más aún, las corrientes que sostuvieron insistentemente las tesis trotskistas, prácticamente nunca protagonizan un proceso de acumulación de fuerzas que implique alguna presencia en la escena política de sus países.
En cualquier caso, lo que estuvo ausente es una elaboración de una matriz de actuación, como nos refiriéramos para el caso de Lenin, que permitiera constituir frentes políticos lo suficientemente amplios como para posibilitar una presencia significativa, sin resignar una perspectiva revolucionaria.

Los Frentes Populares


Hasta 1935, las experiencias adolecen de la limitación que acabamos de señalar. A partir de este año comienza un nuevo período que tiene como rasgo dominante la política frentista en todo el mundo, signada por el reconocimiento de que el ascenso del fascismo redefinía los conflictos a escala planetaria. Este período, con sus matices, habrá de durar hasta la instalación de la guerra fría en 1946.
Como lo destacara Eric Hobsbawm al referirse al período en cuestión: “…esta fase del pensamiento comunista ha sido la única en que se han tomado de alguna manera en consideración y de manera realista a escala internacional los problemas específicos de la marcha al socialismo” (Hobsbawm, 2000). La concluyente aseveración del historiador inglés, conocedor en el terreno de las tribulaciones del período, en tanto joven integrante del PC alemán en tiempos del ascenso nazi fascista, puede corroborarse ante el hecho generalizado que, con posterioridad al VII Congreso, los PCs salen de su ostracismo y se transforman en protagonistas importantes de la escena política en un buen número de países.
Por supuesto que, así como en el período anterior predominaba con diversos énfasis el oportunismo de izquierda, en esta nueva época habrán de primar variantes del oportunismo de derecha . Por cierto que no resulta difícil a posteriori encontrar errores de diferente calibre. El crecimiento y la gravitación política suelen ir acompañados del peligro al desdibujamiento de los perfiles propios y los proyectos estratégicos. También es palpable que se ha producido un cambio conceptual significativo. De todas maneras, nos parece que suponer que esta nueva política, por sí misma, implica una renuncia a la estrategia revolucionaria es, por lo menos, una exageración. Sobre todo, porque en ningún caso se produjo el abandono de un proceso promisorio que se sustentara en opciones contrapuestas.
Por cierto que, para el caso latinoamericano, uno de los temas que mayores cuestionamientos ha generado es la caracterización del quién es quién, en este período. En particular, en los casos de las variantes que genéricamente han sido llamadas populistas (México, Brasil, Argentina) . Aquí cabe evocar una reflexión autocrítica de quien fuera un importante dirigente del PC argentino, algún tiempo después de su alejamiento del partido:
“La izquierda debe diferenciarse en objetivos propios e integrarse en una realidad múltiple en la cual el populismo es una fuerza potencialmente transformadora” (Giudice, 1983).
No siempre se entendió así. Habremos de abordar este tema en trabajos posteriores.
Esquemáticamente podemos decir que, desde 1946 hasta 1959, la situación generalizada es la ilegalidad. La lucha, por lo tanto, se centra en la recuperación del estatus legal y la incidencia en los movimientos de masas, de manera precaria, desde la clandestinidad.
La Revolución Cubana instala un nuevo revulsivo en la región que, durante casi dos décadas, habrá de gravitar en la escena política latinoamericana. De la misma manera que en el caso ruso, la Revolución Cubana se constituirá en referente mítico con gran influencia entre los revolucionarios latinoamericanos.

La Revolución Cubana


Cuando se produce el desembarco de lo que iba a ser la columna guerrillera que comenzaría a acosar a Batista, a muy pocos se le podía ocurrir que esto constituiría el inicio de un capítulo trascendente en la historia de América Latina y momento fundamental de los debates ideológico-políticos en la izquierda en la región.
Ninguno de sus protagonistas, salvo algunos casos con pasajes ocasionales por las filas de los jóvenes comunistas, había transitado de manera destacada en las filas de organizaciones de izquierda; tampoco existían documentos precisos en los que los rebeldes anticiparan sus aspiraciones. Como su jefe, Fidel Castro Ruz, la mayoría eran jóvenes militantes del ala más radicalizada del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxos), que enfatizaba la lucha contra la corrupción que se había apoderado de los gobiernos auténticos. Cuando Batista recurre al golpe de Estado, para impedir el posible triunfo del Partido Ortodoxo en las elecciones de 1952, Fidel Castro, un joven abogado que había sido candidato a diputado por el partido gracias a la proyección nacional obtenida por su rol como dirigente estudiantil, inicia la preparación del grupo que habría de intentar el fallido asalto al cuartel Moncada. Su proyecto apuntaba generar una rebelión en el oriente de la isla para desde allí convocar a una huelga general y a una movilización nacional que produjera la caída del régimen. De fracasar en el intento, existía la idea de replegarse en las montañas y desplegar una resistencia similar a la que habían protagonizado los mambises en su hostigamiento a la dominación española en el siglo XIX.
En la mayoría de los casos, el debate latinoamericano posterior a estos acontecimientos apareció en torno a las formas de lucha –sus métodos, estrategias, organización- relegando un aspecto central del acontecimiento: el que tiene que ver con el proceso de acumulación de fuerzas. De manera acompasada, los revolucionarios cubanos fueron estableciendo nexos y articulaciones con el conjunto de la oposición a Batista. Como toda política de alianzas, supuso una diversidad de concesiones. En ese sentido, la composición del gobierno revolucionario tras el derrocamiento del dictador, en 1959, es el testimonio más concluyente del amplísimo espectro que el Movimiento 26 de Julio convocó en su lucha por el restablecimiento de la Constitución de 1940 y de las libertades y derechos democráticos conculcados .
Quienes constituyeron el núcleo central de la rebelión no tenían entre sus objetivos explícitos la implantación de una revolución socialista; se trataba, en todo caso, siguiendo con la antigua nomenclatura, del intento por establecer una revolución democrática. De allí también el tino de su conducción para desplegar nuevas etapas en el momento oportuno, producto más bien de una sensibilidad dirigente que de un plan preconcebido, condición que permitió la consolidación de un poder revolucionario capacitado para enfrentar los sucesivos embates de los EEUU y la elite local, que tienen su momento cumbre con la derrota de la invasión de Playa Girón y la proclamación del carácter socialista de la Revolución.
El relato de la Revolución que servirá de referencia a sus émulos latinoamericanos, tal como había ocurrido con la Revolución Rusa, se sustentará en una lectura con énfasis en sus aristas más contundentes, las cumbres de la confrontación, situación que llevará a que se pierdan de vista aquellas mediaciones, esos aspectos grises que signan los acuerdos, así como otras características particulares menos espectaculares que permiten comprender el fenómeno en su conjunto.
De este modo, la “historia” de la Revolución Cubana privilegió el papel desarrollado por un ejército generado desde un puñado de hombres en la sierra, sin una referencia exacta a la influencia manifiesta de las organizaciones políticas preexistentes que desplegaban la resistencia a la dictadura en todo el escenario social. Se pasaba por alto la proyección política del liderazgo de Castro y la ostensible imposibilidad del camino electoral, cuestión que unificaba a una muy amplia oposición a Batista, que veía en los hombres de la sierra la continuidad de una resistencia generalizada en toda la isla, alentada por la masiva distribución del Programa del Moncada, que unificaba estas aspiraciones sintetizadas por el Movimiento 26 de Julio.
Como bien lo sintetiza Marta Harnecker refiriéndose a las versiones que con mayor superficialidad se inspiraban en aquel relato:
“Sin tener en cuenta las condiciones concretas de cada país, la lucha armada llegó a ser considerada el único camino para llevar adelante la revolución. De medio se transformó en fin. La consecuencia revolucionaria se medía por la disposición a tomar un fusil y partir al monte o a la lucha clandestina en las ciudades […]
Muy pocos eran los que intentaban agotar primero todos los otros caminos para mostrar a los pueblos que no eran los revolucionarios los que elegían la violencia, como sabiamente lo hizo Fidel en Cuba, quien poco antes de lanzar la expedición del Granma volvió a plantear a Batista la posibilidad de evitar la guerra si se iba a elecciones verdaderamente libres, para dejar bien claro que la violencia no era elegida por ellos, sino impuesta por el enemigo” (Harnecker, 1999)
Este legado fue asumido prontamente por distintas variantes, desde diferentes perspectivas y recomponiendo múltiples tradiciones políticas. Tal fue el caso, por ejemplo, del PC de Venezuela que, junto a escisiones de AD, enfrentó al recientemente electo Rómulo Betancourt, sin que estuvieran dadas, ni por lejos, las condiciones de deslegitimación que reclamara el propio Che en sus escritos. En este mismo sentido hay que entender las derrotas de Hugo Blanco y Luis de la Puente en Perú, entre otros casos históricos.
En términos comparativos, las experiencias guerrilleras que alcanzaron una gravitación mayor fueron aquellas que se desarrollaron en países con antigua tradición de resistencia rural y que padecían regímenes despóticos de larga data, como en Centroamérica. Particularmente en Nicaragua, en 1979 -bajo la referencia mítica a Sandino-, tras un largo proceso de acumulación, pudo componerse un amplio frente político a la manera de lo que realmente había ocurrido en Cuba. Estas experiencias alcanzan el poder en muy particulares circunstancias. No hay que perder de vista que los EEUU se encontraban estupefactos tras la derrota en Vietnam y su presidente, James Carter, comprometido en evitar un permanente y –en esa coyuntura- impopular intervencionismo .
Otra variante que se inspirará, a su manera, en el legado cubano y que alcanza una significativa gravitación, es la guerrilla urbana de Montoneros , que surge y enfrenta al régimen militar de Onganía en la Argentina con la consigna de promover el retorno de Perón, de indudable legitimidad popular. Sus enfrentamientos con el propio Perón por el sentido que le había dado a la conducción del movimiento, después que éste retorna, precipitarán una espiral de violencia que culminará con uno de los más aplastantes operativos de aniquilamiento perpetrado por las FFAA en toda la región.
Como es sabido, las experiencias guerrilleras se sucedieron en la región durante los años sesenta y buena parte de los setenta, hasta que la oleada represiva cubrió la mayor parte del continente con regímenes militares que tuvieron como objetivo terminar con el desafío en cualquiera de sus formas. De todas maneras, en el ínterin, tiene lugar una experiencia que se desenmarca de este formato y que también alcanza un notable predicamento. Se trata del triunfo y posterior derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular.

La vía chilena


La derrota y muerte del Che en Bolivia había sido un duro revés para la estrategia foquista de base rural. Para entonces, Chile se encontraba gobernada por una variante que reunía prácticamente todos los requerimientos a que había aspirado la Alianza para el Progreso como suma de recursos para contrarrestar los “ímpetus revolucionarios” en la región: la Democracia Cristiana y su “revolución en libertad”. Con el respaldo de la derecha, que se retira de la contienda para impedir el triunfo de Salvador Allende, la DC impone a Eduardo Frei en 1964. El inconveniente, no menor, consistía en que ese gobierno se encontraba flanqueado por dos partidos marxistas que querían trascender los límites de las reformas encaradas por Frei y su gobierno. No sin dificultades, producto de la resistencia de sectores del PS a ampliar el frente , en 1970 se constituye la Unidad Popular que suma, a la alianza de socialistas y comunistas, al Partido Radical y a un desprendimiento de la DC: el MAPU. Las elecciones de ese año, que le permiten alcanzar la presidencia a Salvador Allende, tienen la particularidad de que se restablece la histórica pugna a tres bandas.

De lo mucho que puede decirse de los tres años de gobierno de la Unidad Popular hasta su derrocamiento en 1970, nos detendremos en un aspecto que es central en el desarrollo que venimos proponiendo. La conducción del frente nunca compartió un posicionamiento unificado con relación a una política de alianzas, condición que produce una situación paradojal. El ala izquierda, representada por el PS y refrendada desde afuera por el MIR, insistía en radicalizar el programa, particularmente en lo que hace a las nacionalizaciones en el campo y la ciudad. Por su parte, el PC y Salvador Allende se resistían a este rumbo sin contar con los recursos para redefinir el pleito. Debilitado el gobierno, tiende en respaldarse en sectores de las FFAA, particularmente en el Ejército, pero su liderazgo, el del Gral. Prats, sufre un creciente deterioro ante el embate golpista. El impasse en las FFAA y el consistente respaldo popular, que se expresa en el 44% de los votos en las elecciones legislativas de marzo de 1973, explican que el desenlace no ocurriera con anterioridad.

En todo este período, hay un antes y un después muy manifiesto: la recuperación del freísmo de la conducción de la DC. A partir de ese momento, se cierra todo espacio para posibles acuerdos, escasamente intentados por las diferencias expuestas, y la nueva conducción se inclina hacia las campañas de hostigamiento, crecientemente masivas, que impulsa la derecha del Partido Nacional, coordinando al “estado mayor” del golpismo.

Otras expresiones, como el MAPU, también se dividen, pero no tanto por un tema del carácter programático, sino porque un ala, conducida por Eduardo Aquevedo, pondrá en cuestión lo que considera como “falta de vigor” para sustentar en el movimiento de masas una política contrainsurgente que se anticipe al “golpe” por venir.

Desde la perspectiva histórica, no es fácil distribuir responsabilidades, pero hay una aseveración del sociólogo Tomás Moulián que es por demás elocuente:
“En ese campo de alternativas rápidamente decrecientes la Unidad Popular transfirió hacia el discurso la mágica capacidad de resolución de cuestiones que eran operativamente irrealizables, como si nombrar el deseo bastara para materializarlo. En la Unidad Popular se pueden encontrar todas las virtudes del idealismo, de la voluntad enfervorizada, pero poca capacidad de cálculo estratégico, escasa racionalidad instrumental. Su discurso revolucionario es una retórica, el anuncio verborreico de proyectos y planes que no pueden materializarse, una acumulación delirante de palabras en el vacío.”

Cuesta no reconocer en diferentes cenáculos de nuestros países la fácil reproducción de este discurso. Sostiene Moulián a continuación:
“La Unidad Popular sucumbió asfixiada por el acoso externo, las divisiones intestinas, los círculos viciosos sin solución. No tenía los medios para hacer la revolución que había anunciado. Como la posibilidad de lo prometido se alejaba, compensó la distancia creciente entre la realidad y los deseos con declaraciones de fidelidad a sus utopías. Con ello, hizo cada vez menos posible la negociación que necesitaba”. (Moulián, 1997)
Obviamente, la negociación debía ser con la DC, y hubo muchas ocasiones para hacerlo: una temprana, preelectoral, que quizá hubiese sido la más difícil; la de las vísperas a la asunción, que se limitó a una simple firma de “garantías”; la posterior a la asunción, que se hubiese mostrado como generosa y plausible; la posterior al asesinato provocador del ex ministro DC Pérez Zújovic; etc. En definitiva, quien procura construir alianzas también crea las condiciones más apropiadas para su materialización.

Enseñanzas de la historia


Las referencias que hemos recorrido nos ayudan a dejar sentadas algunas premisas para los tiempos que corren.
Hasta el momento, nunca ha tenido lugar una revolución que se proclame desde un inicio como socialista. Quienes quieran ver en la Revolución Rusa un caso de estas características, se equivocan, porque el traspaso del poder a los Soviets, en octubre, es un momento que en realidad se inicia con la revolución de febrero contra el Zar y que, como vimos, después se transforma en una pugna entre dos poderes que se gestan sin que ninguno de los actores con incidencia política reclamara un carácter socialista de la revolución.
Ningún proceso revolucionario en nuestro continente, triunfante o no, se desarrolló en nombre de una revolución socialista. Ni siquiera se ha producido, en su nombre, un proceso de acumulación de fuerzas mínimamente significativo. Todos los procesos revolucionarios que tuvieron lugar en nuestra región fueron variantes nacionales, democráticas, antiimperialistas, aunque después, como fuera el caso de Cuba, se haya reclamado socialista. Y, todas las experiencias derrotadas pasaron por una fase en donde el grueso de los sectores medios fuera ganado por los objetivos contrarrevolucionarios.

Si esto es así, ¿tiene sentido insistir en la necesidad de programas socialistas o frente de trabajadores como una entidad autosuficiente para acumular fuerzas en la escena política? En consonancia con lo antedicho, ¿tiene algún sentido proclamar por anticipado la disposición de recurrir a las “leyes de la guerra” para asaltar el poder? ¿Tiene sentido proclamar una nueva forma de poder que no ha sido diseñada en el transcurrir por el movimiento de masas? Evidentemente no. Sin embargo, las variantes del pensamiento político que sostienen estas tesis siguen teniendo alguna incidencia en sectores que se reclaman de izquierda.
No cabe duda que, para aspirar a gravitar en el escena política, hay que recuperar y recrear una política de alianzas, como concepción del poder, que permita reagrupar a las mayorías frente a lo que alguna vez se llamara el enemigo principal, representado, hoy en día, por quienes controlan los grandes flujos del capital financiero a nivel mundial y sus respectivos incondicionales a nivel local. Es una lógica del frente único que espontáneamente esas mismas mayorías tienden a diseñar. Las mayorías optan por ésta cuando recurren al voto útil. Le dan la espalda a las corrientes de izquierda, cuando aparecen como soberbias impugnando a todos los que no comparten sus principios, y mucho más cuando las alternativas de derecha llegan a ser una opción real. De allí que las iniciativas de la izquierda hacia el centro del espectro político sean la piedra de toque para la construcción de alternativas. Esto no tiene porqué confundirse con la dilución. Resulta fundamental conservar la identidad y el espacio de crítica radical a la lógica capitalista. Pero no hay motivo para contraponerlo a la búsqueda de acuerdos en todos los terrenos que aíslen a la derecha. La vocación unitaria resulta siempre valorada positivamente por los que quieren avanzar. Crítica radical y propuesta constructiva y unitaria, deberían constituir la fórmula distintiva.
Es oportuno tener en cuenta que el centro izquierda, como un todo apelmazado, tiende hacia el centro. Distinto es que se constituya un frente de la izquierda con el centro. Los peligros de corrimiento no desaparecen pero, al menos, existe una identidad independiente que puede pensar la realidad desde un lugar que pretende ir más allá de una “buena administración”. Además, obviamente, para que sea posible, es necesario que la izquierda exista.
No se trata de apabullar con discursos grandilocuentes que remarquen las limitaciones de las políticas reformistas. Las mayorías intuyen esas limitaciones, aunque se les aparecen como insuperables por las condiciones del mundo actual.
En el siglo globalizado que comienza, la ilusión de producir un cambio profundo en un país aislado no tiene sentido. Esa es una de las razones que explica buena parte del descrédito de la política y de los políticos a escala planetaria. De todas maneras, las escenas políticas siguen siendo locales y las claves sólo pueden develarse en el presente y a nivel local, donde estamos insertos. Es allí donde deberían desarrollarse experiencias que puedan generar la fuerza suficiente para constituirse en redes, e ir construyendo nuevas instituciones que generen garantías frente al poder omnímodo del capital financiero. No es poca cosa, pero a favor contamos con las crecientes evidencias que el capitalismo no genera “un mundo que merezca ser vivido”.

Las apreciaciones que pueden hacerse sobre los procesos en curso en América Latina no pueden ser sino muy generales. A partir de nuestro análisis, queda claro que la clave de cada uno de ellos se sustenta en el modo de construir una política de alianzas que les permita mantener la iniciativa. También es posible advertir que la lógica al interior de cada país se complementa y articula con la que se debe desplegar a nivel regional. Sin duda que, después del plebiscito, Chávez se ha consolidado en Venezuela; pero es indudable también que no puede desenmarcarse de lo que ocurra en Brasil y el resto de la región. Tendrá que esforzarse para evitar que la provocación cierre los canales de comunicación con los sectores de la oposición que puedan sustraerse al golpismo. La debilidad del PT a nivel institucional, en minoría en el legislativo en el país más parlamentario de la región y con el gobierno de sólo 3 estados sobre 24, resulta ser un condicionante decisivo a la hora de ponderar la redefinición de políticas que pretenden no otorgar flancos a posibles “golpes de mercado”. El riesgo de un chantaje permanente de las fuerzas más retrógradas del espectro político le obliga a cuidarse de algunos aliados y, al mismo tiempo, de no aislarse, como ocurriera en algunos municipios. En este sentido, el Frente Amplio del Uruguay es la fuerza que quizás se encuentre mejor situada, aunque al mismo tiempo, en términos de escala, es quien más depende de la suerte de sus vecinos. Tampoco se debe desestimar la memoria de la burocracia estatal, por más de un siglo en manos de Blancos y Colorados. La apuesta de Kirchner de “plebiscitar su gobierno” en las elecciones de renovación parlamentaria, en octubre de 2005, puede otorgarle recursos en cuanto al perfil propio que hoy carece y retomar la convocatoria transversal que en su momento esbozara.
La lógica de construcción de la hegemonía, de configuración de un nuevo bloque histórico, de contribuir al aislamiento del principal adversario, nos sitúa en la temática sobre cómo puede concebirse en nuestro tiempo el tema del poder. Somos concientes que quedan temas pendientes que trascienden el espacio del que aquí disponemos, pero esperamos estar contribuyendo a un debate en esa dirección que renueve el ámbito de las ciencias sociales y las rescate del mero terreno administrativista de gestión del equilibrio al que se pretendió circunscribirlas.


Bibliografía:


Caballero, Manuel (1987), La Internacional Comunista y la revolución latinoamericana, 1919-1943, Editorial Nueva Sociedad, Caracas.
Cole, G.D.H. (1964), Historia del pensamiento socialista, Fondo de Cultura Económica, México.
Garcia, Marco Aurélio (1990), "El PT y el fantasma de la Socialdemocracia", en Teoria & Debate Nº 12, San Pablo, noviembre. (Versión en castellano en Doxa N° 8)
Giudice, Ernesto (1983), “El surgimiento de una nueva realidad argentina, 1943-45”, en Todo es Historia Nº 193, Buenos Aires, junio.
Harnecker, Marta (1999), La izquierda en los umbrales del siglo XXI, Siglo XX Editores, México.
Hobsbawm, Eric (2000), Revolucionarios, Crítica, Barcelona.
Lenin, Vladimir (1965), Obras escogidas, Tomo VI “Los últimos años 1920-1923”, Editorial Cartago, Buenos Aires.
Moulián, Tomás (1997), Chile Actual. Anatomía de un mito, Arcis - LOM, Santiago de Chile.
Toer, Mario, Pablo Martínez Sameck y Juan Diez (2004), “Las miradas desde afuera a la izquierda latinoamericana. Un desafío”, ponencia presentada en el Segundo Congreso Nacional de Sociología, Buenos Aires.

EL MAPU, EL MERCURIO Y LA UP: MARZO DE 1973

No olvido 01,00"LA UNION ES FUERZA Y LA FUERZA ES LIBERTAD"

"LO UNICO QUE SE NECESITA PARA QUE EL MAL TRIUNFE ES QUE LOS HOMBRES BUENOS NO HAGAN NADA"

www.todoporunpaisllamadochile.com/1973-03%20-%20Marzo%20de%201973.doc

Del Che Guevara:

"Hay que llevar la guerra hasta la casa del enemigo, a sus lugares de diversión, hay que hacerla total."

"Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de sus cuarteles y aun dentro de los mismos, atacarlo donde quiera que se encuentre, hacerlo sentir una fiera acorralada por cada lugar que transite".

"…el odio como factor de lucha, el odio intransigente al enemigo, que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano, y lo convierte en una efectiva, violenta, selectiva y fría máquina de matar".

"El camino de Vietnam es el camino que deben seguir los pueblos, es el camino que seguirá América... por encima de todo, debemos mantener vivo nuestro odio y realzarlo hasta el paroxismo.

1 de marzo de 1973.‑ Orlando Millas, Ministro de Economía, había declarado (febrero 27): "Los vaticinios de los dirigentes de la SOFOFA para 1973 (emitidos el 22 de febrero), no revisten seriedad alguna y forman partes exposiciones puramente cualitativas, idénticas a todas las que hace la oposición reaccionaria en vísperas de las elecciones.

Los directivos de la Sociedad de Fomento Fabril contestaron a Millas:

"No tenemos ni tiempo ni ganas de entrar a polemizar con el Ministro, pero no resistimos la tentación de transcribir algunos párrafos del impactante informe del MAPU, publicado hoy (por "El Mercurio"), ya que creemos que, incluso el señor Millas, tendría reparos en englobarlo entre las "exposiciones puramente cualitativas de la oposición reaccionaria".

A continuación, la SOFOFA desgrana lo mejor del documento de uso interno del MAPU, cuyo veredicto supera, con creces, la hecatombe pronosticada por la oposición:

"El Gobierno es incapaz, desde fines de 1971, de controlar los efectos de la reestructuración económica…"

"Fracaso de la política económica Millas - Matus, con su secuela de inflación desmesurada, mercado negro, colas y desabastecimiento… "

"La acción de la UP ha desquiciado la economía capitalista, sin ser capaz de montar tampoco una economía distinta…"

"La existencia de divisas habría llegado, a cero el 3 de enero, si no hubiera por el viaje al extranjero (URSS, concretamente), de Allende…

"Todas citas son textualmente tomadas del informe del Movimiento de Acción Popular Unitaria, agrupación gobiernista.

1 de marzo de 1973.‑ El Presidente de la Corte Suprema, Enrique Urrutia Manzano, en su discurso de apertura del año judicial 1973, se refirió a los decretos de insistencia, usados con tanto frecuencia por el Gobierno de Allende, a manera de "resquicios legales".

Dijo el magistrado:

"Con motivo de los diversos problemas que han traído los movimientos sociales en los últimos años, y a propósito de los casos que a esta Corte le ha correspondido rever, tanto por la vía de la queja como por otras recursos, se ha podido comprobar una suerte de ineficacia de la revisión que le corresponde a la Contraloría sobre la legalidad de los decretos que dicta el Ejecutivo, pues la representación que aquélla le puede hacer se salva por un simple decreto de insistencia dictado por el mismo Ejecutivo, si bien con la firma de todos los miembros del Gabinete, los que, por lo general, tienen un carácter político, y el decreto ilegal surge a su aplicación".

1 de marzo de 1973.‑ El Consejo Nacional de Televisión, por 8 votos contra 4, se declaró competente para resolver el problema planteado por el Canal 13 de la Universidad Católica, y reconoció que es legal la extensión d transmisiones a provincias, desvirtuando así los continuos ataques que dicha emisora ha recibido, por porte del Gobierno, en sus esfuerzos por salir aire a través del Canal 5 de Talcahuano.

1 de marzo de 1973.‑ El Consejo Nacional de Televisión, por 8 votos contra 4, se declaró competente para resolver el problema planteado por el Canal 13 de la Universidad Católica, y reconoció que es legal la extensión de transmisiones a provincias, desvirtuando así los continuos ataques que dicha emisora ha recibido, por porte del Gobierno, en sus esfuerzos por salir aire a través del Canal 5 de Talcahuano.

1 de marzo de 1973.‑ "El Mercurio" de Santiago reprodujo un extenso y documentado artículo de Fernando Durán, director de "El Mercurio" de Valparaíso, titulado "¿Puerto Pesquero soviético en Arauco?".

Durán aborda la inconveniencia de instalar un complejo pesquero en Colcura, equipado con capitales rusos y supervisado por técnicos URSS, tal como anunciara el Presidente Allende, porque este proyecto sería "encomendado a una potencia extranjera en uno de los lugares más estratégicos y descuidados por la política chilena".

Luego el articulista recuerda que Colcura está próximo a lugares de mucha importancia estratégica, militar e industrial: Quiriquina, Talcahuano, Huachipato, Lota, Coronel, etc. Por estas y otras razones, Fernando Durán colige que "instalar planta industrial y pesquera en Colcura y en Arauco es lo mismo que una instalación del Gobierno soviético en dicha región".

1 de marzo de 1973.‑ El candidato a senador por el Partido Izquierda Radical (PIR) Eugenio Velasco enjuició los continuos viajes realizados recientemente por el Presidente de la República a todo lo largo de Chile, diciendo: "la gira y proclamaciones que está realizando Salvador Allende rompen todo lo que había sido tradicional, y que en Chile se entendía que NO eran funciones del Presidente de la República. La ciudadanía de Linares y Talca, así como la de Cautín y otras tantas provincias, ha visto al Mandatario cumpliendo una campaña electoral que realiza sin ningún pudor. NO hay en él ni siquiera una actitud disimulada. En todo caso, esto no puede extrañar, porque él dice que no es el Presidente de todos los chilenos, y, entonces, anda proclamando a los candidatos del sector de chileno que representa como Jefe del Estado".

2 de marzo 1973.- Dos días antes de las elecciones parlamenta­rias, miembros de Patria y Libertad agredieron a la candidata a diputado del MAPU por Rancagua, Gladys Goede, cuando viajaba a la ciudad de San Vicente.

Iba acompañada del jefe de DIRINCO, Jorge Peach, con el propósito de requisar un acaparamiento que habían detec­tado los pobladores de esa localidad.

Los agre­sores que fueron detenidos por la policía, por­taban propaganda de los candidatos del Parti­do Nacional por esa provincia, Patricio Mekis y Alberto Echeverría.

2 de marzo 1973.- En Ovalle, elementos de oposición atacaron a la senadora comunista y candidata a la reelec­ción, Julieta Campusano, mientras ésta se en­contraba hablando en una concentración final en esa ciudad.

Desconocidos lanzaron desde una ventana, ubicada frente al escenario de la concentración, un proyectil que no alcanzó a la senadora comunista.

Los atacantes no pudie­ron ser detenidos.

2 de marzo 1973.- Bandas de activistas demócratacristianos pro­tagonizaron un violento asalto al domicilio de un funcionario de CORFO por el hecho de ex­hibir en sus ventanas retratos de los candida­tos del Partido Socialista.

Edmundo Osorio Díaz, funcionario del Departamento de Relacio­nes Públicas del Comité Forestal de CORFO, se hallaba con su familia cuando de repente su puerta fue violentada por patadas y golpes de palo.

La víctima logró colocar cerraduras a su puerta mientras afuera las bandas lanzaban in­sultos contra su familia, el Gobierno y los can­didatos socialistas Carlos Altamirano y Carmen Lazo, que eran los que se encontraban retrata­dos en las ventanas del segundo piso de la ca­sa.

Carabineros no se hizo presente pese a los avisos y los protagonistas del hecho huyeron.

2 de marzo 1973.- Elementos de derecha balearon al joven militan­te socialista, integrante de la juventud de esa co­lectividad, Pedro Balladares, quien se encuentra gravemente herido en el Hospital Regional de Talca.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 03:00 de la mañana cuando algunos jóvenes so­cialistas estaban colocando propaganda de los candidatos Eric Schriake y Dalia Lobos, en un muro de propiedad fiscal frente a la plaza de Ar­mas de Parral.

En esos momentos llegó un grupo de militantes de los partidos Demócrata Cristiano y Nacional, quienes los atacaron encajonándolos junto a la sede del Partido Nacional.

De inmedia­to, desde ese lugar francotiradores que al pare­cer son del movimiento Patria y Libertad, hicieron descargas de bala contra los jóvenes socialistas.

Pedro Balladares fue alcanzado por uno de los proyectiles mientras trataba de huir del lugar. Ca­rabineros tampoco pudo detener a los protago­nistas.

2 de marzo de 1973.‑ En conferencia de prensa para corresponsales extranjeros, el Presidente Allende abordó el ya controvertido informe "de estricta circulación interna" producido por el MAPU y publicado por "El Mercurio" (febrero 28).

Dijo el Primer Mandatario: "No me interesa lo que piensan determinados grupos dentro de sus propios partidos. Yo tengo una obligación: saber el pensamiento oficial de los partidos… Si alguno plantea concepciones tácticas o estratégicas que no están dentro del programa de la Unidad Popular, se encontrará implacablemente con mi actitud y decisión de mantenerme dentro del programa de dentro de la táctica y de la estrategia que se fijó la UP".

2 de marzo de 1973.‑ El Ministro de Hacienda, Fernando Flores, dijo:

"Como miembro del Comité Central de mi partido, el MAPU, tengo discrepancias fundamentales en varios de los puntos allí (en el documento "de circulación interna") planteados".

2 de marzo de 1973.‑ Cinco miembros del MAPU ofrecieron una conferencia para analizar el documento secreto de esa agrupación política que "El Mercurio" publicara.

Los mapucistas reconocieron la autenticidad del informe, por boca del militante Eduardo Aquevedo quien, luego de recomendar "buena fe" en la lectura del documento, dijo:

"No nos interesa ocultar el problema que el país vive ni tampoco la existencia de desabas­tecimiento, inflación, carestía…

Nadie, dentro de la UP, puede ocultar las discrepancias entre nuestros partidos…

"El Mercurio" pretende agredirnos porque ha sido el MAPU el que se ha levantado con mayor fuerza; el que ha precisado que su principal objetivo es el poder; las banderas del control popular sobre la distribución, sobre la producción, sobre la creación de los comandos comunales; la creación y actividad de los cordones industriales; la creación de las JAP".

2 de marzo de 1973.‑ La Superintendencia de Servicios Eléctricos, de Gas y Telecomunicaciones (SEGTEL), declaró, refiriéndose al dictamen del Consejo Nacional de Televisión, que reconoció ser legal la extensión del Canal TV a Talcahuano (marzo 1):

"El proceder de los personeros de la corporación constituye un desafío a la legalidad vigente y a la autoridad. Por esto, la Superintendencia, en cumplimiento de instrucciones impartidas él Gobierno, ha deducido la correspondiente querella ante la Justicia Ordinaria, para que se sancione a todos los que resultaren responsables la comisión del delito de instalación clandestina de una estación de radiocomunicaciones".

Por su parte, el Ministro del Interior, general Carlos Prats González, afirmó:

"El Gobierno mantiene su criterio en el sentido de que el Consejo Nacional de Televisión no es un organismo jurisdiccional y, por lo tanto, no tiene competencia arbitral".

2 de marzo de 1973.‑ En conferencia de prensa para corresponsales extranjeros, el Presidente Allende abordó el ya controvertido informe "de estricta circulación interna" producido por el MAPU y publicado por "El Mercurio" (febrero 28).

Dijo el Primer Mandatario: "No me interesa lo que piensan determinados grupos dentro de sus propios partidos. Yo tengo una obligación: saber el pensamiento oficial de los partidos… Si alguno plantea concepciones tácticas o estratégicas que no están dentro del programa de la Unidad Popular, se encontrará implacablemente con mi actitud y decisión de mantenerme dentro del programa de dentro de la táctica y de la estrategia que se fijó la UP".

2 de marzo de 1973.‑ El Ministro de Hacienda, Fernando Flores, dijo:

"Como miembro del Comité Central de mi partido, el MAPU, tengo discrepancias fundamentales en varios de los puntos allí (en el documento "de circulación interna") planteados".

2 de marzo de 1973.‑ Cinco miembros del MAPU ofrecieron una conferencia para analizar el documento secreto de esa agrupación política que "El Mercurio" publicara.

Los mapucistas reconocieron la autenticidad del informe, por boca del militante Eduardo Aquevedo quien, luego de recomendar "buena fe" en la lectura del documento, dijo:

"No nos interesa ocultar el problema que el país vive ni tampoco la existencia de desabas­tecimiento, inflación, carestía…

Nadie, dentro de la UP, puede ocultar las discrepancias entre nuestros partidos…

"El Mercurio" pretende agredirnos porque ha sido el MAPU el que se ha levantado con mayor fuerza; el que ha precisado que su principal objetivo es el poder; las banderas del control popular sobre la distribución, sobre la producción, sobre la creación de los comandos comunales; la creación y actividad de los cordones industriales; la creación de las JAP".

4 de marzo de 1973.‑ Las elecciones parlamentarias constituyeron un triunfo democrático, aunque la CODE abrigó, desde el primer momento, sospechas de fraude electoral por parte de la UP, debido a la demora con que los cómputos fueron entregados por el Ministerio del Interior, especialmente a nivel de Subsecretaría (a cargo del comunista Daniel Vergara).

La votación femenina, tradicionalmente favorable a los sectores democráticos y los sufragios emitidos en el Gran Santiago, que también se inclinaban mayoritariamente contra la UP, parecían intencionalmente retenidos.

4 de marzo de 1973.‑ La Primera Dama de la Nación, Hortensia Bussi de Allende, votó en la comuna de Providencia, entre un concierto de rechiflas femeninas. Sin perder su buen humor, declaró: "En Chile todavía existe democracia, ya que tuve aplausos y pifias.

Su esposo, el Presidente de Allende, luego de sufragar en distinto lugar (Los Condes) y a otra hora, declaró exactamente lo mismo.

5 de marzo de 1973.‑ "El Partido Nacional formula el más indignado reclamo por el vergonzoso procedimiento, impuesto por la Subsecretaría del Interior, para los cómputos electorales…

"La no inclusión de los resultados de Santiago distorsiona los porcentajes de carácter nacional que se han consignado en los informes oficiales dados a conocer por el Ministerio del Interior" (Juan Achurra, PDC)…

"El Poder Femenino pregunta al Ministro del Interior, ante la faz de Chile, por qué tolera que se estén ocultando los cómputos de la votación femenina".

Estas y otras reacciones evidenciaron el malestar de la mayoría democrática, a raíz de las elecciones parlamentarías 1973.

5 de marzo 1973.- Miembros del Comando Rolando Matus y de Pa­tria y Libertad levantaron barricadas en Provi­dencia, logrando pasar la Plaza Italia y llegar hasta la entrada de la central de cómputos, ubi­cada en el edificio Gabriel Mistral, hacia donde lanzaron balines de acero con hondas metáli­cas.

Por otra parte, un grupo de unas 40 perso­nas que se disolvían ante la presencia de Ca­rabineros, recorrieron las calles céntricas de la capital con la intención de provocar disturbios.

Estos individuos, gritaban los slogans de las Ju­ventudes Comunista y Socialista; sin embargo, dirigentes de ambos grupos políticos desmin­tieron que sus militantes hubieran participado en esas acciones.

6 de marzo de 1973.‑ El Ministro del Interior, general Carlos Prats, dijo. "Ha habido cargos directos en contra del Subsecretario y del Intendente de San­tiago. Debo aclarar que tengo confianza que, al margen de su posición partidista, ambos actuaron con eficiencia profesional e idoneidad funcio­naria. Ambos me han colaborado en los cuatro meses que llevo en este Ministerio con la mayor lealtad y abnegación, sin que jamás tuviera motivo para considerar que no tenían la confianza mía".

3 de marzo 1973.- 15 sujetos en un camión de la Corporación de la Vivienda (CORVI) y otros vehículos, asalta­ron el polvorín de la Compañía Schipiger, a tres kilómetros de Lo Zárate (San Antonio). lleván­dose numerosos explosivos con dinamita y deto­nantes que posteriormente serían utilizados en atentados.

El hecho tuvo lugar en la madrugada del 3 de marzo y estuvo a cargo de, más o menos, 15 sujetos que, en un camión tolva de la Corporación de la Vivienda (CORVI) y otros vehículos, se llevaron detonantes, dínamita y trotil en cantidad "suficiente como para volar medio Santiago", según Investigaciones.

Por este asalto y robo, el 7 de marzo fueron detenidos Héctor Silva Guerrero, O'Higgins Palma Ruz (es jefe de planificación de la CORVI y militante del PS) y Patricio Rodríguez Zúñiga del Partido Socialista, Pedro Matte Prado y Leonardo Matte Prado.

19730228 - Escisión del MAPU Jaime Gazmuri 19730228 - Escisión del MAPU Oscar Garretón

7 de marzo de 1973.‑ Por divergencias ideológicas internas se dividió en dos facciones el Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU).

El primer grupo se autodefine marxista‑leninista y revolucionario, y está encabeza­do por el ex Subsecretario de Economía ‑ diputado recién electo – Oscar Garretón, a quien acompaña Eduardo Aquevedo.

Consideraba al gobierno de Allende como "reformista" y calificaba a los socialistas de "centristas". Aquevedo proponía que el MAPU se transformara en el núcleo central de los sectores revolucionarios que estaban adentro y fuera de la UP, para dar forma a un "partido revolucionario del proletariado", capaz de imponer su liderazgo.

Garretón (hoy también socialista, presidente de las empresas Iansa, ex presidente de Telefónica y del Metro, miembro del comité editorial del diario La Tercera, etc.,) encabezó el sector que fue conocido por su apellido, Mapu-Garretón, en realidad

La otra porción (Mapu Obrero-Campesino -de Gazmuri, Correa, etc), tiene por líderes al Ministro de Haciendo, Fernando Flores y a Jaime Gazmuri. (Fue acusa­da por Garretón‑Aquevedo de haber preparado ‑ y luego entregado a "El Mercurio"‑ un documento confidencial que este diario publicó el 28 de febrero).

La fracción Flores‑Gazmuri dio – literalmente ‑ un gol­pe de estado dentro del MAPU, apoderándose de tres locales y de la Ra­dio Sargento Candelaria, propiedad del movimiento, y expulsando a 15 dirigentes de la Comisión Política y del Comité Central.

Ambos MAPU ofrecieron conferencias de prensa en distintos lugares de la capital.

En una reunión, Aquevedo dijo del Ministro Flores.. "Es un militante que se ha caracterizado por ser extraordinariamente ambicioso e individualista. Se ha resistido de manera sistemática al acatamiento de la disciplina interna".

En la otra rueda de prensa, Jaime Gazmuri denigró a la ultraizquíerda, "impregnada de posiciones pequeño‑burguesas " que – lamentó ‑ "en mi Partido ha encontrado terreno propicio, utilizando al mismo tiempo el disfraz, el fraude, la alianza espuria y las vacilaciones de la dirección proletaria".

7 de marzo de 1973.‑ El Ministerio de Agricultura comunicó que en el Estan­co (del trigo) se asegura que entre los campesinos existe gran interés por vender su producción al Estado.

"¿Por qué cree usted, señor Ministro, que la gran ma­yoría de los campesinos rechaza el estanco del trigo? ¿Porque los pre­cios fijados son justos o porque, en realidad, son de tal injusticia, que "sólo llevarán a la quiebra económica a los asentamientos?", preguntaron al titular de Agricultura, Rolando Calderón, 1os trabajadores agrícolas de la provincia de Valdivia, asalariados, pequeños propietarios que trabajan directamente sus tierras, asentados y, en general, la gran mayoría de los campesinos integrados al sector reformado".

8 de marzo de 1973.‑ En un 120 por ciento fue reajustado el precio del dólar turista, porque, según el Banco Central, su "precio no se había nivelado a las nuevas relaciones de precio de otros bienes y al reajuste compensatorio del alza del costo de la vida" por lo cual "se había observado que existía una demanda creciente sobre el dólar turista, que estaba produciendo fuertes egresos que no se justifican en países como el nuestro...".

8 de marzo de 1973.‑ "Yo soy el verdadero secretario general del MAPU declaró Oscar Garretón, líder de una de las fracciones en que se dividió este movimiento que integra la Unidad Popular (marzo 7).

Luego añadió "Flores (Fernando) no es Ministro (de Estado) del MAPU".

Por su parte, una de las cabezas de la otra porción mapucista, Jaime Gazmuri, puntualizó: "Somos las nuevas autoridades legalmente constituidas," explicando que había concurrido ante la Dirección del Registro Electoral para inscribir a la recién formada directiv del MAPU, cuyo secretario general es él.

8 de marzo de 1973.‑ La Corporación Chilena de la Madera, basada en cifras que proporciona el Banco Central, declaró que, durante 1972, las exportaciones de productos forestales (madera aserrada, papel de periódico, celulosa y cartulina para tarjetas de computación) bajaron en US $ 9.000.000 con relación a 1971.

Esto significa un 30 por ciento menos de ingresos de divisas para el país.,

9 de marzo 1973.- Las Fuerzas Armadas de la provincia de Valpa­raíso recibieron orden de acuartelamiento a raíz de que grupos del MIR y del FTR, organizados paramilitarmente, se tomaron zonas y caminos adyacentes al Regimiento Coraceros y otros regimientos..

11 de marzo 1973.- Lanzan bomba incendiaria contra el inmue­ble de la suegra del vicepresidente de la De­mocracia Cristiana, Osvaldo Olguín.

11 de marzo 1973.- Dos transeúntes, Irma Araya y María Vera, resultaros heridas debido a la detonación de un artefacto explosivo colocado dentro de un tarro basurero situado frente a la sede del Partido Demócrata Cristiano, en la calle Pedro Montt de Valpa­raíso,

11 de marzo de 1973.‑ "El Mercurio" publicó un memorándum que analiza las "causas del retroceso y de la futura crisis de la agricultura chilena" preparado por Tomás Cox, funcionario de la Oficina de Planificad Agrícola (ODEPA), organismo técnico dependiente del Ministerio Agricultura.

El autor del informe lo envió, con carácter de absoluta privacidad, al Ministro de Agricultura, Rolando Calderón; al Subsecretario Agricultura (mapucista), Mario Montanari; al director y subdirector ODEPA, Samuel Goldzweig y Jorge Echenique, respectivamente, y a cinco jefes de división de esa oficina.

Cox, no obstante preguntarse como pudo llegar éste documento a manos de "El Mercurio", reconoció su autenticidad y la rigurosidad científica del mismo.

Dice Cox. "Lo existencia del retroceso de nuestra agricultura ya no le merece dudas a nadie, y pensamos que, de continuar la actual orientación de la transformación agrícola, una gravísima crisis general en el agro no demorará en llegar, afectando muy gravemente a toda la economía del país".

Tomás Cox recuerda a los directivos de ODEPA las conclusiones que les fueron entregadas en noviembre de 1972 por expertos de FAO, PNUD, ICIRA, CORA e INDAP, entre las cuales descuellan:

"La Reforma Agraria parece haberse hecho con el único fin de terminar con el latifundio, perdiéndose de vista fines más amplios e importantes", y "habrá que implantar racionamiento general de alimentos".

Luego el experto agrícola de ODEPA, opina que actual Gobierno ha cometido "enormes, profundos, crasos errores". A su juicio, el más grave consiste en forzar al campesinado chileno a entrar en un esquema marxista, "que está muy lejos de lo que los campesinos tienen en su mente". Cox recuerda a los ejecutivos de la Unidad Popular que los trabajadores agrícolas "lucharon por ser dueños de la tierra; que aceptan cualquier forma de propiedad, porque han entendido las limitaciones que presenta la forma que más conocen y desean, cual es la propiedad individual, pero en libertad e independencia. Pero, contra sus aspiraciones, los está conduciendo hacia un nuevo sistema en el cual, bajo la depen­dencia de funcionarios del Estado, ellos pasan a ser obreros del Estado".

Cox, vicepresidente de INDAP durante el Gobierno de Frei, concluye su memorándum con un sombrío pronóstico: "La situación de la agricultura es de tal gravedad que resulta imperativo decirlo descarnadamente: vemos que el deterioro es tan serio, de tales proporciones, que ya es una realidad que la política agraria no sólo está dañando y desarticulando a la agricultura, sino que se está destrozando a la economía nacional".

12 de marzo de 1973.‑ En un ambiente de protesta generalizada, la Munici­palidad de Santiago inició el cobro de patentes de automóviles, corres­pondiente a 1973. Los montos de este tributo legal son de tal magnitud, que algunos colegios profesionales, como el Colegio Médico, dieron instrucciones a sus miembros de boicotear el pago de patentes, hasta que el Gobierno se pronuncie claramente sobre las nuevas tarifas.

12 de marzo de 1973.‑ El presidente de la Federación de Fabricantes de Pan, Francisco Bouzó, reconoció que hay problemas con el abastecimiento de artículo de primera necesidad y que la harina estaría desaparecien­do.

Benjamín Matte, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), denunció que resulta insólito tener a los molinos de la zona central, en plena cosecha, consumiendo trigo importado, como ahora sucede.

Por otra parte, a juicio de Matte, la desaparición de la harina se debe a que según parece, ésta se distribuye hacia las Juntas de Abastecimiento y Precios (JAP) y no hacia los canales normales de distribución.

13 de marzo de 1973.‑ "El Mercurio" comentó editorialmente el informe que, sobre Escuela Nacional Unificada (ENU), evacuara la Superintendencia de Educación, escasamente difundido en el país, y cuya primera parte había publicado la víspera este mismo diario.

"Basta examinar el texto del in­forme dice el editorialista ‑ para comprender la gravedad de lo que ocurre".

Y luego explica: "Sin apoyo en ley alguna... el Superintendente plantea una reforma integral de la educación chilena… de inspiración marxista ‑ leninista y (con el objeto de) sentar las bases de la ideología to­talitaria para hacerla vigente desde la infancia hasta la ancianidad de

los ciudadano".

Termina el comentario esperando "que no ocurra con la ENU lo que con otras manifestaciones del llamado Poder Popular, como las JAP y los Comandos Comunales, es decir, que se implanten de hecho y pese a las protestas de inconstitucionalidad e ilegitimidad que se levantan frente a este amenazante Poder Paralelo que los marxistas oponen a los Poderes del Estado".

13 de marzo de 1973.‑ El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Jorge Fontaine, hizo un detallado análisis "gremialista" de las últimas elecciones parlamentarias.

En primer lugar, definió el ambiente preelectoral como un largo período en el que todo se postergaba "hasta después del 4 de marzo", ambiente generado, según Fontaine, "porque este país está siempre más dispuesto a la discusión política que a la silenciosa tarea de producir".

Enseguida el ejecutivo dejó bien en claro que el triunfo democrático debió salvar múltiples escollos para plasmarse: "No se olvidarán las pocas facilidades con que contaron los electores, - particularmente las mujeres ‑ y el clima de amenaza que se pretendió extender sobre todos los que participaron en este proceso".

Luego definió el veredicto de las urnas, diciendo: "Una amplia mayoría se ha pronunciado en contra de una política económica que ha quebrado todos los records en materia de ineficiencia y sectarismo".

Fontaine abordó la época electoral, afirmando: "Ha terminado el período de las arengas políticas, de las promesas, de la competencia en los halagos y los ataques. Esta es la hora de trabajar por el futuro de Chile. Es la hora de restablecer la jerarquía y la disciplina en todos los sectores de la comunidad".

13 de marzo de 1973.‑ Uno a uno, los sectores democráticos, especialmente los relacionados con la educación del país, demostraron públicamente su repudio a la ENU, hasta que éste se transformó en un inmenso clamor ciudadano que, al menos, consiguió retardar los planes gobiernistas de aplicar el sistema inmediatamente.

El diputado Mario Arnello (PN) opinó que la ENU significa una abierta violación de las garantías constitucionales respecto a la libertad de enseñanza y, en forma concreto, a la reforma sobre el Estatuto de Garantías que modificó el Nº 7 del artículo 10 de la Constitución".

El consejero del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE), Hernán Briones, dijo: "Se trata de entregar el poder en todos los ámbitos al Gobierno marxista, principalmente con un capítulo, el que se refiere a "un sistema nacional para la educación permanente en una sociedad de transición al socialismo". Esto de "permanente" es la nueva "píldora" de los marxistas, con lo que quieren decir que abarcará al chileno desde que nace hasta que muere".

16 de marzo 1973.- Miembros de PROTECO (organización oposi­tora Protección de la Comunidad), que poseen armamento diverso, incluyendo armas automá­ticas, dispararon contra un grupo de trabajado­res que ocupaban la parcela Nº63 de la Avda. Echeñique.

Estos pobladores se hallaban ins­talados en la parcela de acuerdo a lo dispuesto por la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU).

En 1972 se habían iniciado los trá­mites para la adquisición definitiva de esta par­cela y para proceder a la instalación de fami­lias que sufren el problema de vivienda.

Entre­tanto, la CORMU instaló allí a los pobladores, en un campamento provisorio, mientras se ter­minaba la compra del predio.

En el enfrenta­miento murieron Sergio Vergara y Enrique Menares, de 16 y 17 años, respectivamente, militantes de la Juventud Demócrata Cristiano.

Las víctimas permanecían en el interior de la parcela N" 64 con el objeto de ayu­dar a los propietarios de ésta en una inminente toma del pequeño predio. Hasta el lugar llegaron pobladores del campamento en tránsito de CORMU "Carlos Cortés", provistos de revólveres, escopetas, pistolas y una metralleta. Atacaron a tiros una carpa instalada en el lugar que era ocu­pada por siete personas, las que fueron llamadas por el arrendatario Hernán Muñoz Crisóstomo, porque tenía antecedentes de una toma que iban a realizar elementos extremistas que viven en la parcela Nº 63, recientemente tomada.

Resultaron heridas las personas que dormían en la carpa, Lillian Miranda, Sergio Guajardo, Ricardo Agüero, Pa­tricio Marín y Juan Rubilar.

Fueron detenidos Sergio Oftetad (sic) Petterson, Sergio Pérez Balla­dares, Samuel Antonio Peña y Lillo, Romero y Patricio Méndez Fernández.

Poco después del asesinato apareció el Intendente de Santiago, Jaime Faivovich, quien fue recibido por el vecindario a los gri­tos de: "¡Criminal ... asesino ... usted es de los mismos!".

Dos funciona­rios de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU), repartición del

Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, fueron detenidos por Carabineros por encabezar este hecho de trágico desenlace.

Horas más tarde, el senador democratacristiano José Musalem dijo: "Está muy claro que los equipos de cesantes que ha contratado el Ministerio de la Vivienda son grupos armados ‑ individualizados fácilmente en todo lugar por sus cascos amarillos ‑; que cuentan con la protección oficial del Gobierno".

El alcalde de La Reina, Eduardo San Martín, de filiación demócrata cristiana, aparece como el principal responsable de los graves inciden­tes ocurridos en la parcela. San Martín y su an­tecesor Carlos Dupré, aparecen vinculados a la organización derechista PROTECO.

14 de marzo de 1973.‑ El Contralor General de la República, Héctor Humeres, declaró que, en el mejor de los casos, el anticipo de reajustes propuesto por el Ejecutivo sólo se podría pagar desde agosto próximo.

14 de marzo de 1973.‑ El 50 por ciento de los camiones basureros de la Municipalidad de Santiago está paralizado, por falta de repuestos. Es así como el Departamento de Aseo del principal municipio chileno cuenta sólo con 28 vehículos recolectores para el trabajo diario.

14 de marzo de 1973.‑ La plana mayor del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), ofreció una conferencia de prensa, gran parte de la cual estuvo dedicada por Miguel Enríquez, secretario general de la agrupación política ultra izquierdista, a denigrar a los sectores reformistas del Gobierno (Partido Comunista y otros aparentemente moderados).

Según Enríquez, durante las últimas elecciones parlamentarias, los reformistas "ofrecieron circo a la clase patronal, desconcertaron al pueblo y confundieron a los cuadros de la izquierda". El joven terrorista opinó que la posición reformista "busca apoyar al Gobierno en el Gabinete de generales y no con el pueblo; no impulsa el derecho a voto para soldados y suboficiales.

Enríquez fue categórico al concluir: "Hoy personeros y sectores de la izquierda que tienen nombres y apellidos. Ha sido la dirección del Partido Comunista, ha participado también el Presidente Allende. Están actuando en conjunto con los militares desde hace unos meses. Impulsan una política que, en su contenido general, tiende a establecer la paz social y el orden burgués".

14 de marzo de 1973.‑ "Los propósitos marxistas de establecer una enseñan­za de tipo monolítico bajo el nombre de Escuela Nacional Unificada, destinada a concientizar a todos los chilenos y, en particular, a la juventud, los considero como el más repudiable de los muchos abusos que ha cometido la Unidad Popular" enfatizó el senador nacional Pedro Ibáñez.

15 de marzo de 1973.‑ El Ministerio de Educación remitió, por segunda vez, a la Contraloría General de la República, un decreto sobre "democratización de la enseñanza" considerado por los expertos como el pilar fundamental en la futura implantación de la ENU.

El decreto en cuestión había sido devuelto por el organismo contralor, considerando que las disposicio­nes que contiene sólo se pueden dictar en virtud de una ley.

15 de marzo de 1973.‑ La Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) llamó "a todos los sectores democráticos del país a consti­tuir un gran comando nacional para defender la libertad educacional" y lucha r contra la ENU.

Recuerda la FEUC que el Gobierno de la UP insiste en actuar al margen de la ley y por la vía meramente administrativa, pese a los rechazos de la Contraloría General de la República.

Dicen los estudiantes: "Es así como olvidando (el Gobierno) su carácter transitorio y su condición minoritaria, pretende apoderarse del futuro del país, como si éste fuese propiedad definitiva de su particular concepción ideológica, cambiando de raíz el sistema educacional chileno, para amoldarlo a sus designios políticos".

15 de marzo de 1973.‑ La Confederación de Colegios Profesionales Universi­tarios de Chile hizo un llamado a todos los hombres de trabajo que poseen vehículos, en el sentido de postergar el pago de las nuevas patentes, has­ta tanto los Poderes Públicos, Ejecutivo, Congreso y Municipalidades, den solución al problema surgido por el alza desmedida de ellas.

16 de marzo de 1973.‑ "El Ministerio de Relaciones Exteriores ‑ Dirección de Protocolo ‑ saluda muy atentamente a las misiones diplomáticas y consulares acreditadas y a los organismos internacionales con sede en Chile, y tiene el honor de informarles que, como consecuencia de la necesidad de racionalizar el abastecimiento de algunos productos de consumo habitual, el Supremo Gobierno ha decidido facilitar al cuerpo diplomático, consular y a los funcionarios extranjeros de los organismos internacionales la adquisici6n de productos alimenticios no perecibles (como aceite, azúcar, arroz, té, Nescafé, etc.), y otras mercaderías que, sin ser alimentos, son necesarias para el consumo diario (pasta dentífrica, jabón de tocador, papel toilette, detergentes, fósforos, etc)".

Esta circular invitaba a todos los diplomáticos a entregar la lista de sus necesidades, para que el Gobierno chileno pudiera satisfacerlas, mientras el pueblo chileno hacía diariamente colas interminables para obtener esos mismos productos, cuando ‑ cosa e ya ocurría muy rara vez ‑ alguno de aquellos alimentos no perecibles o elementos de uso diario, aparecían en las tiendas desiertas.

16 de marzo de 1973.‑ Una dama que se identificó como funcionaria del Estanco Automotriz ha visitado diversas embajadas en los últimos días, ofreciendo la entrega de automóviles pagaderos en dólares con plazo de entrega no superior a dos semanas, según informaron funcionarios representación diplomática.

17 de marzo de 1973.‑ Las interferencias de que está siendo objeto el Canal 5 de Televisión de Talcahuano fueron definidas como "violación de la autonomía universitaria" por el jefe de la Democracia Cristiana de la Universidad Católica, Enzo Pistachio.

En un llamado a la comunidad universitaria, Pistachio recordó que:

"De acuerdo con la Constitución Política del Estado, con la ley de Televisión N9 17.377, con el dictamen de la Contraloría General de la República, por el cual se aprueba el estatuto de la Corporación de Televisión de la UC, y por la resolución del Consejo Nacional de Televisión:

el Canal 13 tiene el pleno derecho de extenderse en forma independiente a lo largo de todo el territorio nacional".

17 de marzo de 1973.‑ Chile ocupó el penúltimo lugar entre los países americanos, en cuanto al crecimiento económico durante 1972.

Fue el veredicto de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

18 de marzo de 1973.‑ Más del 60 por ciento de las panaderías de la capital dejó de trabajar, por falta de harina. Só1o pudieron hacer pan los establecimientos que tienen su propio molino o que aún contaban con stock de materia prima.

A juicio de los panificadores y molineros, este grave problema se deriva de la baja producción triguera interna, causada por la expropiación de más de 3.000 fundos que, en su mayoría, no alcanzaron a ser sembrados.

18 de marzo 1973.- Dos comandos extremistas armados de metralle­tas y bombas molotov irrumpieron en la caseta de exhibición del Cine Oriente, y amenazaron al operador Eduardo Vásquez Muñoz, obligándolo a interrumpir la proyección de la película y forzán­dolo a exhibir diapositivas con propaganda mar­xista y revolucionaria.

También exigieron que se difundiera por los parlantes del teatro, los acordes de la Internacional Socialista.

Posteriormente se dieron a la fuga lanzando panfletos en los que se acusaba a los espectadores de pertenecer a la "clase burguesa fascista explotadora de los traba­jadores".

Los culpables fueron identificados como miembros del Ejercito Revolucionario del Pueblo.

19 de marzo de 1973.‑ "Durante el presente año se requerirá de la importación del 85 por ciento del trigo necesario para el consumo de pan", declaró Benjamín Matte, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, anunciando que "el Estanco del Trigo, durante esta temporada, ha rendido sólo el 35 por ciento de lo comprado el año anterior a la misma fecha la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) y los molinos particulares".

19 de marzo de 1973.‑ A raíz del interés gobiernista por requisar la fábrica Cemento Bío‑Bío y del rechazo de este decreto requisitorio por parte de Contraloría General de la República, se ha creado una tensa situación entre el Ministro de Economía, Orlando Millas, y el Contralor General, Héctor Humeres.

El Ministro Millas entre otras cosas, había acusado al Contralor de dar un "nuevo ejemplo de la versatilidad con que, en el último tiempo, modifica constantemente sus opiniones... al emitir pronunciamientos que tienden a enervar la acción administrativa de la Dirección de Industria y Comercio (DIRINCO)".

El Contralor General respondió al Ministro Millas que "no entrará en polémica personal" no haciéndose cargo, en esta ocasión, "de las impropias e inadecuadas expresiones... que no corresponden a la deferencia que se deben entre sí autoridades que ostentan rangos tan elevados".

Luego el Contralor Humeres entra en materia, recordando al Ministro Millas que:

"La Constitución Política del Estado y sus leyes complementarias señalan claramente el campo de las atribuciones del Poder Ejecutivo y de la Contraloría General. Al primero le corresponde la administración del país, la cual debe realizarse dentro de la Constitución y de la ley.

"A la Contraloría, por su parte, le corresponde fiscalizar a esa Administración, precisamente para que ella se desarrolle dentro de los marcos constitucionales y legales, y tiene deber de representar aquellas actuaciones que se aparten de esos moldes.

"Eso es, justamente, lo que la Contraloría ha hecho, y lo que esta vez ha llamado la atención al señor Ministro.

"Por otra parte, ni la Constitución Política, ni ley alguna, dan al señor Ministro de Economía, Fomento y Reconstrucción ni a ningún otro, el poder de fiscalizar los actos de la Contraloría General".

19 de marzo 1973.- Una "asonada derechista, por cuenta de delin­cuentes demócratacristianos", tuvo lugar en el paradero 13 de Vicuña Mackenna entre las diez y las once de la noche.

Esta acción terminó con el incendio de la seccional La Florida del Parti­do Socialista.

Los hechos ocurrieron frente a la tenencia Vicuña Mackenna de Carabineros y co­menzaron a desencadenarse desde tempranas horas del día.

Todo comenzó por una cola para comprar en un supermercado de un comerciante demócratacristiano.

De pronto, los elementos opositores, provistos de cascos, piedras y ob­jetos contundentes, comenzaron a lanzar con­signas contra el "gobierno popular", y luego ata­caron a las dueñas de casa y a menores que estaban con ellas.

La situación hizo crisis cer­ca de las 10:00 de la noche cuandola turba demócratacristiana comandada por Carlos Dupré y el alcalde de La Reina, Eduardo San Martín, procedieron a lanzar numerosas bom­bas molotov contra la sede del Partido Socia­lista", que en ese momento permanecía desocu­pada.

Una comerciante de frutas que arrienda la vivienda vecina al local del Partido Socialis­ta, y un obrero, fueron las principales víctimas de estas acciones.

Bomberos del sector que lle­garon al lugar, lograron sofocar parte del sinies­tro.

Concurrieron al lugar el Intendente Jaime Faivovich, el director de Investigaciones Alfredo Joignant y el diputado socialista Mario Palestro.

Carlos Dupré fue detenido junto a una docena de personas, las cuales no están identificadas.

19 de marzo 1973.- En la madrugada fue asesinado el obrero Jor­ge Tomás Henríquez González.

Este obrero era el único testigo que más tarde podría identifi­car a quienes robaron instrumentos especiali­zados para el manejo de las comunicaciones.

Después de maniatarlo y amordazarlo, golpea­ron al trabajador con un fierro. La policía encontró el cadáver del pintor de brocha gorda amordazado y ultimado en la casa vecina al inmueble donde funciona dirección de Servicios Eléctricos y de Gas de Concepción.

El verdadero fin de este comando era obtener instrumentos con los cuales las emisiones clandestinas del Ca­nal 5 pudieran seguir saliendo al aire.

Como el principal sospechoso del robo de instrumentos de comunicaciones y del asesinato del obrero Jorge Tomás Henríquez se detuvo a uno de los hombres de confianza del director de Canal 13 Raúl Hasbún.

Fue identificado como David Peña Jiménez, y fue detenido en el propio despacho del director de Canal 13.

Días después fue lla­mado a declarar Raúl Hasbún, "donde se com­probó que él era el autor intelectual del crimen.

El homicidio trató de ocultarse a la opinión pública, por creerse que tenga estrecha conexión con la desaparición del equipo que esa Dirección, por orden superior, había instalado para interferir las transmisiones del Canal 5 de Te visión de la Universidad Católica.

El homicidio del pintor Henríquez se transformó en uno de los dramáticos desenlaces que tendría la persistente campaña del Gobierno para impedir que el Canal 13 UC extienda su influencia a las distintas provincias del país.

Al revelarse el crimen, el propio Subsecretario del Interior, Daniel Vergara, se vio en la obligación, de reconocer que el Gobierno obstruía las transmisiones del canal católico.

En junio de 1973, Rafael Undurraga Cruzat con­fesó su participación en el robo, y además "ra­tificó la participación del presbítero Raúl Hasbún".

20 de marzo 1973.- Los trabajadores de ex Sumar protagonizaron incidentes en el centro de Santiago, cuando fue­ron repelidos por Carabineros mientras realiza­ban una manifestación frente al Banco Central.

Los trabajadores tuvieron una reunión con el Subsecretario del Interior, Daniel Vergara, de­bido a que se trataba de una marcha pacífica hacia las oficinas del Banco Central de Agusti­nas, con el fin de presionar a las autoridades para la entrega de divisas indispensables para la importación de materias primas para la pro­ducción de esa industria textil.

No obstante, Carabineros actuó disolviendo la manifestación, lanzando bombas lacrimógenas y lesionando a dos trabajadores cuyos nombres no se dieron a conocer.

20 de marzo de 1973.‑ El Arzobispo‑Obispo de Valparaíso, Monseñor Emilio Tagle Covarrubias, condenó abiertamente la Escuela Nacional Unificada (ENU) que proyecta el Gobierno de Allende, declarando en una entrevista televisada:

"Pretender que la educación chilena debe tener el sentido y la orientación dada por una ideología, cualquiera que ella sea, es una falta de respeto a la conciencia de los niños y vulnera gravemente el derecho que asiste a los padres para entregar la educación que ellos deseen a su descendencia. Por eso, la Iglesia no acepta que se imponga este tipo de política en la educación".

19730322 - Protesta pobladores 'Angela Davis'

22 de marzo 1973.- 300 pobladores del campamento Angela Davis invadieron el centro de Santiago, dispuestos a exigir las 500 viviendas que les prometiera el Gobierno en diversas oportunidades y otras mejoras habitacionales que les han sido pos­tergadas.

Los "sin casa" aprovecharon la ins­pección de rutina que realizaba en el Angela Davis un funcionario de la Corporación de Ser­vicios Habitacionales (CORHABIT), Luis Molina, para aca­rrearlo con ellos en su incursión a las calles céntricas.

Una vez que llegaron a las oficinas de CORHABIT, el funcionario Molina gritó que estaba secuestrado, suscitándose un inciden­te de proporciones en el que debió intervenir Carabineros.

Hubo un herido, que los pobla­dores se apresuraron a cubrir con la bandera chilena.

22 de marzo de 1973.‑ El Ministro del Interior General Carlos Prats González, anunció a la opinión pública:

"He reunido hoy a los Ministros porque he estimado oportuno que tomáramos el acuerdo de dejar en libertad al señor Presidente, a fin de que él pueda reestructurar el Gabinete de acuerdo a sus prerrogativas constitucionales".

24 de marzo de 1973.- En relación con el crimen del pintor Henríquez (marzo 20), Investigaciones detuvo al director del Canal 5 de Talcahuano, Carlos de la Sotta Ibacache, bajo acusación de ser el autor intelectual del robo del equipo con que la Dirección de Servicios Eléctricos intervenía, ilegalmente, las transmisiones de dicha emisora.

Simultáneamente, en Santiago, el padre Raúl Hasbún, director del Canal 13 de Televisión de la Universidad Católica, encaraba la campaña que, en todos los frentes de la Unidad Popular, se desarrollaba contra los legítimos proyectos de extensión de Canal 13; campaña enriquecida ahora último con la trágica muerte del pintor Henríquez.

El padre Hasbún dijo a los periodistas:

"la Iglesia (refiriéndose a la dependencia UC ‑ Iglesia Católica) no tiene derecho a abandonar su lucha por la verdad y por eso llevará su verdad a todos partes: a San Fernando, a Concepción ...

Y en eso chocará indefectiblemente con el totalitarismo, porque el totalitarismo es la mentira, es la tiniebla; y la Iglesia es la luz…

Todos tenemos un pecado de omisión, pero llegará la en que esta horrible pesadilla que está viviendo Chile le será disipada, porque toda pesadilla tiene un despertar.

No nos arredran las campañas de injurias, de calumnias, porque nosotros estamos con la verdad y ellos con la mentira".

26 de marzo de 1973.‑ "Señor Ministro del Interior: Responsablemente he recibido y comunico a Ud. la noticia de que don Carlos de la Sotta Ibacache, jefe del área de Concepción de esta Corporación, ha sido salvajemente (TORTURADO) flagelado por personal de Investigaciones de dicha ciudad, habiendo además recibido golpes de electricidad en su cabeza y órganos genitales.

Ultrajes (TORTURAS) semejantes han debido sufrir dos modestos auxiliares de la Estación, de apellido Cerda y Melgarejo", denunció el padre Raúl Hasbún por escrito al general Carlos Prats González, advirtiéndole en forma dramática el cariz que estaban tomando las relaciones entre Gobierno y la Universidad Católica.

Hasbún rubricó su nota diciendo: "Como director responsable y representante legal de esta Corporación de TV, presento a Ud. la indignada protesta de todos los trabajadores de la misma, por esta con­ducta típica de regímenes anclados en la prehistoria de la civilización humana.­

26 de marzo de 1973.‑ Centenares de socios y socias del Comando Nacional contra la Inflación (CONCI), organismo que agrupa a 70.000 pequeñas comerciantes, miembros de juntas de vecinos, centros de madres, etc., protestaron violentamente contra la requisición de las bodegas de CONCI en el mercado Presidente Ríos, efectuada por la Dirección de Industria y Comercio (DIRINCO).

26 de marzo de 1973.‑ Mientras la comunidad escolar ‑profesores, padres, apoderados, alumnos y trabajadores de la educación ‑ discuten el proyecto de la ENU, el Ministerio de Educación anunció, a través de su oficina de relaciones públicas, que la Escuela Nacional Unificada comenzará aplicarse "a partir de julio próximo, con carácter de ensayo" pese a que diversas autoridades han explicado claramente que, sin legislación previa, un proyecto así no podrá ponerse en práctica.

27 de marzo de 1973.‑ Un Gabinete absolutamente civil juró ante el Presidente Allende, quien previamente aceptara la renuncia de sus tres ministros uniformados. Gerardo Espinoza Carrillo, ex diputado socialista, fue nombrado Ministro del Interior.

Los políticos de oposición opinaron:

"Se trata de un Gabinete similar al que existía antes del paro de octubre, de lo que se infiere que Allende no tomó conocimiento del resultado de la elección parlamentario última" (Julio Durán, PDR);

"Significa que regresarán a los decretos de insistencia y a las violaciones sistemáticas a la Constitución y a la ley" (Sergio Diez, RN);

"El Presidente de la República tuvo que ceder a las presiones de los grupos más duros de su partido, quienes exigieron el retiro de los representantes de las Fuerzas Armadas" (Rafael Moreno, PDC).

27 de marzo de 1973.‑ El Presidente Allende sentenció a sus nuevos Ministros:

"Este Gabinete que asume hoy encara una nueva situación y tiene una nueva responsabilidad: fundamentalmente, vencer los serias dificultades económicas.

Y no ocultamos las horas difíciles que tendremos que vivir"

Marzo 28 de 1973.‑ Con la firma de 10 diputados democratacristianos fue presentada una acusación constitucional contra el Intendente de Santiago, el socialista Jaime Faivovich, por no cumplir con su obligación de mantener la paz y el orden públicos, especialmente en los sucesos que culminaron con el asesinato de dos jóvenes en una parcela de La Reina (marzo 16).

Entre otras cosas, se acusa a Faivovich de no haber tomado en cuenta las denuncias sobre existencia de armas en campamentos en tránsito, que amenazaban con "tomas" en la comuna de La Reina.

29 de marzo de 1973.‑ "Creo que las disposiciones legales vigentes nos autorizan realizar estos cambios por simples decretos y eso haremos", insistió el Ministro de Educación, Jorge Tapia Valdés, al consultársele sobre la ilegalidad de poner en práctica la ENU por la vía del decreto, concepto éste que se ha transformado en certeza para la ciudadanía democráticos que se opone a1 proyecto.

29 de marzo de 1973.‑ Bolivia decidió prescindir de los puertos chilenos para sus principales importaciones y exportaciones, con lo que pareció surgir un nuevo foco de tensión entre ambos países.

El total de la mercadería boliviana que pasa por puertos chilenos asciende a unas 380 mil toneladas anuales. En lo sucesivo, esta carga será desviada hacia Matarani (Perú).

30 de marzo de 1973.‑ "El estanco es la mejor fórmula que ha descubierto el Gobierno para provocar la escasez" comentó Benjamín Matte, presidente de la SNA, refiriéndose al anuncio gubernamental de crear estancos del poroto y del maíz.

El dirigente agrícola concluyó: "Estas medidas parciales no significan otra cosa sino que nos encaminamos a pasos rápidos hacia el control estatal absoluto de la producción agrícola. Y estos productos, sencillamente, desaparecerán del mercado", como sucedió con la papa que, aunque posteriormente se alzaron los precios, el tubérculo no apareció más.

30 de marzo de 1973.‑ "En resumen, lo que estamos diciéndole al pueblo de Chile es que nos asiste el convencimiento de que somos capaces, con sacrificio y tesón, trabajando organizada y planificadamente, de sacar al país del atolladero", aseguró el Ministro de Economía, Orlando Millas, ante el Comité Central del Partido Comunista.

30 de marzo de 1973.‑ Chile "vive un carnaval de locura. la gente no trabaja y la política reemplazó a la productividad en las empresas nacionalizadas. Los trabajadores están ebrios de discursos políticos", afirmó el ex Presidente Eduardo Frei al diario "Corriere Della Sera" de Milán, advirtiendo que su país avanza hacia un "totalitarismo de tipo marxista".

31 de marzo 1973.- Concepción. Elementos desconocidos colocaron un artefacto explosivo, al parecer de fabricación casera, en la puerta de la sede del Movimiento Nacionalista Patria y Libertad. Al estallar ocasionó la destruc­ción total de los vidrios del inmueble, ubicado en la calle Lincoyán de esa ciudad, y la onda explo­siva causó igual destrucción en otros inmuebles de los alrededores.

A partir de la investigación efectuada por los expertos de la policía y peritos militares que concurrieron al lugar, el explosivo habría sido colocado en la parte inferior derecha de la puerta de acceso del inmueble.

31 de marzo de 1973.‑ El general Alberto Bachelet, Secretario Nacional de Distribución y Comercialización, con la venía del Presidente Allende, dispuso la renuncio de todos los gerentes y subgerentes de las empresas distribuidoras estatales, para reemplazarlos por militares y técnicos de confianza, ya que algunos ejecutivos estaban obrando por su cuenta.

El "Co­mandante Mickey" líder poblacional mirista, fue portavoz de la oposición extremista a esta medida, diciendo que ella constituye "un boicot al abas­tecimiento de los almacenes del pueblo" que son "las herramientas de lu­cha de los pobladores y germen de su poder, el que les permitirá plantearse formas y metas más allá de la canasta popular y de los propios almacenes".

Por su parte, Sergio Juárez, correligionario del Presidente Allende dijo a Bachelet, por escrito, que informaría a su partido, el Socia­lista "en cumplimiento de un elemental deber disciplinario" sobre "la pe­tición de renuncia a mi cargo que usted me hace llegar, cuya improce­dencia e ineficacia legal ya le establecí".

Cabe recordar que el militante socialista Juárez fue entronizado por la fuerza como gerente general de agencias Graham, en un acto revolucionario de "los pobres de la ciudad", dirigidos por el MIR (febrero 23).

28 de marzo 1973.- Por el desabastecimiento de pan, falta de aten­ción médica y locomoción, alrededor de 250 cam­pesinos pertenecientes al sindicato Che Guevara y al sindicato comunal de Ninhue, se tomaron el camino público que conduce a Quirihue.

Los obre­ros agrícolas, dirigidos por el MCR, levantaron dos barricadas, impidiendo el tránsito vehicular y de­jando aislado el Departamento de Itata y el sec­tor de la costa de la provincia de Ñuble.