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12 de junio de 2008

Finlandia: educación pública, gratuita, y la mejor a nivel internacional

En 2003 (y en 2006), Finlandia confirmó los resultados precedentes y alcanzó el envidiable número uno del planeta. Se trata de un gran país, poco poblado. Con la mitad de su territorio por encima del círculo polar ártico. De hecho, si Finlandia estuviese en América del Sur comenzaría a la altura de Coyhaique y terminaría en la Antártica. Su población, de poco más de cinco millones de habitantes, tiene el privilegio de vivir en una sociedad en la que es difícil percibir grandes diferencias sociales. Hoy, educadores del mundo entero acuden al país nórdico para conocer el sistema de enseñanza que hace de ellos los primeros de la clase. Y se entiende, porque los logros van mucho más allá de los resultados brutos en las materias analizadas: las diferencias entre niños y niñas son muy inferiores a lo constatado en otros países, incluso en matemáticas.

Las disparidades sociales no afectan el nivel alcanzado por los jóvenes estudiantes, cuya cuarta parte más modesta obtiene en matemáticas resultados muy por encima de la media de la OCDE, todos sectores sociales confundidos. Por otra parte, si se analizan las diferencias de nivel entre colegios, ellas son tan mínimas que Finlandia alcanza el segundo puesto detrás de Islandia. Como dicen ellos mismos, "aquí cada alumno cuenta". A tal punto, que los que obtienen bajas notas en matemáticas son sólo el 6%, cifra ridícula comparada con la media de la OCDE que es superior al 21%.

Lydia Devos y Martine Meskel-Cresta, que estudiaron el sistema finlandés el año 2004, dicen que "al pensar en cada alumno el Estado piensa en la economía del país".

Las autoras del estudio señalan, además, que "la igualdad es un principio muy importante. La educación debe ser garantizada a todos los ciudadanos sin consideración de sexo, lugar de residencia u origen geográfico, de edad, lengua o status económico".

Toda la sociedad parece estar consciente de que la educación es la única posibilidad para el país de afrontar la dura competencia mundial y cada cual se empeña en favorecer la formación de niños y jóvenes. Padres, profesores y políticos, colaboran para obtener lo mejor de cada alumno: "los profesores se sitúan atrás del saber y del material que les permite transmitirlo y se toman el tiempo de observar al alumno…, no dan la impresión de estar suministrando una prestación…". Curiosamente, los niños finlandeses inician su escolaridad obligatoria relativamente tarde: a los siete años. Para los menores de seis existen jardines infantiles administrados por el ministerio de asuntos sociales y de la salud. Allí "se aprende jugando, se aprende a aprender sin saber que se está aprendiendo". No hay evaluación.

Por otra parte, desde 2001, Finlandia hizo posible que todos los niños de seis años se beneficien de una enseñanza preescolar gratuita. El año pasado, Esa Räty, director del liceo de Niinivaara de Joensuu, organizó una visita para dieciocho responsables de la educación de 14 países europeos. El programa incluyó establecimientos de todos los niveles: un jardín infantil, dos escuelas primarias, dos colegios, dos liceos, un liceo profesional, una universidad y un centro de formación para adultos. Paul Robert, Director del Colegio Nelson Mandela de Clarensac (Francia), fue uno de los visitantes. Recordando los debates que sacuden periódicamente al sistema escolar francés, Paul Robert subraya que ante la disyuntiva de privilegiar el saber o al alumno, los finlandeses se inclinaron definitivamente por este último: "Un profundo y fino análisis de las necesidades reales de cada alumno sirvió de base a un sistema elaborado en 30 años de reforma educacional. La idea que un alumno feliz -que se siente a sus anchas, libre de desarrollarse a su ritmo -, tendrá más facilidad para adquirir el saber fundamental, nada tiene de una utopía de pedagogo iluminado. Se trata simplemente de lo que guía la acción de todos: Estado, municipios, directores de establecimientos, profesores". Cada alumno debe sentirse "como en casa".

Locales limpios, amplios (65 m2 por clase), confortables para el reposo, corredores pintados de colores cálidos, decorados con los trabajos de los propios alumnos, constituyen el entorno de trabajo. Cada establecimiento tiene dimensiones modestas: 300 a 400 niños por colegio, 400 a 500 estudiantes por Liceo, crean una atmósfera de proximidad y le permiten al director conocer a cada uno de sus alumnos. Al aprendizaje gradual y mezclado con actividades artísticas, deportes, música y trabajos manuales, suceden los primeros años de la escuela básica, luego el colegio y después el Liceo.

Raramente hay más de 20 alumnos por clase, y en el Liceo los grupos de trabajo suelen reunir sólo 6 a 7 jóvenes. En la escuela básica y en el colegio el profesor recibe en su propia clase la ayuda de un asistente de educación que toma a su cargo grupos reducidos de alumnos que necesitan un apoyo especial. Los colegios y Liceos disponen además de consejeros de educación, uno por cada 200 alumnos, para guiarles en sus estudios y en la elección de sus preferencias educativas. Cada alumno, aun cuando no manifieste ningún problema particular, debe reunirse con su consejero al menos dos veces al año. Las clases magistrales no existen: por todos los sitios sólo se ven grupos de trabajo y actividades guiadas por profesores. Este último es un recurso entre otros: todas las salas están llenas de libros y disponen de retroproyector, su computador, su video proyector, su televisión y su lector de DVD. Para explicar el método empleado, Paul Robert cita a Hannu Naumanen, Director del colegio Pielisjoki: "No se puede forzar a los alumnos, hay que darles diferentes posibilidades de aprender, de adquirir competencias".

Como se ve, estamos lejos de "la letra con sangre entra" o de la emulación agresiva entre compañeros. Cada alumno tiene una gran libertad -progresiva en el tiempo-, para organizar su propia malla curricular. Las materias opcionales están disponibles en el colegio a partir de los 13 años de edad. El total de cursos obligatorios y opcionales no puede ser superior a 30 por semana. Durante los tres años de Liceo cada joven debe seguir 75 cursos, cuarenta y cinco de los cuales son obligatorios y treinta opcionales. De este modo los alumnos construyen su propia autonomía y son responsables del contenido de su educación. Por su parte los profesores gozan de un gran prestigio social, no tanto en razón de su remuneración que está en la media de la OCDE, sino por la importancia que le asigna todo el país a la educación. Y porque existe consenso de que los profesores son "expertos" en su oficio. En las encuestas de motivación efectuadas entre los jóvenes aspirantes a ser profesores, a la pregunta ¿por qué ha elegido este oficio? la respuesta más frecuente es: "Porque amo los niños". Este es el zócalo a partir del cual se llega a la enseñanza superior, universitaria o profesional, a la que los finlandeses le atribuyen una extrema importancia.

Cada joven tiene la garantía de llegar a ella si dispone de las condiciones, la voluntad y los talentos necesarios. En Finlandia no sobra nadie y se potencian todas las inteligencias disponibles, porque la principal materia prima del país, por no decir la única, es la gris, y eso le ha asegurado a Finlandia un lugar de privilegio en el mundo globalizado.

DATOS BASICOS SOBRE SISTEMA ESCOLAR DE FINLANDIA

Educación pública

La educación en Finlandia es pública. La educación privada prácticamente no existe (sólo el 1%). El Estado invierte en educación el 7% del PIB (Chile gasta un 7,5% de su PIB, 4,2% el Estado y 3,3% los hogares). Aun cuando la educación es gratuita existen becas para quienes lo requieren. Pero "a juicio de los finlandeses este nivel no es suficiente y el sistema está construido de modo que cada uno tenga la posibilidad de emprender estudios superiores o recibir una formación profesional".

Enseñanza superior profesional

Los estudios superiores profesionales duran de 3,5 a 4 años y el diploma garantiza las calificaciones necesarias, tanto en el ámbito de los conocimientos como de las competencias, para alcanzar la más alta excelencia profesional. La enseñanza superior profesional es gratuita.

Enseñanza universitaria

La enseñanza universitaria entrega diplomas de primer, segundo y tercer ciclo, así como doctorados. El primer ciclo dura tres años, y el segundo dos más (cinco en total). La tarea fundamental de las universidades, reside en la investigación científica que debe servir de base a su propia enseñanza. Existen 20 establecimientos de tipo universitario: diez a vocación pluridisciplinaria, tres escuelas politécnicas, tres "grandes escuelas" de comercio y cuatro artísticas. Todos practican una rigurosa selección de sus alumnos. Las universidades son gratuitas.

(publicado en El Periodista)

1 de mayo de 2008

EN EDUCACIÓN, TODA EUROPA (Y NO SOLO EUROPA) MIRA A FINLANDIA.

LA VIA FINLANDESA
  • Coordinación de tres estructuras: la familia, la escuela y las estructuras socioculturales de apoyo educativo
  • No se trata sólo de gastar ‘más’ en educación (que también), sino de gastar 'mejor'
  • Los niños finlandeses aprenden a leer a los 7 años
  • En los hogares finlandeses, los niños ven como padres y madres son ávidos lectores de periódicos y libros
  • Extraordinario proceso de selección y formación de los docentes
Finlandia es el país de la OCDE que ha obtenido mejores resultados en el estudio PISA 2003 (y 2000 y 2006) y el primer lugar, en competencia lectora de sus estudiantes, en todas las pruebas comparativas internacionales realizadas en los últimos catorce años. Por otra parte, en estos mismos estudios, España obtiene siempre resultados mediocres. ¿Qué puede explicar el excelente rendimiento de los alumnos finlandeses?

Que allí sea una cuestión nacional no es una declaración retórica. Se trata de planificación, presupuestos y profesionalidad. Y el efecto combinado de instituciones, escuela y familia. Ya no hay excusa: sabemos dónde mirar. Finlandia es hoy el modelo. Y hay que verlo sin prejuicios. Por ejemplo, los niños finlandeses aprenden a leer a los 7 años, que es cuando entran en el sistema escolar, pero todos los filmes que ven son en versión original con subtítulos, incluso los dibujos animados.

Muchas son las investigaciones, estudios y valoraciones que a raíz de los nuevos datos que van arrojando los estudios comparativos internacionales en torno a la educación (PISA, Eurydice) han intentado interpretar el porqué de las diferencias entre los países participantes. Por ejemplo, aquí preocupa las diferencias entre los resultados obtenidos en el Estado español, globalmente considerado, y los obtenidos en Finlandia, situados claramente por encima. Lo cierto es que más allá de un amplio abanico de razones y análisis, destacaría por encima de todas ellas las tres siguientes:

Primera. La sociedad finlandesa destaca por su alto nivel de cohesión social y sus altos índices de igualdad social y equidad.
Esta dimensión no registra los mismos índices en nuestra realidad más cercana, lo cual exige de nuestra escuela y a sus profesionales un esfuerzo comparablemente mucho más significativo y complejo en cuanto al trabajo en el aula. En este punto será clave para nuestro futuro entender la educación (y no sólo la enseñanza) como un reto socialmente compartido en el que se movilicen e impliquen todos los ámbitos de nuestra sociedad. En este sentido, el filósofo J. A. Marina nos recuerda un proverbio africano: "Para educar a un niño hace falta la tribu entera".

Segunda
. En Finlandia hay una decidida vocación sociopolítica inversora en educación.
Inversión de recursos económicos directos (en el 2001 un 5,8% de su PIB en educación, por el 4,9% de España) e indirectos a partir de programas no específicamente dirigidos al sistema educativo, pero cuyo aporte resulta fundamental: políticas de atención a la infancia, de apoyo a la familia, implicación de los medios de comunicación en educación... Nos queda aquí todavía un largo recorrido que hacer en el contexto de las políticas de inversión en educación, teniendo también muy en cuenta que no se trata sólo de gastar más en educación (que también) sino de gastar mejor.

Tercera. La piedra angular del éxito finlandés: los profesores.
Aseguran diversos expertos en el tema, como el doctor Melgarejo, que la buena formación de los profesores finlandeses es lo que cierra el círculo a la tribu educadora de Marina. Para dar clases se exige titulación universitaria de carácter superior. Por ejemplo, ser un maestro de primaria requiere seis años de carrera en la universidad. Las universidades que ofrecen titulaciones de magisterio en Finlandia sólo pueden aceptar al 15% de los alumnos que solicitan matricularse cada año, generando una gran selección. Dato muy significativo correlacionado con el prestigio y reconocimiento social de la profesión, así como de las instituciones superiores que responden a esta demanda de formación. Seguro que los resultados finlandeses en los estudios internacionales citados al principio tienen que ver, y mucho, con todo ello.

Los objetivos de la educación en Finlandia persiguen principalmente lograr una educación de excelencia, con una alta cohesión social. Los finlandeses juzgan esencial la equidad de los ciudadanos en el acceso a la sociedad del bienestar y el derecho a su libertad individual en un clima de responsabilidad. El sistema educativo debe ser eficiente, y no sólo eficaz, reflejando estos valores. El dominio de la lengua es uno de los elementos esenciales de la cohesión social y, al mismo tiempo, garantiza su supervivencia como cultura. Desde esta perspectiva, el esfuerzo en educación es una prioridad nacional.

Coordinación de tres grandes estructuras
La adquisición de una alta competencia lectora tiene que contemplar el trabajo coordinado y sostenido en el tiempo de tres grandes estructuras que se complementan en el proceso.

Estas estructuras son: la familia, la escuela y las estructuras socioculturales de apoyo educativo. En el caso finlandés, las tres estructuras se coordinan y se potencian realizando en cadena una parte del trabajo educativo.

La familia es el primero de estos ámbitos.
Domina en Finlandia el valor luterano de la responsabilidad y disciplina sobre la propia vida. La familia finlandesa se considera la primera responsable de la educación de sus hijos. En los hogares finlandeses, los niños observan como padres y madres son ávidos lectores de periódicos y libros, y acuden con ellos a las bibliotecas con frecuencia. Por otra parte existen mecanismos del Estado que garantizan la compatibilidad laboral y la vida familiar, especialmente para las mujeres. Las ayudas a la infancia y a la familia permiten que sólo el 4% de los niños finlandeses vivan en situación de pobreza (12% en España).

El segundo ámbito es el de las instituciones sociales o culturales no escolares. En Finlandia destaca la gran red de bibliotecas y sus dotaciones. Son muy accesibles a todos los ciudadanos, se encuentran conectadas entre sí y con profesionales preparadísimos. Además, por su tradición luterana, Finlandia refuerza el valor de la propia responsabilidad sobre los creyentes y promueve la necesidad de la lectura personal de la Biblia. Por otra parte, la televisión y el cine ofrecen siempre toda su programación en la lengua original. Los niños deben aprender a leer rápidamente los subtítulos para entender los programas (películas incluso dibujos animados).

Finalmente, el tercer ámbito educativo es la escuela. Los niños finlandeses entran en sistema escolar a los siete años y no aprenden a leer hasta entonces. La escuela finlandesa de educación primaria y secundaria es generalmente una escuela pública muy descentralizada. Se imparten proporcionalmente menos horas de lengua que en España. La disciplina es alta. La atención a la diversidad se efectúa atendiendo a los diversos intereses con el trabajo de dos profesores por aula. En todos los centros hay una comida gratuita al día para todos los alumnos. Todos estos ámbitos son muy parecidos en todos los países nórdicos, pero muy diferentes a los de España.

PERO LO QUE REALMENTE diferencia a Finlandia del resto de los países de la OCDE, especialmente de los nórdicos, es su extraordinario proceso de selección y formación de los docentes. Para acceder a la licenciatura de profesor de primaria, los aspirantes deben sufrir dos procesos previos de selección. El primer proceso se lleva a cabo en una unidad de evaluación centralizada (Universidad de Jyväskylä), uno de cuyos criterios es que el expediente del candidato debe superar el 9 de media en sus estudios de bachillerato. Una segunda selección se hace en las facultades de Educación. Entre otros aspectos se evalúa la competencia lectora y escrita de los aspirantes, la capacidad de empatía y comunicación de los mismos, habilidades artísticas, musicales y de alta competencia matemática. Menos de un 9% de los aspirantes puede acceder a la formación como profesor de Educación Primaria en las facultades de Educación. Tras 6.400 horas de formación-estudio (en España son 2.000 actualmente y 1.500 hasta hace pocos años), los estudiantes deben redactar una tesina obligatoria como proyecto final de investigación. El profesor de secundaria se forma en las facultades de su especialización (matemáticas, literatura, etcétera). Una vez finalizada esta especialización debe también superar diversas pruebas de acceso para entrar en la facultad de Educación (capacidad de empatizar, de explicar, etcétera). Una vez superada esta prueba, el futuro profesor de secundaria debe seguir estudios pedagógicos de más de 1.400 horas-estudio (en España son entre 100 y 130 horas). Una vez ya formados, los docentes son seleccionados en las escuelas por los directores de éstas. Dichos directores son a su vez seleccionados por el Consejo Municipal. Los directores de las escuelas de primaria sitúan en los primeros cursos aquellos profesores más competentes de todo el claustro. Si un municipio cierra su escuela, los profesores deben volver a buscar trabajo por sí mismos en otra localidad.

Finlandia es el único país de la OCDE con este sistema tan exigente para la función docente. Las razones por las que se tomaron dichas medidas en la década de 1970 son históricas y políticas.

Finlandia es un país que aspira al liderazgo mundial en innovación. Diversos gobiernos han considerado que su supervivencia social, cultural y económica en un mundo globalizado depende de planificar una sociedad del conocimiento. En este diseño, la escuela es esencial como cuna y plataforma para cumplir este objetivo.
  • JORDI RIERA I ROMANÍ, profesor de Pedagogía (URL), pres. del Col·legi de Pedagogs de Catalunya
  • J. MELGAREJO DRAPER, director del colegio Claret de Barcelona y doctor en Pedagogía (Universitat Ramon Llull). Tesis doctoral sobre el modelo educativo finlandés

RAZONES DEL ÉXITO FINLANDÉS



Helsinki. Lo confirman año tras año los informes de la UNESCO, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OECD por sus siglas en inglés) y una serie de estudios especializados: Finlandia cuenta con el mejor sistema educativo del planeta. Sin sobrepasar el volumen de inversión promedio de los países desarrollados (Alrededor de un 6% de PBI), sino invirtiendo mejor sus recursos, el Gobierno Finlandés brinda educación Gratuita y de primer nivel para todos.

En las evaluaciones comparativas internacionales denominadas PISA (Porgramme For Indicators of Sruden Achievement), los adolescentes Finlandeses superan a sus pares de EE.UU Francia, Canadá – y todos los demás países ricos – en matemáticas, comprensión de lectura y resolución de problemas.

¿Cómo se explica este éxito? Los expertos finlandeses coinciden en que ante todo es necesario ponerse de acuerdo sobre la dirección que se quiere tomar antes de iniciar una reforma. La educación es como un gran barco que no se puede hacer cambiar el rumbo fácilmente. Una vez lanzado el giro del timón hay que ser pacientes y esperar a que todo el sistema haya girado. Los planes improvisados, los cambios bruscos de ruta, la “reformitis” crónica inconsecuentemente pueden resultar tan nefastos como la precariedad de los recursos.

Finlancia llegó a ocupar el sitial actual después de 30 años de reformas profundas y coherentes. ¿Cómo luce el sistema educativo actual? Viajamos a Helsinki para conocer de cerca el modelo finlandés, para descubrir las claves de su éxito y para indagar cuáles de sus elementos podrían exportarse al Perú que , lamentablemente, está relegado por tener uno de los peores sistemas educativos de América Latina.

La Mejor
Escuela del Mundo
Es la hora del recreo cuando llegamos al colegio secundario Olarin Lukio, situado a unos 20 kilómetros de Helsinki, en la localidad de Espoo. Un estudiante del penúltimo año nos ha conducido hasta la entrada, por un camino cubierto de nieve fresca caída en la madrugada: “Todo, nos dice sin titubear, cuando le preguntamos que le gusta de su colegio. “Hago lo que me interesa y sé que lo que hago me será útil” , agrega, reviviendo en nosotros una nostalgia mezclada con frustración: ¿Hacíamos lo que nos gustaba y teníamos un norte claro en cuarto o quinto de media?.
Nuestro guía se despide prometiéndonos que se va en busca del director del colegio, Tapio Erma, quien nos espera para mostrarnos un centro educativo finlandés de cerca. Mientras lo esperamos, nos paseamos por los corredores del plantel. Desfilan ante nuestros ojos estudiantes en ropa de calle, chicas y chicos, con aspecto amable y distendido. Hablan entre ellos en los pasadizos o con sus profesores, en unas amplias, luminosas y decoradas alegremente. No entendemos una palabra de finlandés, pero tenemos la impresión de que el trato es respetuoso, pero casi horizontal. Asomamos la cabeza en salones repletos de computadora, salas de deporte. Laboratorios de química, bibliotecas. Parece un mundo ideal.
Lo que en el Perú es imaginable pero excepcional en Finlandia es la regla general. El Olarin Lukio no es más que uno de los alrededor de 4.500 centros educativos que existen en el país escandinavo. Todos ellos están provistos de la mejor infraestructura y ofrecen un clima propicio al aprendizaje de los jóvenes. Todos ellos brindan educación de primera gratuita, que incluye alimentación y transporte, a sus miles de estudiantes.

De un corrillo de estudiantes se desprende un señor de mediana edad en terno que nos saca del ensueño. “Soy Tapio Erma, director del colegio”, se presenta. Nos urge preguntarle cuál es el secreto del éxito, porque sabemos que por este ambiente acogedor, relajado, casi lúdico, se pasean adolescentes que ostentan el rendimiento escolar más elevado del planeta. Sí, los estudiantes de secundaria de Finlandia se pueden jactar de haber batido a sus homólogos de EE.UU., Holanda, Canadá y todos los demás países desarrollados miembros de la OECD en la evaluaciones comparativas internacionales PISA (Programme for Indicators of Student Achievement) de los últimos años.

Año Clave
En el 2003, años de la más reciente evaluación, los alumnos finlandeses salieron primeros en matemáticas, ciencias y aptitud lectora y ocuparon el segundo puesto en resolución de problemas.
“Todos tiene la oportunidad de estudiar lo que les interesa y lo hacen a su ritmo. Es lo que llamamos la escuela inclusiva en Finlandia, un sistema por el que optamos hace ya más de 20 años y que ha rendido sus frutos”, dictamina el director. “Nosotros subrayamos el ingrediente de ciencias en nuestra oferta educativa, otros colegios de Espoo se especializan más en lenguas, de modo que los jóvenes pueden escoger y se sienten a gusto de compartir su vida escolar con compañeros que tienen las mismas inclinaciones”.

Aun así, como en todo grupo humano, hay diferencias de rendimiento entre el alumnado. Pero en el modelo finlandés, a diferencia de lque impera en la mayor parte de países, no se castiga ni margina al estudiante “lento”. Al contrario, todo el sistema está pensando para recuperarlo y permitirle desarrollarse. “En este colegio, por ejemplo, a los que rinden menos en matemáticas los colocamos en clases más pequeñas, de modo que puedan tener un máximo acceso a la ayuda del profesor. O les encargamos a los alumnos más brillantes ayudar a los que se vienen rezagando”, Explica Erma.
Para este director, con 18 años de experiencia dirigiendo un colegio, es igualmente clave para obtener una educación de calidad el grado de compromiso de los profesores: “En Finlandia tenemos tres tipos de currículos: el nacional, el locas y el que es propio a la escuela o colegio. La existencia de este último me parece fundamental”, considera Erma. “Confeccionándolo, nuestros profesores se mantienen altamente involucrados en su quehacer y con los objetivos del colegio”.

Pese a sus excelentes resultados los educadores de Finlandia no se duermen en sus laureles . “Estamos conscientes de los desafíos que restan”, señala el dierector del Olarin Lukio. A título de ejemplo menciona los riesgos que pueden entrañar un modelo que se centra en la igualdad de oportunidades y el apoyo a los frágiles: “A la larga esto puede perjudicar el desarrollo de los estudiantes brillantes. Por eso estamos evolucionando de un ideal de oportunidades iguales a un sistemas en el que cada quien pueda aprender según sus potencialidades”.

Mientras Erma nos hace visitar orgullosos los instalaciones del colegio intercambiamos palabras con algunos alumnos. No tienen quejas. “Los profesores nos ayudan, son comprensivos”. “No debemos hacer toda la tares si no podemos”. “Puedo confiar en los adultos de este colegio”. “Aprendemos haciendo, no solo escuchando al profesor”. Todos son halagados, inclusos cuando el director se aleja discretamente para no inhibir las respuestas espontáneas de los jóvenes. Tras insistir una chica de 15 años consigue mencionar un disgusto: “La comida”, dice riendo. “Si la comida podría ser mejor”. No se refiere a la calidas nutritiva de los almuerzos que se sirven: “Es sosa, parece de hospital”, aclara.

Inversión con Sentido

El éxito asombroso de la ecuación finlandesa no se gestó de la noche a la mañana. Reijo Laukkannen, experto consejero del Ministerio de Educación, lo sabe mejor que nadie: “Venimos trabajando en esto desde finales de los años 60 y desde un inicio nos planteamos la dirección que seguiríamos. Un rumbo que mantuvimos pese al cambio de sucesivos gobiernos”.

Laukkannen considera singular del sistema de su país el hecho de que se haya optado por la igualdad de oportunidades en la educación: “Para los estudiantes que tienen problemas de aprendizaje nos organizamos de modo que se remedien sus deficiencias. Todo niño tiene derecho a ser apoyado con clases extras o con más dedicación del profesor”.

El año 1985 marca un importante hito en la reforma de la educación finlandesa. Aque años el Gobierno decidió eliminar el sistema conocido como “streaming” muy expandido por Europa y por el cual a temprana edad los niños son encasillados en diferentes niveles y tipos de educación de acuerdo a su rendimiento. “Finlandia se deshizo de este método y abrimos todas las opciones para todos los niños brindando una educación obligatoria básica de nueve años”, cuenta el experto.

“Pero simultáneamente decidimos concentrar el grueso de nuestro presupuesto de educación en los primeros años de la secundaria (en los estudiantes de 12 a 15 años). Cancelar el “streaming” sin aumentar los recursos para contar con más profesores y organizar clases menos populosas, a una edad en que los niños empiezan a interesar en las niños y viceversa, podría haber mermado los niveles de rendimientos. Habríamos obtenido un sistema de oportunidades iguales, pero de dudosa calidad”, Explica Laukkannen.

Cuando le preguntamos qué enseñanza nos puede dejar la experiencia finlandes, Reijo Laukkannen responde sin dudar. “Es crucial comprender que la educación no se puede reformar en un santiamén. Toma tiempo, mucha paciencia y coherencia. Primero que nada hay que decidir a dónde se quiere ir”. “La educación es como un gran barco que no se puede hacer cambiar de rumbo fácilmente. Una vez lanzado el tiro del timón hay que esperar a que todo el sistema haya girado”, comenta.

“Otro consejo – añade el experto- no copien un sistema de educación ajeno. Creen uno que tome en consideración el contexto económico, social e institucional propios”. A modo de ilustración nos cuenta que en Finlandia no existe un sistema de inspección escolar: “Una medida de este tipo arruinaría la relación de confianza existente entre el Gobierno y el profesorado y que está sustentada en el excelente entrenamiento del cuerpo magisterial. Pero en un país como el Perú la inspección y evaluación son indispensables”, acota.

Laukkannen sabe que al profesor peruano le falta preparación. “No soy nadie para impartir recomendaciones – dice con humildad-, pero me late que en su país urge tomar medidas para mejorar la formación del profesorado”. Una clave indiscutible del éxito finlandés radica en la sobresaliente preparación de sus educadores: todos los profesores pasan al menos cinco años en la universidad para entrenarse en pedagogía y en esta disciplina y una especialidad adicional si quieren enseñar en los tres últimos años de secundaria.

La Mejor
Educación en cifras
Finlandia dedica cerca de 6% de su PBI a educación. Con este porcentaje reubica en la media de inversión de la naciones desarrolladas. Países como Islandia, EE.UU. y Dinamarca dedican el 7,5% de su PBI, mientras que países como Italia, España y Japón destinan 5%. El Perú 3,4% del PBI. Entre los 6 y 7 años de edad mas del 95% de los niños finlandeses se encuentran escolarizados. Les esperan nueve años de educación obligatoria: Seis en primaria y tres en secundaria. A los 16 años, los adolescentes inician la educación secundaria superior para luego acceder a la universidad u optar por la educación vocacional para aprender un oficio. En ambos casos , estudian 3 años más.

Para sus 5,2 millones de habitantes, Finlandia dispone de 4,433 centros educativos 31 escuelas politécnicas y 20 universidades. Casi un millón de alumnos cursan primaria y secundaria cada año. Las escuelas son pequeñas comparadas con las del Perú. Las urbanas suelen tener unos 250 alumnos. Un colegio secundario considerado “grande” puede llegar a tener entre 500 y 600 estudiantes. Las clases tienen 25 alumnos como máximo.

Erik Struyf Palacios
Fuente; El Comercio
BLOG http://www.bibianapastor.com/modules.php?name=News&file=article&sid=110

PISA 2006: RANKING INTERNACIONAL DE SISTEMAS ESCOLARES

CLAVES DEL EXITO DEL SISTEMA ESCOLAR DE FINLANDIA

FINLANDIA ENCABEZA EL ULTIMO RANKING (PISA, 2006) DE LA EDUCACIONAL MUNDIAL

La última prueba PISA realizada por la OCDE tuvo lugar en 2006, y los resultados se dieron a conocer a fines del 2007 después de su procesamiento. Reproducimos a continuación un artículo publicado recientemnet en una revista alemana donde se resumen los principales resultados indicados en el último Informe Pisa, con la finalidad de recordar datos que ayudan a comprender el renovado interés por el sistema educacional Finlandés, que en la 3 ultimas pruebas Pisa ha ocupado el primer lugar, justificando con ello la calificación de ser el mejor sistema educacional a escala mundial. Nótese al pasar que se trata de un sistema eminentemente público, gratuíto, con niveles de excelencia desde el escalón primario hasta el universitario. Los sistemas escolares de países donde se prioriza la educación privada, como EE.UU. por ejemplo, muestran resultados notoriamente inferiores como se observa en el texto que publicamos aqui. E.A.

INFORME PISA 2006: FINLANDIA DE NUEVO EN EL PRIMER LUGAR


En total se hicieron tests a 400.000 escolares en 57 países, entre ellos los 30 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como parte del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) 2006. El informe se realiza cada tres años. Finlandia ocupó el primer puesto en ciencias, con un total de 563 puntos, seguido de Hong Kong (542) y Canadá (534).


En cambio, Estados Unidos mostró una marca sorprendentemente baja, de 489 puntos, y fue superado por varios países del centro y este de Europa como República Checa, Eslovaquia, Polonia y Eslovenia.


Debido a la creciente importancia de la tecnología en las economías actuales, el estudio puso mayor énfasis que en el pasado en la capacidad de comprender y resolver problemas científicos.


Ciencia, crucial para el futuro


'Las actitudes de los escolares hacia la ciencia serán cruciales para los países', señala el informe, que añade que aunque la mayoría de los alumnos dice haber sido motivado para estudiar ciencias, sólo un pequeño número de ellos planea hacerlo.

En lectura, los que más destacaron fueron los adolescentes surcoreanos con 556 puntos, seguidos de Finlandia (547) y Hong Kong (536). Finlandia ya encabezó los estudios PISA en 2000 y 2003. A su vez, en matemática destacaron los taiwaneses, con un puntaje de 549, ligeramente por encima de Finlandia (548) y Hong Kong y Corea del Sur (ambos con 547).

Una vez más, los estadounidenses mostraron resultados por debajo de la media, menos de 474 puntos, casi el mismo nivel que los alumnos de la Federación Rusa. La OCDE añadió que Polonia aumentó considerablemente su rendimiento en lectura respecto a 2003, mientras Grecia y México registraron importantes mejoras en matemáticas. Sin embargo, los resultados fueron en general decepcionantes.


España: problemas educativos


España tiene problemas en materia educativa. El nivel de comprensión lectora de los alumnos de 15 años bajó de manera 'muy notable', el de matemáticas es 'ligeramente inferior' al de años anteriores y el de ciencias no ha cambiado apenas desde 2003. Según la media ponderada en virtud del número de alumnos por país, España se sitúa en esos tres aspectos por debajo del total de los 30 países miembro de la OCDE.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, atribuyó el problema a que ha habido 'muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo fruto del país que teníamos' y apostó por esperar a que 'haya una generación en España que haya tenido un porcentaje de educación más allá de la obligatoria igual que la europea, cuando haya habido una generación que en idiomas haya tenido lo que hace 20 años en Europa'.

La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, admitió por su parte que existe 'un problema en lectura', pero consideró no obstante que en lo relativo a las ciencias, España no está tan mal en comparación con el resto de países analizados en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).


http://www.dw-world.de/dw/article/0,2144,2985949,00.html