27 de marzo de 2008

Para cuando la reforma universitaria?

Por qué la reforma universitaria no tiene para cuando

Podría concretarse recién en el próximo Gobierno

La acusación constitucional contra Provoste, sumada a la compleja implementación de la Ley General de Educación auguran un largo periplo para la iniciativa. Y como guinda de la torta, la decisión que el consejo asesor traspasó a Bachelet sobre el rechazo o “sinceramiento” del lucro en el sistema, para nada despejan el camino de una decisión clave para el país.

Por Claudia Urquieta. El Mostrador.cl

El horno no está para bollos. Al menos no para la esperada reforma de la educación superior, que podría entrabarse por un largo período a raíz de factores que directa e indirectamente impedirían que el Gobierno centre sus esfuerzos en impulsarla.
Así lo adelantan fuentes gubernamentales, que aseguran que la aprobación del proyecto de ley que debe presentar el Ejecutivo podría tardar a lo menos 6 meses, y que incluso podría aplazarse para el próximo período presidencial.
La razón es simple: el Ministerio de Educación (Mineduc) tiene centrada su atención en qué pasará con la acusación constitucional que afecta a la ministra de la cartera, Yasna Provoste, quien el miércoles presentó sus descargos ante la comisión que dirimirá si acoge o no el libelo.
Paralelamente, es necesario avanzar en la implementación de la Ley General de Educación (LGE) - pactada por el Gobierno, la Alianza y la Concertación- y que aún no ha sido aprobada. Y no hay para cuando, ya que el carácter de “suma urgencia” que se le adjudicó a la iniciativa fue duramente cuestionado por parlamentarios concertacionistas, que rechazaron votarla hasta estudiarla con más detenimiento y escuchar las voces de organizaciones sociales que no concuerdan con la “ambigüedad” del acuerdo.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Educación del Senado, Mariano Ruiz Esquide, asegura que “tengo la impresión de que no se tratará el tema hasta que no se dilucide en el propio Senado la acusación de la Provoste”.
Con respecto a la reforma de la educación superior, comenta que la comisión que preside no ha recibido noticias acerca del informe que el Consejo Asesor Presidencial entregó a la Presidenta Michelle Bachelet el jueves pasado, ni ningún tipo de adelanto sobre “cómo se viene la mano”, más allá de las informaciones de prensa. En suma,el asunto tiene para rato.

La decisión de Bachelet

Más allá de los plazos, uno de los puntos más polémicos de la reforma de la educación superior se centra en el lucro, que al igual que cuando se discutió la reforma de la LOCE en 2007, sacará chispas. Y de paso, contribuirá a retrasar más aún la implementación de la reforma.
De hecho, el consejo asesor no llegó a un acuerdo al respecto, por lo que se optó por dejar en manos de la mandataria la decisión, presentándole dos propuestas: una que apunta a “sincerar” el tema pero transparentar su funcionamiento, y otra que de plano lo rechaza y exige mayores herramientas legales y de fiscalización para impedir el “negociado” de las casas de estudio superior.
El escenario no se plantea sencillo, pero fuentes de La Moneda aseguran que “a la presidenta no le interesa avanzar un milímetro en la línea de permitir el lucro: ni Pinochet lo apoyó, menos lo haremos nosotros”.

Lucro v/s no lucro

Frente a esta decisión, las posturas son diversas. En el caso del director del Departamento de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, Juan Eduardo García Huidobro, opina que “si el optar por el no al lucro significa dejar las cosas como están prefiero el lucro controlado. Tiene que haber regulación, no un sinceramiento en que todo esté permitido. Una Universidad siempre tiene un fin público, sentido nacional, y no puede ser un negocio como cualquiera. En todo caso es complejo, por lo que la Presidenta no podrá decidir de un día para otro”.
En tanto, el miembro de la Comisión de Educación del Senado, Ricardo Núñez, es un férreo opositor al lucro, pero no tiene grandes expectativas al respecto, básicamente porque aunque Bachelet opte por esta línea “la derecha estará en contra”.
“La decisión de Bachelet es extremadamente delicada, y cualquier opción que adopte seguro va a significar una larga discusión en el Parlamento, porque se enfrentan dos percepciones muy distintas en educación. En la misma concertación existen puntos de vista distintos”, enfatiza el socialista.
Por ello, augura un escenario similar al vivido para la reforma de la LOCE, que tuvo que vivir largas discusiones entre la oposición y el oficialismo que terminó en cambios no sustanciales en este ámbito.
Para Harald Beyer, coordinador académico del Centro de Estudios Públicos (CEP), la realidad es que actualmente existe educación superior con fines de lucro “pero disfrazada. Se transan universidades en el mercado y somos testigos de ello. Si fuesen efectivamente sin fines de lucro cambiarían los consejeros de las instituciones, se fusionarían instituciones, pero nadie se quedaría con ‘vuelto’ en los bolsillos”.
Pero aclara que no tiene nada en contra de la existencia de este tipo de instituciones, ya que existen en otros países y son un aporte. “Eso no significa que sean mejores universidades, en general no lo son”.

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