El sociólogo y antropólogo francés Pierre Bourdieu, se destaca, entre los grandes pensadores contemporáneos, por la importancia de su obra; en el conjunto de la misma sobresalen importantes estudios acerca de la educación. De hecho, hay entre sus trabajos varios análisis que privilegian la educación y los sistemas de enseñanza. Tales análisis permiten explicitar las implicaciones, disimuladas en la mayoría de los casos, de la educación formal e informal en los procesos de dominación simbólica.
por Mendes Catani, Afrânio ; Catani, Denice Barbara ; Pereira, Gilson R. de M.
Constituyéndose en objeto central cuyo examen permite evidenciar mecanismos del conocimiento social, la educación puede también esclarecer las formas por las cuales los agentes conocen las instituciones y se reconocen en ellas, y del mismo modo, cómo operan ese conocimiento y reconocimiento en lo que dice respecto a las producciones simbólicas (arte, ciencia, religión y otras). De acuer do con esta perspectiva, para Bourdieu (1987 a, p.295) "la sociología de la educación configura su objeto particular cuando se constituye como ciencia de las relaciones entre la reproducción cultural y la reproducción social, o sea, en el momento en que se esfuerza por establecer la contribución que el sistema de enseñanza ofrece en vistas a la reproducción de la estructura de las relaciones de fuerza y de las relaciones simbólicas entre las clases". La palabra "contribución", en este trecho es esencial para aprehender el espíritu de la sociología de la educación practicada por Bourdieu. Para ésta, la cuestión a ser investigada en cada caso particular--entendido siempre como "modalidad de lo posible", esto es, "el invariante en la variante observada"-- es siempre la contribución del sistema de enseñanza y la forma específica por la cual ésta se reviste para la reproducción de la estructura de las relaciones, simultáneamente de fuerza y simbólicas, entre todos los agentes sociales (grupos, clases, instituciones).
Bourdieu reiteró, de manera obsesiva, a lo largo de su obra, los beneficios heurísticos de la experiencia cruzada entre el "desenraizamiento de un universo familiar" y la "familiarización con un universo extranjero" (Miceli, 1999).
Era hijo de un modesto empleado de correos de la región de Béarn (Pirineos Atlánticos), nació en Denguim (1930) y falleció en París (2002); estudió primero en el Liceo de Pau, y luego en Paris, en el Liceo Louis-le-Grand. Sus estudios superiores los hizo en la Facultad de Letras y en la Escuela Normal Superior (ENS), núcleo de reclutamiento y formación de la élite intelectual francesa de esa época. El hecho es que Bourdieu se benefició del eficiente sistema público de enseñanza del país, consolidado a lo largo de la III República (1870-1940).
Graduado en filosofía, escribe que en los años 50, quando era estudiante, aquellos que se distinguían por una "brillante trayectoria" no podían, so pena de bajar de categoría, dedicarse a tareas prácticas, tan vulgarmente banales, como las del oficio de sociólogo (Bourdieu, 1992,p.176). En este mismo libro, unas líneas más adelante, agrega: es evidente que la conversión que experimenté para adherir a la sociología no era ajena a mi trayectoria social. Viví la mayor parte de mi juventud en una pequeña ciudad del suroeste de Francia. Y sólo pude satisfacer las exigencias de la institución escolar renunciando a muchas de mis primeras experiencias y adquisiciones, y no solamente a mi acento original (....) La etnología y la sociología me permitieron reconciliarme con mis primeras experiencias y asumirlas sin perder nada, creo, de aquello que adquirí posteriormente. Eso es algo no común entre los desertores, que experimentan con frecuencia un profundo malestar y a veces se avergüenzan de sus orígenes y experiencias originarias. La investigación que realicé a mediados de 1960, en aquella pequeña ciudad, me permitió descubrir más cosas acerca de mí que cualquier otra forma de introspección. (Bourdieu, 1992, p.1767).
Dio clases en el Liceo de Moulins (1954-1955), hizo el servicio militar en Argelia (1955-1958) quedándose dos años más en ese país, como profesor asistente en la Facultad de Letras de Argel (1958-1960). Su carrera posterior fue la siguiente: profesor en la Facultad de Letras de Lille (1961-1964), y a partir de 1964, director de estudios en la Escuela de altos Estudios de Ciencias Sociales, director del Centro de Sociología de la Educación y de la Cultura (Paris). En 1975 creó la revista Actas de la Investigación en Ciencias Sociales y en 1981, fue titular de la Cátedra de Sociología del Colegio de Francia, después de haber competido con Raymond Boudon y Alain Touraine.
En el conjunto de sus libros y artículos, Bourdieu combinó con talento tres de los llamados "padres fundadores" de la sociología que antes de él, tradicionalmente eran confrontados, a saber, Karl Marx, Émile Durkheim y Max Weber.
Sus actividades de investigación se iniciaron en Argelia, a fines de los años 50, luego con Jean-Claude Passeron, estudió los mecanismos escolares de reproducción social (Los herederos, 1964 y La reproducción, 1970) habiendo desarrollado "una obra multiforme en innumerables terrenos, siempre con la preocupación de que la elaboración teórica no fuese nunca totalmente separada del trabajo empirico", integrando otros aspectos en sus reflexiones. "Es el caso, por ejemplo, de una obra colectiva organizada por él, La miseria del mundo (1993), centrada en la manera en cómo las formas de sufrimiento moldean la subjetividad de los individuos. Aquello que él llamó 'constructivismo naturalista' sintetiza bien la originalidad de su obra, particularmente en lo que respecta a los trabajos que fueron publicados desde fines de los años 70" (Corcuff, 1997, p.37).
Bourdieu escribe en Cosas dichas que si tuviese que caracterizar su trabajo en pocas palabras, hablaría de un constructivismo estructuralista, tomando la palabra "estructuralismo" en un sentido muy diferente a aquel que le es dado por la tradición saussuriana o lévi-straussiana. Por estructuralismo o estructuralista, quiero decir que existen, en el propio mundo social y no solamente en los sistemas simbólicos, lenguaje, mito, etc., estructuras objetivas, independientes de la conciencia y de la voluntad de los agentes, que son capaces de orientar o de constreñir sus prácticas o representaciones. Por constructivismo, quiero dicer que hay, por un lado, una génesis social de los esquemas de percepción, de pensamiento y de acción que son constitutivos de aquello que llamo de habitus y, por otro lado, de las estructuras sociales, en particular de lo que llamo de campos y de grupos, y particularmente de lo que se acostumbra llamar de clases sociales (Bourdieu, 1987b,p. 147).
Creemos que algunas palabras deben ser dichas acerca de la Escuela Normal Superior, donde Bourdieu se formó. Fundada en 1794 e instalada en 1847 en el 45 de la calle de Ulm, del otro lado del Panteón y no lejos de la Sorbona, la Escuela tenía la función de reunir alumnos becarios con la finalidad de transformarlos en los mejores profesores de Francia en las más variadas áreas del conocimiento. En el libro de Nicole Masson, La Escuela Normal Superior. Los caminos de la libertad, figura una lista de normalistas que se hicieron célebres en diversos campos (astrofísica, biología, química, economía, edición, geografía, historia, industria, periodismo, lingüística, literatura, matemática, mineralogía, filosofía, física, política, psicoanálisis, sociología y teatro); Gérard Debreu (premio Nóbel de economía); Marc Bloch, Lucien Fèvre, Jacques Le Goff y Paul Veyne (historia); Georges Dumézil (lingüísitica); Jean Giraudoux, Roger Caillois, Paul Nizan, Jean Prévost y Romain Rolland (literatura); André Weil (matemática); Alain, Louis Althusser, Raymond Aron, Henri Bergson, Georges Canguilhem, Régis Debray, Jacques Derrida, Michel Foucault, Maurice Merleau-Ponty, Jean-Paul Sartre y Simone Weil (filosofía); Léon Blum, Jean Jaurès y Georges Pompidou (política); Didier Anzieu y Daniel Lagache (psicoanálisis); Raymond Boudon, Célestin Bouglé, Pierre Bourdieu, Émile Durkheim, Maurice Halbwachs, Marcel Mauss y Alain Touraine (sociología).
Vale resaltar que la Escuela Normal Superior tenía una característica básica, su papel de crisol social. Los costos de un curso de medicina o derecho excedían las posibilidades de las clases obreras y rurales, pero los profesores podían venir de abajo, gracias a las becas disponibles para la continuación de sus estudios. Escribiendo en la década del 20, Albert Thibaudet [autor de La república de los profesores] descubrió que entre ocho o nueve de cada diez alumnos de la Normal habían recibido becas. La persona podía haber nacido y haberse criado en una provincia distante y aún así ser aceptada en la Normal; una vez en el Khâgne [clase preparatoria literaria para la Normal], preparatorio, y después., en la Escuela, establecería los contactos que servirían para toda la vida. Para ingresar en la sociedad, era un medio tan bueno como haber sido criado en un barrio elegante de París. (Lottman, 1987,p.38).
Aún en la actualidad un/a joven francés/a que desee ser profesor/a encontrará en la Escuela Normal Superior condiciones bastante tentadoras: después de haber superado un riguroso proceso selectivo, firma un contrato con el Estado, a través del Ministerio de Educación, mediante el cual está obligado/a a trabajar para el gobierno durante diez años. En ese plazo están incluidos los cuatro años regulares del curso. De esta manera el/la joven académico/a es inmediatamente empleado/a público/a a partir de su ingreso a la Escuela, recibiendo una beca de 8.80.0 francos franceses (aproximadamente 1.000 euros). Obtiene, además, a precios considerablemente subsidiados, alojamiento y alimentación en la propia institución.
Las observaciones que se hacen acá sobre la obra de Bourdieu pretenden situar las maneras en que el autor fue leido y comprendido en Brasil, así como las formas de incorporación de sus proposiciones en los estudios del campo educacional. Para hacer eso posible se examinaron las producciones divulgadas en veinte periódicos educacionales:
ANDE, n.1-21, San Pablo, 1981/1995; Cadernos CEDES, n.1-50, Campinas, SP, 1980/200; Cadernos de Pesquisa, n. 1-110, San Pablo, 1971/2000; Contexto e Educação, n.1-53, Ijuí, RS, 1986/1999; Educação & Filosofía, n.1-25, Uberlândia, MG 1986/1999: Educação & Realidade, v.1-24, Porto Alegre, 1976/1999; Educação e Seleção, n. 1-20, San Pablo, 1980/1989; Educação e Sociedade, n. 1-7, Campinas, SP, 1978/2000; Educação em Debate, n.1-37, Fortaleza, 1978/ 1999; Educação em Revista, n. 1-30, Belo Horizonte, 1985/1999;...
Hace 4 años
MUCHAS GRACIAS POR ESTOS TEXTOS TAN INTERESANTES. GRACIAS POR SU CONTRIBUCIÓN AL PENSAMIENTO.
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