La petición de renuncia a la titular de la cartera es una de las grandes novedades que traen los estudiantes este año. Las diferencias por el lucro y otras hierbas produjeron fuertes roces y tanto universitarios como secundarios anuncian que no cesarán en sus demandas. En sus discursos aclaran que ejercerán el derecho a pataleo con tomas y paros, mientras Mónica Jiménez llama a establecer un puente de conversación desde su nueva oficina.
Por Beatriz Michell / La Nación Domingo
Pocos días después del 22 de noviembre del año pasado, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) recibió una carta de la ahora destituida ministra de Educación, Yasna Provoste. "Nos felicitó por nuestro triunfo y nos dijo que teníamos las puertas abiertas para conversar con ella", recuerda Jaime Zamorano, actual presidente de la FECH. Las cosas han cambiado y las relaciones con Educación se volvieron hostiles. Hoy, justo a un mes de que juró Mónica Jiménez como nueva titular de la cartera, los estudiantes de la casa de Bello alegan que nunca han recibido una carta, ni un llamado por teléfono, ni han tenido la posibilidad de conversar.
"Yo podría estar diciendo lo mismo: ‘Es que no me mandaron carta’. Tampoco le mandé carta al Colegio de Profesores, ni al Parlamento. Yo encantada me reúno con la FECH, converso con ellos y tenemos la mejor relación del mundo", rebate Jiménez. Aunque con Provoste los roces también abundaron porque hay que reconocer que los estudiantes son la piedra en el zapato de cualquier ministro , al menos la destituida DC nunca fue blanco de dardos tan duros como una petición de renuncia y enfrentó movilizaciones sólo en mayo.
La carta que le entregaron universitarios y secundarios a la actual titular del Mineduc el jueves pasado, decía claramente que los estudiantes manifiestan "en contra de la actual ministra de Educación, señora Mónica Jiménez de la Jara, una enérgica censura, por haber manifestado una postura a favor del lucro en la educación en su participación en el Consejo Asesor Presidencial de la Educación Superior. En consecuencia, exigimos la renuncia de la ministra". Nada más y nada menos. Los secundarios lo advirtieron. Ignacio Bravo, presidente del Centro de Estudiantes del Liceo Confederación Suiza, asegura que la animadversión hacia la nueva ministra no es algo personal. "Nosotros dijimos que si nombraban a alguien que estaba en el Consejo Asesor, no íbamos a conversar con ella. Hubiéramos cortado el diálogo con cualquier ministro que hubiera estado con el consejo", explica el dirigente pingüino.
UNIVERSITARIOS AGUERRIDOS
La participación de la ministra de Educación en el Consejo Asesor y su defensa del lucro la sepultaron ante los ojos de universitarios y liceanos, pero la reciente conformación de su equipo de asesores le echó más tierra a la tumba. "Le hicimos el alcance de que el grupo que tiene como asesor es una minoría que tiene una tendencia neoliberal, privatizadora y a favor del lucro", asegura Jaime Gajardo, presidente del Colegio de Profesores. Pilar Romaguera, Carlos Eugenio Beca, Alejandra Mizala y Pablo González fueron los elegidos para el panel de expertos, pero después de las críticas del Colegio de Profesores, se incluyó a Abelardo Castro, académico de la Universidad de Concepción, y a Guillermo Sherping, ex dirigente del magisterio. Ambos renunciaron por sentir que ya había una tendencia muy marcada en el grupo.
Como si esto fuera poco, la compleja situación que hoy viven la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem) cuyo rector renunció esta semana por presión estudiantil y la Universidad de Valparaíso los estudiantes han pedido que sea vendida por su crisis financiera , exponen a Jiménez a nuevas críticas. "Como Utem estamos pasando por una crisis súper fuerte, pedimos una reunión con la ministra apenas asumió y no hemos tenido ni un llamado de parte de ella. Sólo nos hemos contactado con la gente de la División de Educación Superior por teléfono. Ninguna reunión formal", alega el presidente de Federación de Estudiantes de la Universidad Tecnológica. Esa casa de estudios agudizó su crisis luego que la Comisión Nacional de Acreditación rechazara su certificación por impartir carreras en alianza con empresas privadas, práctica objetada por la Contraloría.
Los estudiantes de la Universidad de Valparaíso, que permanecen en toma con más de un 90% de adhesión, sí pudieron conversar personalmente con Jiménez, pero aseguran que mantendrán el paro si la ministra no resuelve la situación de la universidad estatal. "Estamos pidiendo pronunciamiento con respecto a la crisis financiera y una inyección de recursos fresca. El paro se extenderá contra el Mineduc porque no queremos la quiebra", confirma Ximena Muñoz, secretaria general de la Federación de Estudiantes. Sin embargo, en el ministerio aseguran que no tienen la posibilidad de intervenir porque la ley le da una autonomía muy grande a estas casas de estudios, aunque sean estatales.
DISPAROS CONTRA LA LEY
Ya no es la LOCE. La iniciativa legal que ahora tienen los estudiantes entre ceja y ceja es la Ley General de Educación (LGE) que será discutida a partir del martes en el Congreso , y así lo manifestaron a través de lienzos y discursos durante la jornada de paro nacional del jueves. En la marcha de ese día, también estuvieron presentes funcionarios de la educación y el Colegio de Profesores. "Nosotros decimos que la LGE consagra el lucro porque no obliga a reinvertir. La visión que ella tiene es muy distinta a la que tenemos nosotros. Ella efectivamente cree que la LGE prohíbe el lucro", asegura Gajardo, que ya le manifestó sus aprensiones a la ministra en una reunión de una hora y media que tuvieron a comienzos de mayo.
Jiménez, con profesores y estudiantes a la ofensiva, insiste en que la LGE pone fin al vilipendidado lucro en la educación, pero la verdad es que está lejos de convencerlos. Mientras la ministra asegura que está dispuesta a debatir, los estudiantes aseguran que seguirán movilizándose durante todo el año y planean un paro general para junio o julio, además de una protesta masiva en las calles de Valparaíso el 21 de mayo, mientras Michele Bachelet esté entregando al país su cuenta presidencial.
DEL PASE A LA CONSTITUCIÓNAntes se movilizaban por un pase escolar o becas, pero desde la revolución pingüina, en 2005, pasaron a atacar la misma institucionalidad educacional. La LGE, el lucro o la municipalización hoy son los temas que los mueven. La carta que la Confech entregó a la ministra esta semana consta de once demandas. Aquí reproducimos algunas:
• Congelamiento real de aranceles para todas las universidades del Consejo de Rectores.
• Creación de un mecanismo de aporte fiscal que permita terminar con el autofinanciamiento de las universidades y eliminación del Aporte Fiscal Indirecto (AFI).
• Derogación de la LOCE y veto inmediato a la LGE
• Fin al lucro en la educación.
• Gratuidad en la obtención de la Tarjeta Nacional Estudiantil (símil del pase escolar).
• Triestamentalidad (gobierno de funcionarios, estudiantes y profesores).
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