6 de abril de 2008

La Píldora y el silencio de la DC

A pesar que fue un democratacristiano quien inclinó la balanza en la votación del tribunal, la DC ha guardado absoluto hermetismo respecto a la decisión de ese organismo.

Si bien todos han coincidido en que Mario Fernández ex ministro de Defensa de Ricardo Lagos y actual miembro del TC no respondió a presiones más que las que nacieron en su propia conciencia, hay otros que esperaban que votara más cerca de las políticas públicas concertacionistas. Sin embargo, no fue así.

“El partido no va a lincharlo por su votación, eso fue privado y la presidenta [Soledad Alvear] tampoco puede pronunciarse sobre el tema porque no hay consenso”, dice un importante miembro de la tienda.

Aunque Alvear había manifestado su abierta oposición a que la píldora se entregara a las niñas mayores de 14 años, no ha hecho comentarios sobre esta última decisión del tribunal que afecta a una gran masa electora de mujeres que eventualmente se verían frente a la opción de votar por ella si es candidata presidencial.

Hay quienes piensan que la posición de la falange responde también a su cercanía con la Iglesia Católica, una presión que incluso usaron las cientos de manifestantes que protestaron por el fallo frente al TC el jueves pasado: “Alejen sus rosarios de nuestros ovarios”, rezaban las pancartas que prometen multiplicarse en las próximas semanas.

Destacados miembros de la Iglesia Católica influyeron en la decisión final del Tribunal Constitucional. “No es menor que haya sido el propio Fernando Chomalí [miembro de la Comisión de Bioética de la Conferencia Episcopal] quien participó en los alegatos sentado en la primera fila”, comenta un abogado constitucionalista.

Aunque la decisión del tribunal no es apelable, hay quienes piensan que esta acción se devolverá como un boomerang en el terreno político.

Claudia Dides, directora del Programa de Género y Equidad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), se pregunta si las mujeres estarán dispuestas a votar por algunos candidatos que pertenezcan a la tendencia que pidió al TC la inconstitucionalidad de los métodos anticonceptivos. “Esto los va a afectar en las elecciones municipales”, dijo.

(parte final del artículo NO FORNICARAS, publicada en La Nación Domingo).

2 comentarios:

  1. Un año más tarde, me encuentro nuevamente refiriéndome al tema de la píldora del día después y verdaderamente no se entiende el empeño obsesivo de quienes están trás su prohibición.
    Como Orientadora Familiar y Juvenil, desarrollé hace años en La Pintana varios talleres de sexualidad con mujeres en situación de extrema pobreza, y como lo expresé anteriormente, me encontré con que la mayoría de esas mujeres reconoció después de un trabajo respetuoso y abierto con ellas, que habían sido objeto de abuso sexual en su niñez o adolescencia y llevaban ese dolor muy escondido, junto con el recuerdo de traumáticos abortos, o de hijos entregados a instituciones .
    La realidad de las niñas en situación de riesgo social -quienes son las destinatarias por excelencia de la medida del Ministerio- nada tienen en común con la imagen de niñita, que probablemente deben tener como referente los integrantes del TC, que estan por rechazar la píldora. La extrema pobreza -una situación que estoy segura ellos no conocen de cerca- crea condiciones favorables para la promiscuidad sexual, la violencia machista y la falta de autoestima de las niñas como consecuencia del ambiente que viven, y su inicio sexual se adelanta prácticamente a la niñez. El impedir la entrega de la píldora, no solo es un atentado contra las legítimas políticas de salud pública de un gobierno elegido por mayoría, sino que es una crueldad contra miles de niñas y jovenes que sufren el drama de la sexualidad forzada o no deseada. Quienes por aferrarse a la teoría abortiva de la píldora –negada por destacados especialistas- pretendan imponer su moral personal y condenar así a los más vulnerables y desfavorecidos, como son las niñas en situación de pobreza, lo que hacen es condenarlas a una vida donde los horizontes no existen, porque se las condena a permanecer en el círculo de la pobreza y marginadas de la sociedad.
    Está claro que junto a las medidas de educación y planificación familiar, hay que reforzar y focalizar todas las medidas de protección social que sean necesarias para apoyar el desarrollo sano de niños y niñas, para que no abandonen la escuela ni tengan que recurrir a la prostitución o al robo como medida de sobrevivencia, ni a las drogas por falta de horizontes, ni al sexo promiscuo o forzado, porque simplemente está ahí.

    Ximena Güiraldes C.
    Orientadora Familiar y Juvenil
    Con trabajo poblacional con mujeres y jóvenes en situación de riesgo social

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  2. Un año más tarde, me encuentro nuevamente refiriéndome al tema de la píldora del día después y verdaderamente no se entiende el empeño obsesivo de quienes están trás su prohibición.
    Como Orientadora Familiar y Juvenil, desarrollé hace años en La Pintana varios talleres de sexualidad con mujeres en situación de extrema pobreza, y como lo expresé anteriormente, me encontré con que la mayoría de esas mujeres reconoció después de un trabajo respetuoso y abierto con ellas, que habían sido objeto de abuso sexual en su niñez o adolescencia y llevaban ese dolor muy escondido, junto con el recuerdo de traumáticos abortos, o de hijos entregados a instituciones .
    La realidad de las niñas en situación de riesgo social -quienes son las destinatarias por excelencia de la medida del Ministerio- nada tienen en común con la imagen de niñita, que probablemente deben tener como referente los integrantes del TC, que estan por rechazar la píldora. La extrema pobreza -una situación que estoy segura ellos no conocen de cerca- crea condiciones favorables para la promiscuidad sexual, la violencia machista y la falta de autoestima de las niñas como consecuencia del ambiente que viven, y su inicio sexual se adelanta prácticamente a la niñez. El impedir la entrega de la píldora, no solo es un atentado contra las legítimas políticas de salud pública de un gobierno elegido por mayoría, sino que es una crueldad contra miles de niñas y jovenes que sufren el drama de la sexualidad forzada o no deseada. Quienes por aferrarse a la teoría abortiva de la píldora –negada por destacados especialistas- pretendan imponer su moral personal y condenar así a los más vulnerables y desfavorecidos, como son las niñas en situación de pobreza, lo que hacen es condenarlas a una vida donde los horizontes no existen, porque se las condena a permanecer en el círculo de la pobreza y marginadas de la sociedad.
    Está claro que junto a las medidas de educación y planificación familiar, hay que reforzar y focalizar todas las medidas de protección social que sean necesarias para apoyar el desarrollo sano de niños y niñas, para que no abandonen la escuela ni tengan que recurrir a la prostitución o al robo como medida de sobrevivencia, ni a las drogas por falta de horizontes, ni al sexo promiscuo o forzado, porque simplemente está ahí.

    Ximena Güiraldes C.
    Orientadora Familiar y Juvenil
    Con trabajo poblacional con mujeres y jóvenes en situación de riesgo social

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