25 de abril de 2008

LOS "PINGUINOS" ESTAN DE VUELTA

Anuncian que protesta de ayer es sólo la primera de una seguidilla de movilizaciones.

El retorno de los estudiantes a la calle tuvo ayer, además de unos 500 detenidos en todo el país, la muestra de una nueva horneada de dirigentes -más ingenua y menos agresiva que la de 2006- un contingente policial que, por momentos, superó en número a los propios manifestantes y una nueva ministra que guardó silencio.

La Nación.cl

La reaparición de los jóvenes reclamando contra el lucro, la municipalización, el proyecto de Ley General de Educación, una tarifa escolar gratis y una enseñanza de calidad, pareció la vuelta "obligada" a un camino ya hecho. Lo de ayer fue un ejercicio ciudadano de advertencia, donde el 80% de los movilizados eran secundarios, el 10% universitarios y el resto variopinto.

Inicialmente, la movilización fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), pero los universitarios se citaron para las diez y los secundarios para las nueve de la mañana. Ambos, en Plaza Italia. En el lugar, Nicolás Pineda, dirigente del Manuel de Salas, declaró que "esta es la primera de una serie de movilizaciones, porque no vamos a dejar de luchar por la educación hasta que se detenga la discusión de la Ley General en el Congreso".

"Si se aprueba esta ley, significa dos años de irrevocabilidad y, por lo tanto, dos años de retroceso en la lucha por una educación de calidad. La LGE fue fruto de un acuerdo de la elite política y la reforma a la educación debe ser normada por toda la sociedad", dijo convencido.

MINISTRA SILENCIOSA

A esa misma hora la nueva ministra de Educación, Mónica Jiménez, se reunía con el Consejo de Rectores, y se negaba a hablar del movimiento estudiantil. Sólo se limitó a valorar el informe del Consejo Asesor para la Educación Superior, que ella integró. En las calles, en tanto, y sin propuestas concretas sobre cómo alcanzar sus objetivos, los secundarios y los pocos representantes de la FECH pactaban la ruta de la marcha con el mayor de Carabineros a cargo del operativo por el Parque Forestal hasta el Museo de Bellas Artes.

NI TAN JÓVENES

Pasadas las 10 de la mañana integraban la columna de la marcha unos dos mil jóvenes. Incluidos algunos no tanto. "¡Mira, si va hasta un abuelito!", exclamó un secundario a sus pares al ver un apoderado que marchó con ellos. Mientras ellos bromeaban, carabineros los seguía de cerca con unos seis carros lanzagases, cuatro micros, al menos dos carros lanzaagua y un gran número de efectivos.

Pasado el puente Patronato, estos últimos entraron en acción. Mientras dos "zorrillos" cortaban la marcha en cuatro y los jóvenes escapaban, ellos los tomaban detenidos y les propinaban bastonazos y otros golpes. "¡Cobardes!", les gritó una mujer varias veces, hasta que la detuvieron. En la trifulca cayeron también el dirigente Nicolás Pineda y el canoso apoderado, el "abuelito".

FOTO_04 W:200 H:150 17 kbTras la sorpresa policial, un grupo de jóvenes se agrupó en el Museo de Arte Contemporáneo, donde por fin apareció el presidente de la FECH, Jaime Zamorano, quien -ahora con amplificación- llamó a echar abajo la LGE, junto a otros dirigentes universitarios con encendidos discursos, pero pocos representados.

"La ministra actual estaba a favor del lucro en educación, pero esperamos reunirnos con ella para que entienda que la educación debe cambiar, pero no a favor de los empresarios", acotó el presidente metropolitano del Colegio de Profesores, Jorge Abedrapo.

Entonces, tras un nuevo "acuerdo" con Carabineros decidieron marchar hacia la Escuela de Derecho de la "U". Allí fueron nuevamente encerrados y cuando tres de ellos intentaron extender un lienzo en la calle, la fuerza pública terminó su trabajo. Era hora de almuerzo.

Todo, hasta nuevo aviso, posiblemente hasta la primera semana de mayo cuando en Valparaíso se vote en la Cámara el mentado proyecto de LGE.

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