29 de julio de 2008

URUGUAY: DISTRIBUCION DEL INGRESO (2005-2008). DOS ARTICULOS...



En el suplemento de Brecha "Detrás de los números" del 13 de junio de 2008 se publica un excelente artículo de Verónica Amarante y Andrea Vigorito titulado "Pobreza, desigualdad y transferencia de ingresos" donde se muestran algunas características relevantes de la sociedad uruguaya. Nos interesa resaltar los elementos vinculados a la distribución del ingreso donde sobresalen dos características: un leve y permanente aumento de la desigualdad, y un aumento de la participación del 20% de mayores ingresos a costa del deterioro del 80% restante de la población.

La desigualdad se mide con el coeficiente de Gini que marca registros entre 0 y 1, siendo 0 la mayor igualdad y 1 la máxima desigualdad. El índice para Uruguay evoluciona de 0,411 en 1991 a 0,457 en el 2007, que es inclusive superior al registrado durante la profunda crisis de 2002. En la comparación internacional, Uruguay sigue siendo de los países de menor desigualdad, como consecuencia del papel que el estado de bienestar cumplió desde las primeras décadas del siglo pasado.

En directa correlación con este aumento del coeficiente de Gini, la participación en el ingreso total de los cuatro primeros quintiles es la más baja de los últimos 17 años y la del 20% superior es la más alta de este período.

Esta evolución negativa nos merece los siguientes comentarios preliminares:

1.- El crecimiento espectacular del PBI en los últimos cuatro años, no sólo no mejora el incremento de la desigualdad provocada por la crisis productiva, social y financiera del año 2002 sino que dicha desigualdad sigue aumentando.

2.- El 5% de mayores ingresos aumentan con nitidez su participación en el ingreso total y constituye un factor relevante del aumento de la concentración del ingreso. Es factible que en este 5% de mayores ingresos se ubiquen sectores vinculados a la agroexportación y que se están beneficiando de los extraordinarios aumentos de los precios internacionales de los productos de exportación, como carne, lácteos, arroz, soja y trigo. En este 5% de mayores ingresos pueden ubicarse a sectores importadores beneficiados por la profunda caída del tipo de cambio nominal que facilitó un aumento relevante del total de importaciones. También pueden ubicarse en esta situación a intermediarios comerciales, incluidos los supermercados, que aprovechan de situaciones oligopólicas para tener muy altos beneficios en la suba de precios internos de los alimentos.

El accionar de estos intermediarios comerciales influyó para que los precios internos no hayan descendido cuando el gobierno realizó esfuerzos por bajarlos a través de la importación de frutas y verduras.

3.- En la distribución funcional del ingreso ­que explica el reparto entre la masa salarial y el excedente de explotación­, los informes del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, muestran que la masa salarial creció en el año 2007 como consecuencia de la notoria mejora del empleo y del salario real, pero se mantiene 5,6% por debajo de los niveles alcanzados entre 1998 y 2001. Este es un tema relevante en la explicación del aumento de la desigualdad en la medida que la masa salarial, que tuvo un descenso significativo durante la crisis de 2002, alcanza en el año 2007 una menor participación en el PBI con respecto al período previo a la crisis de 2002.

4.- Es posible que la profunda fragmentación social de Uruguay influya también en estos resultados. La distancia entre trabajadores formales e informales se puede estar incrementando con la mejora del empleo derivado del fuerte crecimiento del PBI. Inclusive se pueden estar aumentando las diferencias entre los salarios del personal más calificado con respecto a los menos calificados.

5.- Como elemento de contexto a esta situación, pero sin influencia directa sobre los resultados explicitados en esta nota, dos de las reformas más relevantes del actual gobierno, como la reforma tributaria y la de la salud, que tienen elementos positivos, pueden calificarse como muy amigables al capital.

La reforma tributaria rebajó la tasa del impuesto a la renta de las empresas de 30% a 25% como estímulo a la inversión, medida nunca solicitada ni festejada por los sectores empresariales. La reforma tributaria contempla un impuesto a la renta de carácter dual, diferenciando las formas de cálculo y las tasas de las rentas del trabajo con respecto a las rentas del capital.

En los mayores niveles de ingreso, las rentas de capital pagan menos que las rentas del trabajo, lo que seguirá afectando en el futuro a la distribución del ingreso. Además la reforma tributaria no permitió un mayor control de la evasión de impuestos por parte de los empresarios y las empresas, al no permitir el levantamiento del secreto bancario con fines exclusivamente de control tributario

La reforma de la salud ayuda muy limitadamente a la equidad al plantear una redistribución del ingreso desde la sociedad que paga impuestos y de los asalariados formales de mayores ingresos a favor de los asalariados formales de menores ingresos. La solidaridad solicitada a los asalariados de mayores ingresos no se hace extensiva a los profesionales, que sólo se incorporarán en el año 2011, ni a las rentas de capital que son las que más deberían contribuir a la atención de los más necesitados.

Además de una reforma amigable al capital, no incluye en el seguro de salud a los trabajadores y sus familias que no cotizan. Es decir, no incluye a los desocupados ni a los trabajadores informales que es donde se ubican las más altas proporciones de la población en situación de pobreza e indigencia que obligatoriamente se atenderán solamente en hospitales públicos que no han recibido las mejoras indispensables con respecto al deterioro sufrido por estas instituciones en los gobiernos anteriores.

Por Alberto Couriel, Senador de la 609 - FA, economista.

http://www.larepublica.com.uy/contratapa/316092-la-distribucion-del-ingreso-en-uruguay



LOS SECTORES MAS RICOS DEL PAIS SE REPARTEN EL 60 % DEL INGRESO URUGUAYO

publicado en COMERCIO Y PRODUCCION |

Los uruguayos que integran los tres deciles más ricos perdieron 1,4% su captación del ingreso nacional en 2005, pero recuperaron 0,7% en 2006. Capturan 62,5 de cada 100 pesos del ingreso nacional. El sector de ingresos medios de los uruguayos fue el único que perdió el año pasado participación en el ingreso nacional; los sectores de menores recursos recuperaron en 2005 y 2006; y los más ricos perdieron en el primer año, pero recuperaron la mitad perdida el año pasado.

La información surgió de un estudio de las investigadoras del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, Verónica Amarante y Andrea Vigorito, publicado por el Instituto Nacional de Estadística.

EL INFORME

El trabajo divide la población uruguaya que habita localidades de 5.000 y más habitantes en 10 partes iguales (deciles), y analiza sus participaciones en la distribución del ingreso nacional. El gobierno del ex presidente Jorge Batlle transfirió la administración al presidente Tabaré Vázquez con el decil más pobre captando 1,7% del total del ingreso y los siguientes, 2,9%, 3,9%, 4,9%, 6,2%, 7,6%, 9,4%, 12%, 16,5%, y 34,9%, respectivamente.

Para simplificar el análisis se agruparon los tres deciles más pobres, los tres más ricos y los cuatro intermedios. El gobierno de Vázquez recibió el país con los tres deciles más pobres de la población recibiendo 8,5 pesos de cada 100 del ingreso nacional; los tres más ricos captando 63,4 pesos y los sectores medios 28,1 pesos.

En 2005, los más pobres pasaron a obtener 8,9 de cada 100 pesos, lo que es una mejora de 40 centésimos; los sectores medios captaron 29,3 pesos, 1,2 pesos más que en 2004 y los más ricos 62 pesos, lo que hizo una pérdida de 1,4 pesos. Dentro del grupo de los más pobres, los dos deciles de menores ingresos ganaron 10 centésimos cada uno, cada 100 pesos de ingreso nacional en 2005, y el más cercano a los sectores medios ganó 20 centésimos. Los tres deciles de menores ingresos volvieron en 2005 al nivel que tuvieron desde 2001 a 2003, lo que señala que en 2004 pasaron por su peor momento. Los sectores intermedios (del decil cuatro al séptimo) llegaron en 2005 al mayor grado de participación de la distribución del ingreso nacional en los seis años estudiados (29,3%).

LOS SECTORES ALTOS

Quienes integran los tres deciles más ricos acumularon en 2005 la menor retención de la distribución del ingreso nacional (62 %) en el período analizado (62,1% en 2001; 62,2% en 2002 y 62,5 en 2003). En el segundo año del actual gobierno, los tres deciles más pobres ganaron otros 20 centésimos cada 100 pesos distribuidos del ingreso nacional y alcanzaron el mayor nivel de participación (9,1%) en los seis años.

Los integrantes de los cuatro deciles medios perdieron 58,33% de lo que habían recuperado en 2005, y pasaron tener una participación de 28,6% en la distribución del ingreso, el mismo que en 2003 (en 2002 tuvieron 29% y en 2001 el 29,1%). Los más ricos recuperaron la mitad de lo perdido en 2005. Las autoras advierten que los consejos de salarios y el crecimiento del empleo operaron estos cambios. Similar análisis se hace desde el Ministerio de Economía y Finanzas, aunque le acompañan con la idea macro: estabilidad, señales claras y vigoroso crecimiento de exportaciones.

El nuevo sistema tributario hará que los tres deciles de menores ingresos y los cuatro intermedios ganen 9,5 pesos cada 100 pesos del ingreso nacional distribuido, en tanto que el conjunto de los tres deciles más ricos perderá 3,2 pesos cada 100 que actualmente captan, según estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas. El investigador del Centro de Investigaciones Económicas y del estudio CPA/Ferrere, Adrián Fernández, estimó el impacto que la vigencia del nuevo sistema tributario tendrá en distintos sectores de la población.

El trabajo, divulgado en una jornada de la Cámara de Industria sobre la inversión, reveló que la nueva distribución del ingreso establecerá que los tres deciles más pobres captarán 10,5% del total, los cuatro intermedios 30,2%, y los tres más ricos 59,3%. Estimó que los sectores más pobres utilizarán el total de esos mayores ingresos en consumo, los del sector medio el 30,1%, y los más ricos 54,7%. Los más ricos tendrán capacidad de ahorro de 4,5%, los medios 0,2%, y los más pobres nada. Calculó que el real ahorro sobre el ingreso por decil será nulo en los tres deciles más pobres, acumulará 2,3% en los cuatro medios y 20,8% en los tres más ricos.

http://uruguayescribe.com/2007/06/29/

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