16 de julio de 2008

LAS DOS CARAS DEL "BOOM" PERUANO



Redacción BBC Mundo

Niño en las afueras de Lima.
El ininterrumpido crecimiento económico peruano no se ha traducido en beneficios para todos.

Hace pocos días, el suplemento de viajes del New York Times publicaba una nota en la que se hablaba de las bondades de Lima como nuevo destino turístico, alabando la "alta cocina" peruana de lujo y los diseñadores de ropa locales, y comparando algunas zonas de la capital peruana con barrios de Manhattan.

En casi perfecta oposición con esa imagen del Perú, las noticias que llegan esta semana desde el sur del país sobre la protesta de mineros ilustran la arista quizás menos explorada del sostenido crecimiento de la economía peruana en los últimos años.

Según cifras oficiales, Perú ha crecido a un ritmo de alrededor de 8% anual en los últimos años, por arriba del resto de los países de América del Sur; durante siete años, la economía del país se ha expandido de manera ininterrumpida.

Pero como los manifestantes en Moquegua y de las demás protestas sociales en el sur del país afirman, el boom económico del país les está pasando lejos, aún cuando los mineros trabajan para la principal productora de cobre del país.

Es más: las exportaciones de cobre, oro y zinc son algunos de los principales motores de la economía peruana.

Esfuerzos

El gobierno de Alan García ha insistido en que sí ha hecho esfuerzos para lograr una redistribución más justa y para ello ha intentado mostrar estadísticas favorables.

Alan García.
García volvió al poder hace menos de dos años.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas e Información, la pobreza en el país se redujo, en los últimos dos años, un 10%.

Pero apenas se conocieron esas cifras, la oposición y algunos expertos salieron a disputar su fiabilidad, y las atribuyeron a un cambio en la metodología de medición y a que no habían tenido en cuenta los aumentos de la inflación y de los precios de los alimentos.

Como afirma el corresponsal de la BBC en Lima, Dan Collyns- esos aumentos de precios han sido más marcados en las zonas rurales que en las urbanas; es decir, en las zonas más pobres del país.

Incluso el gobierno hace pocos días reconoció que la inflación de este año podría ser mayor debido al aumento de los precios de los alimentos y de la gasolina, tal como explicó el presidente del Banco Central, Julio Velarde.

Diferencias regionales

Y uno de los problemas económicos que enfrenta el gobierno de Alan García es exactamente ese: las profundas diferencias regionales en términos de mejoras económicas.

Fábrica de biodiesel en Lima.
Muchos sectores de la economía peruana están en franca expansión.

La capital y zonas del norte del país han experimentado una marcada mejora en sus indicadores económicos, otras zonas -la mayoría de ellas en el sur del país- siguen registrando altos índices de pobreza.

Según el propio INEI, las cuatro provincias del país con mayores niveles de pobreza (que en algunos casos alcanzan casi el 86% de la población) se encuentran en la zona sur del país.

Si se analiza por regiones geográficas, en la zona costeña la pobreza extrema es de 2%, mientras que el mismo indicador en la zona de la sierra alcanza casi el 30%.

Todo señala que estas discrepancias sociales en Perú serán el desafío principal de la segunda mitad del mandato de Alan García en vista de las elecciones presidenciales del 2011. Y al presidente García le tocará rogar para que lo que pase entre ahora y entonces -desde la entrada en vigencia del tratado de libre comercio alcanzado con Estados Unidos hasta la implementación de nuevos programas sociales- lo ayude a mejorar los índices de igualdad en su país.

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