3 de agosto de 2008

LA MINISTRA DE EDUCACION, LOS PROFESORES "CASTIGADORES" Y KUNDERA...., por E. Aquevedo



MUSICA, LA MINISTRA Y KUNDERA

1. Jarrazo y anatema: todos contra María Música

Parece increíble la concertadísima condena y demonización de una chica de 14 años, María Música Sepúlveda, que comete el gravísimo "pecado" de lanzar un jarro de agua a la Ministra de Educación. La prensa, ministros, parlamentarios, la iglesia a través de su más importante pastor, la misma presidenta Bachelet, etc., han rasgado vestiduras contra ese acto atrevido y transgresor de la estudiante, que es visto ante todo como un acto contra la "autoridad", de donde procede su enorme "gravedad".

En sí, tirar un vaso de agua a cualquiera, es un acto desmedido y desagradable, inadecuado además. Es un acto de violencia más "simbólica" que real, es una falta de respeto por el otro, es un acto también de impotencia e impaciencia, a menos que se trate a veces de una simple broma, que evidentemente no era el caso. Por eso no lo justificamos. Pero no exageremos. Se trata, repetimos, de una limitada infracción o transgresión, que no merece el gigantesco y concertado griterío que ha ocasionado. Que tampoco merece obviamente la expulsión de su colegio, como lo decretó rápidamente el Alcalde de su Comuna R. Alcaíno. El Ministro Pérez Yoma, magnánimo, anuncia que el mencionado acto no se judicializará, y que "lo más importante es la sanción social y el repudio generalizado".

Todo ello habla más bien del inmenso autoritarismo de los sectores dirigentes, civiles, policiales o religiosos, de esta sociedad impregnada de hipocresía y de doble estandar. Porque, ¿de donde viene ese ejemplo de "irrespeto", de violencia, de desconsideración, de ausencia permanente y grave de diálogo, de malas maneras, de arrogancia, etc., sino del Poder establecido, de las autoridades vigentes, de las instituciones que representan la "autoridad" (carabineros, militares, gobernantes civiles, entre otros), incluso de muchos padres y familiares, que sistemáticamente no escuchan, no dialogan, no respetan, sino que reprimen a "los de abajo", a los trabajadores, a los subordinados, a los hijos, a los jóvenes? ¿la autoridad no ha respondido acaso con "guanacos", represión, sordera, descalificaciones, anatemas, amenazas, presiones y chantajes a estudiantes que se movilizan, no por "joder", sino en defensa de una mejor educación para ellos y para la sociedad chilena? ¿no es ese el "modelo" de comportamiento que día a día se enseña y muestra como válido y ejemplar a los jóvenes de este país? Ese es en efecto el típico doble estándar de nuestra sociedad: "haz lo que yo digo, no lo que yo hago..." . Doble estándar e hipocresía, en todos los niveles.


2. El castigo "ejemplarizador"...

Pues bien, un sector de profesores del colegio Darío Salas logró imponer la cancelación de la matricula a la estudiante Música Sepúlveda de 14 años, que "faltó el respeto" a la ministra lanzándole un jarrón de agua en medio de una discusión. Esta toma final de posición aparece como un acto de pequeñez, de autoritarismo primario y desproporcionado, pero sobre todo de servilismo frente a las presiones, reconocidas y denunciadas, de los grupos conservadores encabezados por el Alcalde de la Comuna y de todos los que sienten horror frente al "desorden" y a los "desacatos" a la autoridad. Es decir, todo ese sector de funcionarios y burócratas que ya han perdido el alma.

¿Es de extrañar entonces que con docentes de esta categoría, tan carentes de autonomía y de dignidad frente al poder de las fuerzas conservadoras, y con la penosa complicidad gubernamental (pese a las reservas y dudas tardías y sin efectos de Yasna Provoste, S. Alvear y la presidenta), tengamos la educación que tenemos? Podría haberse esperado además una decisión menos acomodaticia y de mayor fuerza moral, que exprese al menos en parte la profunda conexión objetiva etre estudiantes y docentes frente a un sistema educación en plena crisis. Pero no fue así. Este es justamente el tipo de actos que sólo aumentan la desconfianza de los estudiantes y de la sociedad frente a aquellos sectores del profesorado y del oficialismo, que priorizar intereses intereses subalternos o electorales, o criterios autoritarios.

3. La doctrina del "ojo por ojo" de la Ministra...

¿La chica de 14 años debia entonces "pagar" por su atrevimiento, por su insoportable transgresion, que pondría en peligro el "orden publico" y el respeto a los valores sacrosantos de una sociedad jerarquizada y autoritaria? ¿Ese es el mensaje de la ministra, del alcalde y de los docentes serviles? Es decir, ¿definitivamente no al diálogo, no a la comunicación afectuosa con los jóvenes y estudiantes, aunque cometan errores, y no al perdón cuando ellos exageran en su impaciencia? Es decir, el mensaje es que a la violencia hay que rsponder con la violencia, y los subalternos deben siempre someterse al orden jerárquico de la sociedad, bajar la cabeza y caminar como soldados obedientes de este "ejército" de pseudo-ciudadanos... Pink Floyd tenia pues razón, y el Muro sigue ahi....

Kundera, observando atentamente a la Ministra y a sus acólitos, les endilga un par de frases certeras: "¿Qué es a fin de cuentas la necedad? La razón es capáz de desenmascarar el mal que se oculta pérfidamente tras una hermosa mentira. Pero ante la necedad, la razón se muestra impotente. No hay nada que desenmascarar. La necedad no lleva máscaras. Está ahí, inocente. Sincera. Al desnudo. Es indefinible". ¿Es simple e inocente necedad la de la Ministra, o, más grave aún, es la expresión de convicciones que sobreviven de una época obscura que quisiéramos olvidar?


Aunque el método no haya sido el adecuado, María Música tuvo profundamente razón. Porque "siempre hay razón para rebelarse", y mas aún en este país contra una lamentable e insensible tecnoburocracia que sirve prioritariamente al órden y al poder, por encima del diálogo, de la razón y de la justicia.

1 comentario:

  1. He enviado varios comentarios sobre éste tema a algunos de los diarios que han condenado sin piedad a la estudiante, comentando precisamente lo que ud. indica. ¿es posible condenar a una joven estudiante, sin considerar el entorno social, político, económico y cultural que existe en nuestro país? NO, no se puede, el hecho debió llamar a la reflexión a las autoridades, pero la inteligencia que éste acto hubiera significado, para las autoridades, el gobierno y los medios ni siquiera fue considerado.Ingratos recuerdo de la dictadura se me vienen a la mente, pensar distinto era condenable; reclamar derechos hoy también es condenable. Cuidado, el pueblo está siendo testigo de hechos tan reprobables que todos aquellos que luchamos dentro o fuera del país por el retorno de la democracia estamos con mucha rabia y mucha pena.El acto de Música, es sin duda un llamado de atención a tanta sordera, a tanta represión sufrida por los estudiantes, a tanta inequidad que nos aplasta.Cómo se puede condenar así a una niña. El vaso de agua no es caso nada ante la falta de democracia.
    Edelmira

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