10 de agosto de 2008

PERSPECTIVAS DE LA ALIANZA ENTRE LA CONCERTACION Y EL PC. ENTREVISTA A C. CUEVAS.



Usa el Facebook como una herramienta más para el activismo sindical. Cristián Cuevas, el líder de los trabajadores subcontratados del cobre, está abocado en estos días a dos "batallas" que tiene por delante: la elección de la directiva de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), donde integra la lista del Partido Comunista, y la búsqueda de votos para los candidatos de su colectividad en las elecciones de octubre, donde será uno de los rostros de la campaña.

Cuevas, 39 años de edad, ex estudiante de trabajo social y ex dirigente sindical en una empresa proveedora de alimentos de Codelco, de la que fue despedido por organizar una huelga en el 2003, recorrerá cada comuna donde vaya un candidato comunista a ocupar un sillón edilicio. Y estima que en octubre el PC tendrá como recompensa un incremento en su votación.

Su liderazgo quedó de manifiesto cuando a la cabeza de la Confederación de Trabajadores del Cobre movilizó a millares de operarios contra la "precarización de los subcontratados".

Hace oídos sordos a quienes lo califican de "agitador" y un día puede estar marchando junto a los estudiantes o hacia el Congreso en Valparaíso, como al otro participar en una conversación en Santiago con la intelectual canadiense Naomi Klein. En todos esos espacios es recibido como un "rock star".

Desde hace un tiempo ha comenzado a sonar como una posible carta presidencial comunista. "No hay que descartar que el presidenciable PC surja desde el movimiento social", advierte.

Un elector que no adhiere a la oposición en una comuna donde hay pacto por omisión, ¿por qué tendría que votar por un candidato comunista a alcalde? ¿Qué ofrecen ustedes?

Los candidatos a alcaldes del PC representan una posibilidad de profundizar y ampliar la democracia a nivel local. Habría que hacerse una pregunta parecida: ¿por qué deberíamos votar en forma sistemática en las segundas vueltas presidenciales a favor de la Concertación?

Hasta ahora la democracia que tenemos no ha dado solución a la exclusión política, no sólo de los comunistas. Esta elección y las que vienen es una posibilidad de profundizar la relación con el pueblo, en los territorios y en las comunidades. Ahora hay que cumplir los acuerdos, los comunistas cumplimos los compromisos.

-¿Qué tipo de municipio, qué modelo de gestión imagina el PC?

-Queremos hacer gobiernos locales ciudadanos vinculados a los problemas que afectan a las comunidades, con una gestión transparente y participativa. Hay que conocer los problemas que hay en las comunidades y plantearnos formas eficientes de gobiernos locales.

-¿Cómo evalúa la gestión en los cuatro municipios que actualmente gobiernan los comunistas?

-En comunas como Diego de Almagro he visto un proceso de participación notable, con inversiones económicas provenientes de proyectos mineros en la zona y también desarrollo de proyectos muy innovadores. Pero hace falta democratizar los gobiernos regionales, descentralizar la asignación de recursos, introducir la elección directa de intendentes y consejeros regionales. Los municipios gobernados por los comunistas han tenido dificultades y problemas, sí, pero hay que entender esto en su contexto; los comunistas no tienen influencia en las instancias donde se decide la distribución de recursos, los presupuestos y las inversiones.

-¿Y estas dificultades por qué no habrían de persistir en las comunas nuevas que eventualmente llegue a ganar el PC?

-Es que si la izquierda no se vuelca a conquistar más municipios no podremos avanzar. Hay que ir a disputar los territorios locales para seguir democratizando. Pero esto también tiene un correlato a nivel nacional, donde es necesario vincular la lucha de los movimientos sociales y de los trabajadores a la lucha política por cambiar, por ejemplo, la institucionalidad que expresa esta Constitución que tiene la firma de Ricardo Lagos, pero que sigue teniendo un origen fáctico. Las elecciones municipales permiten difundir estas ideas, pero los candidatos a alcaldes deben ir a esa batalla pensando en que su trabajo es hacer un Gobierno local pensando en su comunidad.

-En la DC han surgido focos de resistencia al pacto por omisión con el PC, hay quienes lo han calificado como "error histórico". ¿Esto podría afectar las opciones de los candidatos comunistas?

-Advierto que son sectores minoritarios de la DC, pues la mayoría está contra la exclusión. En Los Andes, donde vivo, la DC busca los votos comunistas y creo que sucederá lo mismo en el resto del país.

-Y en Estación Central, ¿cree que aún existe una posibilidad de acuerdo aunque ya esté inscrito un candidato DC? ¿De todas formas la Concertación debería votar por Hugo Gutiérrez?

-Hay que insistir en toda posibilidad que sirva para ampliar el pacto por omisión que permita derrotar a la derecha, tanto en Estación Central como en otras comunas. El objetivo debe ser ganarle a la derecha, hay que seguir conversando, hay que hacer un esfuerzo. Esta es una oportunidad de arrebatarle a la derecha más comunas, y una de ellas es Estación Central.

-¿Este pacto municipal con la Concertación es un anticipo de lo que viene para las parlamentarias y presidenciales?

-Hay una extendida conciencia entre los trabajadores de que el sistema electoral es excluyente, que no hay participación, que las decisiones las toma una elite. La única forma de romper los candados de esta institucionalidad es con más lucha y más organización; los cambios no van a venir por los acuerdos tomados dentro del Parlamento o en el Gobierno. Los pactos por omisión permiten acuerdos limitados, pero no garantizan los cambios que queremos. Los cambios se producirán si masificamos la movilización social, como se hizo en dictadura o como se hizo en otras épocas. Hay que articular a los movimientos sociales con las organizaciones políticas, porque las transformaciones no las hacen estas fuerzas cada una por sí solas.

Sí, el PC debe llevar candidato de todas maneras. Se han dado muchos nombres, como el presidente del partido, Guillermo Teillier, o el juez Juan Guzmán, incluso el senador PS Alejandro Navarro. Pero todavía hay que esperar cómo quedan los resultados municipales. Creo que tampoco hay que descartar que el candidato surja desde los movimientos sociales.

-O sea, alguien como usted. ¿Está dispuesto a ese salto?

-Hay un trecho que caminar todavía, pero los trabajadores aspiramos a que algún día tengamos a uno de los nuestros ahí. Los trabajadores no tenemos por qué renunciar a La Moneda.

-¿Y cree de verdad que el electorado puede llegar a preferir a un trabajador en vez de a un empresario?

-Hay que recorrer ese camino, no tenemos que delegar a otros nuestra representación. Tenemos que buscar convergencias para que los trabajadores tengamos mayoría. Pero este es un proceso de largo plazo. Los grandes empresarios no nos representan".

-Desde el mundo social, de los trabajadores, ¿cómo evalúa a la izquierda, que tiene partidos y sectores dentro de la Concertación y otro pedazo con bastante fragmentación en las fuerzas extraparlamentarias?

-Tengo relaciones muy fraternas con muchas personas que están en la Concertación, pero creo que la izquierda tiene que volver al pueblo, vivir, sentir y conocer los problemas de éste. La izquierda en su totalidad desde el más "suavecito" hasta el más rojo debe volver al pueblo de estos tiempos, que tiene mayores conocimientos, que usa las tecnologías y que ocupa la globalización como suministro de nuevos conocimientos. Si la derecha ha avanzado en Chile es responsabilidad nuestra, porque ha ocupado espacios que eran de la izquierda. Hay que dar las batallas de las ideas, de los territorios y no renegar de lo que hemos hecho y sido en la historia de Chile.

-Pero la izquierda que usted describe parece no tener un proyecto político.

-¿Qué pasaría si nuestro sector tuviera que gobernar ahora con este modelo neoliberal?, preguntaba a unos compañeros. Hugo Chávez está gobernando un Estado con componentes neoliberales y es muy dificultoso, es una tarea titánica. La inequidad no se resuelve con el solo hecho de ganar el Gobierno. Hay que crear las condiciones para hacer transformaciones, pero con el respaldo de millones de personas. Ahora no hay eso, pero hay una esperanza que se está instalando. He sentido en todo Chile que la gente quiere cambios, la gente está cansada. Pero no tiene ni la conducción ni las convergencias para hacerlos. Ese es el trabajo que tenemos en la izquierda, desprendiéndonos de los prejuicios para lograr mayorías.

-El desgaste de la Concertación no lo capitaliza la derecha, pero tampoco la izquierda extraparlamentaria. ¿Por qué sucede eso?

Porque tenemos que ser más audaces. Soy un trabajador que cree que la izquierda tiene que ser más oportuna, levantar un proyecto y propuestas que encanten a esa mayoría que está esperando. Hay que ir con los tiempos y la izquierda tiene que ser abierta, colorida, con toda su historia, pero con propuestas para hoy y el futuro.

Por Libio Pérez / La Nación Domingo

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