Por Sebastián Ochoa, Página/12
Desde Santa Cruz
La Ramada, en el primer anillo, tiene el mercado más populoso de la ciudad. Allí se puede conseguir desde un paquete de fideos hasta una ametralladora sin papeles. Donde se cruzan la avenida Cañoto –zona roja para la comercialización de pasta base– y Grigotá está el monumento de Andrés Ibáñez, “el igualitario”, cuya cabeza fue cortada en 1877 por tratar de replicar en Santa Cruz los días de la Comuna de París.
Alrededor de la estatua se juntaron miles de personas para escuchar al presidente Evo Morales, repudiado por el 70 por ciento de los cruceños, según una encuesta de Captura Consulting. “Evo sí, Costas no”, fue el leit motiv de los 20 mil campesinos, indígenas y citadinos tapados por banderas bolivianas y del Movimiento Al Socialismo (MAS) negras, azules y blancas. Según la consulta, Morales sería ratificado por el 59 por ciento. También seguirían de prefectos el cruceño Rubén Costas; el de Tarija, Mario Cossío, y el de Beni, Ernesto Suárez. Este último ayer entró en huelga de hambre para que el gobierno devuelva a las prefecturas el 30 por ciento que les quitó de los ingresos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH).
Al parecer, los de La Paz, José Luis Paredes; el de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, y el de Pando, Leopoldo Fernández –tres afiliados o simpatizantes de la opositora Media Luna–, deberán buscar otro empleo. Morales dijo que “si un prefecto es revocado no pondré uno a dedo, como dicen algunos medios. El pueblo elegirá en las urnas a su representante”.
Según informó el diario El Deber, Evo Morales superará el porcentaje de las elecciones de 2005, cuando el 53,7 por ciento lo eligió. Para el 10 de agosto, La Paz sería su mayor fortaleza, donde el 77 por ciento le diría Sí. También lo aprobaría en Cochabamba el 54 por ciento; en Potosí, el 67, y en Oruro, donde nació, el 79 por ciento lo ratificaría. En la autonómica Pando el 51 por ciento aprobaría su gestión. El 41 por ciento de bolivianos que le diría No se encuentran en Santa Cruz, donde sólo el 27 por ciento lo apoyaría; en Tarija, donde el 61 por ciento rechazaría tener a Morales de presidente; en Chuquisaca, donde el 59 por ciento no lo puede ver ni en figurita, y en Beni, donde el 57 por ciento preferiría a otro en el Palacio Quemado.
Según su experiencia, el presidente cree que puede llegar al 79 por ciento de Sí. “En 2002 decían que íbamos a sacar el 8 por ciento. Y al final obtuvimos más del 20 por ciento. En 2005 decían que iba a tener el 32 por ciento. Y conseguimos el 54 por ciento. Por eso, si dicen que voy a sacar el 59, creo que hay que aumentar un 20 por ciento.” La factibilidad de este referéndum estuvo en duda hasta el viernes, cuando las nueve cortes electorales prometieron que harán la consulta. Para que obedecieran, la Corte Nacional Electoral (CNE) tuvo que cambiar el porcentaje con el que se podría revocar a los prefectos. Según la ley del Congreso, las autoridades se irían si obtenían en votos negativos el mismo porcentaje que les había dado la victoria en 2005. Así, el cochabambino Reyes Villa, que asumió con el 48 por ciento, podría revocarse si el 48 por ciento votaba el 10 de agosto por No. Manfred desesperaba por llegar al 53 por ciento de Sí, lo que parecía imposible. Con reglas tan desfavorables, varias cortes electorales de casos similares evaluaron “inconstitucional” a la ley del referéndum. La semana pasada, la CNE decidió modificar la ley para que los prefectos fueran –en todos los casos– revocados o ratificados con el 50 por ciento más uno de los votos. En cambio, para Morales siguen iguales las reglas y sólo dejará la presidencia si el 53,7 por ciento vota por No.
El cruceño Costas tiene 74 por ciento de apoyo, según la encuesta; el beniano Suárez, el 60 por ciento, y el chapaco Cossío, 57 por ciento. Se la ven oscuras el paceño Paredes, cuyo No treparía al 53 por ciento; el pandino Fernández, que tiene 49 por ciento de No y 48 por ciento de Sí, y el cochabambino Manfred, para quien el No y el Sí empatan en 48 por ciento. En situación similar están prefecturas oficialistas de Oruro y Potosí. En la primera, Alberto Aguilar también se debate entre el 48 por ciento de Sí y de No. En la segunda, Mario Virreira tiene 46 por ciento de Sí y 42 por ciento de No.
A pocas cuadras de La Ramada, el Comité Pro Santa Cruz patrocina una huelga de hambre “hasta que el gobierno nos devuelva los fondos del IDH”, dijo su presidente, Branko Marinkovic. El cívico reconoce que el referéndum del domingo “está completamente inmerso en la ilegalidad”. No obstante, sostuvo: “Vamos a participar de la votación”.
Según Morales, en 2005 Bolivia recibía 300 millones de dólares anuales por la explotación de hidrocarburos. “En 2007 tenemos 1930 millones de dólares gracias al IDH. Ese es un logro nacional. ¿Quién no quería la nacionalización de los hidrocarburos en 2005? El Comité Pro Santa Cruz. ¿Y quién era su presidente? El público dijo: “Costas”. Evo opinó: “Hacen huelga porque quieren privatizar los hidrocarburos de vuelta. El actual presidente cívico (Marinkovic) tiene derecho a hacer dieta”.
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